Saki intenta reprimir sus sentimientos, pero al final lo dice.
- Hana, tu... ¿Has estado viendo a Mei todo este tiempo? Quiero decir, desde que la conociste.
Saki de verdad esperaba que su respuesta fuera "no", pero por desgracia aquella era una posibilidad bastante reducida.
- No todo este tiempo, pero me he estado viendo con ella algunas veces. Me ha ayudado mucho. Mañana te contaré.
Al verte la cara, Hana te suelta un abrazo.
- No tienes que preocuparte de nada. No me ha inculcado ideas extrañas. Ni tampoco ha ocurrido nada malo.
Hana mira el reloj de su muñeca.
- Uy, me voy corriendo. Saki, ¡mañana nos vemos!
Te suelta un enorme beso en la mejilla que te deja medio sorda. Pero sorda de amor. Y con ello se va medio corriendo en dirección a su casa.
- Para ti cuando sea~~ - respondo con tono bromista y algo nervioso. En parte me daba algo de miedo la dirección que estaba tomando todo y la manera en que empezaba a sentirme
Natsuko pone las manos en las caderas e infla sus mofletes.
- No es justo. He preguntado yo. Ahora no dejes en mi la responsabilidad de elegir un día. Como elija un día y justo llueva te arrepentirás de dejarme elegir!
- ¿Y qué tendría tan de malo que lloviera ese día?
Le pregunto mientras le desinflo los mofletes aprentado los dos con una mano suavemente, hasta que casi parece que ponga cara de besugo
No puede evitar hacer una risita.
Una de esas risitas que tanto gustan a Akito.
- Que sería engorroso comernos un helado así. Aunque si tienes un paraguas grande, incluso podríamos compartirlo...
- Ammm. - digo ironicamente - ¿No era en la playa la próxima vez?
Otra risita más.
- Veo que se te escapa una. ¡Pues imagina si nos llueve en la playa! No haría falta ni entrar al agua.
Mientras camináis, Natsuko se agarra de tu brazo con otro brazo y se pega mucho a ti. Notas su pecho derecho en tu brazo. A ella no parece importarle.
No intento esquivar nada, me cubro como puedo. Tampoco digo nada, no tengo miedo.
Me hierve la sangre pero no puedo evitar llorar por el dolor del golpe.
[Continua con la explicación]
Finalmente, tu madre se cansa. Te llama de todo en ruso y te manda a tu habitación.
Tienes sangre en una mejilla, probablemente de un tortazo con uña incluída.
El hombro te duele mucho, pues te ha dado algún puñetazo también, aunque con suficiente consciencia como para no dártelo en cara.
En general, queda alguna que otra marca. Solo de pensar en que te vean así... ¿y qué explicarás?
O... bueno, el siguiente día era el último de clase hasta después del verano.
Independientemente de los hechos vividos la verdad es que la idea de fiesta es lo que más protagonismo tenía en mi mente, aunque tengo algo de miedo de como agu responderá a un día de fiesta.
-Qué bien verdad Agu? Tienes algun plan pensado?
- Quedarnos en casa y disfrutar de la vida. ¿Qué si no? ¿Tienes algún plan mejor?
En la cama, me quedo mirando el techo. Pongo el despertador para despertarme mucho antes que madre.
No lloro, estoy demasiado cansada para pensar en nada. Me quedo dormida sin darme cuenta.