Partida Rol por web

la chica se aparta de él luego de darle un apretado abrazo que los hizo sentir de manera confortable al sentirse el uno al otro, pero cuando el gryffindor le dijo que iría tras los que habían hecho todo aquello, Lauren lo sujetó con fuerza de los brazos y su rostro mostró su miedo y preocupación.

— claro que no irás tras de nadie, yo ya me estoy encargando de eso y no quiero que tus padres sufran más, así que no, no irás, no buscarás a nadie ni mucho menos —  era prácticamente una orden lo que estaba diciendo, mientras lo sujetaba. 

— Tyler no dejaría que te inmiscuyeras, ni antes ni mucho menos ahora, además, es un asunto que debo arreglar yo — le dice, tragando saliva, y lo fue soltando con suavidad.

— no me hagas que me arrepienta por haberte contado todo esto, Altair, ya tengo demasiado cargando con lo de Tyler como para cargar con algo que te pasara a ti  — se cruza de brazos con los labios apretados.

Ya te lo dije Lauren, Tyler y yo somos como el día y la noche, él era básicamente incapaz de dañar a otro ser humano.

Su vocación era sanar y curar, la mía es ajusticiar a quien lo merece. - digo mientras cruzo mis brazos, poniendo en evidencia mi musculatura.

En África yo era quien se encargaba de cuidar a todos... - realizo una pequeña pausa para reflexionar - Sé que me voy a arrepentir de esto, pero te voy a dar la oportunidad de resolverlo a tu modo, pero si las cosas se ponen serias, entonces me llamas. ¿Estamos?

Mi tono de voz dejaba en claro que más que una solicitud, esto era una exigencia.

No se te ocurra enfrentar a esos licanos sola, yo también quiero darles lo que merecen.

Lo miró con tristeza pero se dio cuenta que al parecer no se había percatado de lo que le había dicho, unos licanos los atacaron, casi la matan pero sobrevivió, y ahí estaba, viva, ¿en serio no suma las piezas?. Le apreció adorable lo despistado que estaba siendo, igual que Tyler. Era tan parecido a él que dolía. 

—  soy más que una simple modelo, Black — le responde notando su musculatora, este chico sería muy cotizado entre todas las chicas, era muy guapo por lo demás. 

— puedo con esto, ¿vale? — le deja en claro, no buscaría su ayuda, lo quería lejos de toda la mierda que estaba descubriendo y que le podría costar la vida o la libertad.

Como gustes, hazlo a tu modo y yo al mío, pero si llego antes al responsable, no pienso dejar suficiente de él como para alimentar a un gusarajo. - digo con absoluta seriedad. 

Sólo espero que esos licanos no te hayan mordido, porque sino tus noches de luna llena deben ser muy solitarias.

Ahora si me disculpas, debo estirar las alas, si no lo hago con frecuencia, me siento atado al suelo. - agrego mientras estiro los brazos y observo el lugar en busca de una ventana.

Ahora si que arrugo el ceño, Altair en verdad no se había dado cuenta, pero era mejor si lo pensaba. Cerró sus ojos y dio un paso hacia atrás, algo le decía que él no dejaría de buscar a los culpables pero no tenía por dónde empezar, a diferencia de ella.

— ok... no te molesto mas — da otro paso hacia atrás y se da la media vuelta para irse.Las noches solitarias eran lo de menos, pensó y esa liviandad que uso Altair al referirse de los licanos le molestó de verdad, no eran solo noches solitarias, era todo lo demás.

FIN

- Entonces nos volveremos a ver. Que tenga un excelente día, Señor Diggory. - termino por decir al incorporarme de la silla y así abandonar el lugar con la incertidumbre en mi mente. Es imposible que todo esto no quede en mi mente, pero tampoco pienso hablar de más. Ya decidida a abandonar la estancia, me retiro de allí sin mirar atrás, simplemente con la frente en alto y mi actitud determinante. 

Despacho de la profesora de herbología

Buzánszky tocó a la puerta del despacho de la Srta. Weiss y aguardó. Tras ser recibido y entrar, saludó a la profesora de herbología. 

- ¿Qué tal la tarde, señorita Weiss? Hoy he dado una charla a los alumnos de Estudios Muggles y había pensado que no me haría ningún mal visitar a la profesora de herbología...

Habían pasado casi tres meses desde la última y única vez que charlaron. Quizás Beckia no se hubiese percatado de ello, dado que sólo conocía a Buzánszky de un rato, pero había llegado sin fumar y el olor que desprendía a tabaco era ligeramente inferior al de la otra vez. 

- Antes de navidades, visité a Dana Lawrence en su domicilio. Estaba destrozada pero me recibió muy bien...- dijo esto último a la leona muy a conciencia, orgulloso de no haber tenido que darle la razón.

Despacho de la profesora de herbología

El despacho de Herbología era una sala adjunta al Invernadero, sin paredes solidas mas que unas ventanas de madera con vidrios que permitían el paso a la luz del sol, algunas enredaderas cubrían los vidriales dando zonas de sombra sonde Beckia tenia su escritorio, flores de todo tipo, muy coloridas y platas de variadas formas en sus hojas adornaban el lugar, en su escritorio una orquídea blanca en un macetero muy bien cuidada, también habían algunos libros y pergaminos donde parecía apuntar algo, desde el exterior se le podía ver bastante concentrada, aunque la puerta estaba abierta para permitir que la brisa refrescara el lugar.

Cuando Sándor entro, se pudo de pie junto al escritorio, con su característica sonrisa se acerco a saludar al investigador con un beso en la mejilla -Buen día Sr. Buzánszky, ¿que le atrae por aquí?...- al escuchar lo de la clase de Estudios Muggles se sorprendió -... desconocía esa faceta docente que tenia, seguramente mis...nuestros alumnos han aprendido algo muy interesante con usted...- le mostró una silla junto a su escritorio... -pase y póngase cómodo...¿desea beber algo?...- no es que tuviese algún licor, pero alguna deliciosa infusión podría prepararle... - por ahora solo puedo ofrecerle algún infusión si gusta...-

Al escuchar lo de la entrevista de Dana, alzo una ceja, no había recibido información al respecto, Dana no le había comentado nada y aquello le causo una leve molestia, mas al escuchar lo mal que estaba su ahijada...la mirada de Beckia hacia Sándor, fue por lo menos intensa... -Ya veo...creo que soy la ultima en enterarme de algunas noticias...- comento con un tono mas seco, al menos esperaba que se le informara, pero viendo lo modos del entrevistador y lo poco cuidadosa de Dana, pues le calzaba todo.

- Lo que usted me prepare, bueno estará seguro - afirmó Buzánszky - ¡sorpréndame!

Le impactaba el trato de Beckia con él, aquella cercanía. Le incomodaba de forma agradable.

Pero, tras revelarle su entrevista con Dana, algo cambió drásticamente. La leona le dedicó una mirada que una gacela, en su lugar, hubiera interpretado sabiamente. Buzánszky miró instintivamente y de soslayo la puerta... 

- No culpe a la chica--rogó, tratando de aplacarla- no creo que tenga ánimos de hablar del tema. De hecho, volví a encontrarla en el baile de Navidad que organizó el ministerio y, aunque tuvo la entereza de ir, se notaba que sufría la ausencia de su padre. Así que distraje su mente y ánimo con un baile... - llegó un punto en el que no sabía por qué le estaba contando aquello.

- En cuánto a mí  he tenido unas semanas muy intensas y no quería verle sin tener mínimamente algo... 

Servia una taza con algo ya preparado, una infusión de menta con hojas de rosas, ademas de lavanda, muy aromático y algo dulce, al servirle la taza a Sándor le mantuvo la mirada un instante y con lentitud se dibujaba una sonrisa, como si disfrutara de esa suerte de intimidación que le provocaba al entrevistador.

Luego volvió a su silla y se sentó, bebió un poco de la infusión cerrando los ojos disfrutando por completo del estallido de sabores en su paladar.

-Espero que en tres meses algo de información mas clara tenga, me cuesta creer que quizás paso mas tiempo pendiente de un baile que de investigar la muerte de mi buen amigo Cian...- le lanzo con tal sinceridad y tan directa como pudo.

Recordó el baile que tuvo con Dana, con demasiada confianza para su gusto, pero si su ahijada consideraba a Sándor como un amigo, no se interpondría, pero... si estaría atenta, después de todo, aun era una menor y el Sr. Buzánszky un hombre experimentado.

-Bueno y que novedades tiene del caso, ¿algo que pueda comentarme?...- pregunto con mas calma.

¿Qué había pasado para que cambiara todo tan de repente y por completo? Buzánszky se culpó a si mismo del cambio de humor de Weiss, de su torpeza y orgullo, restregándole por la cara el no haber necesitado a la profesora para ganarse la confianza de la joven Lawrence. De aquí podía el investigador sacar algunas lecturas: que la leona era extremadamente orgullosa y celosa del control de su entorno, cosa que ya imaginó cuando la conoció, y otra que se había mostrado débil frente a ella, se había traicionado así mismo y ella le había dejado de respetar por ello; así que recompuso su habitual frialdad y ética profesional, pese a que no había considerado aquella visita como tal en un primer momento.

- Creo que, entonces, voy a decepcionarle- dijo, haciendo referencia a lo de los tres meses- Hay, con casi total seguridad, más implicados en el asesinato de Cían- comenzó a decir Buzánszky- e incluso tenemos, tengo, un nuevo sospechoso, un nombre. Incluso hay testigos que afirman que Jago Ferreira no sólo no es culpable sino que es chivo expiatorio... Pero, de momento no puedo revelarle más al respecto hasta no haber avanzado más. No obstante, se nos han abierto más líneas de investigación.

Miró a Beckia, entonces, de manera muy significativa.

-Esto que le estoy contando, Beckia, no lo sabe ni siquiera mi compañero, ni Dana: sólo se lo he contado a usted. 

Dejó unos breves segundos, para que la profesora asimilara la importancia del asunto y la confianza que estaba depositando en ella. 

-Por cierto. Le mandé, vía lechuza y hace tiempo, una nota con la mayoría de  los ingredientes de la poción venenosa que se utilizó para matar a Cían. ¿Tenéis alguno de éstos ingredientes? ¿Ha habido alguna irregularidad en su almacenamiento?

Las noticias que le daba la preocuparon de alguna forma, mas involucrados supondría algo mas peligroso, si existían mas magos detrás de las muertes temía que un nuevo grupo de mortifagos se alzara intentando desestabilizar la paz del mundo mágico y de los muggles.

-Es preocupante lo que comenta, la verdad no he tenido tiempo ni energías para hablar con los aurores respecto a la investigación, he decidido no interponerme la verdad, hay algunas formas que no me agradan y prefiero mantenerme al margen- y claro, con la discusión con Bredan tras el baile la situación no era para andar pidiendo información confidencial que manejaban los aurores.

Suspiro relajándose... -Pero sin duda mis conjeturas son erróneas y si ha investigado bien, se lo agradezco...- le sonrió.

Busco en el cajón de su escritorio la nota con los ingredientes que le había enviado hace un tiempo atrás, y se la mostró, tenia algunos números anotados... -Pues en mis registros y revisión todo esta en orden, dudo mucho que desde aquí hayan salido los ingredientes para el veneno que usa Ferreira...- se llevo la mano al mentón y se quedo pensativa... -pero la Villa Von Vianden, venden cualquier tipo de ingredientes, perfectamente podría ser un proveedor de ingredientes...- aunque no estaba segura de eso, pero en la villa vendían todo tipo de cosas o al menos esa información le había llegado

Se quedo observado a Sándor, la ultima vez tenia un fuerte olor a tabaco y al momento de saludarle no era tan intenso, entonces sintió curiosidad al respecto, pero por discreción no pregunto nada, solo sonrió para ella misma, después de todo, sabia de cierto encanto que tenia y a aquello en ocasiones le sacaba partido.

-Puede estar tranquilo, agradezco su confianza, de mis labios no saldrá nada que no quiera que otros...escuchen...- le dijo en un tono muy seductor y con sus ojos fijos en los de Sándor.

Viendo a la joven Grindelwald irse sin querer contar nada Robert cierra la carpeta y mira a su jefe. - Creo que habrá que volver a hablar con ella después de que anunciemos la muerte del señor Floyd. Seguro que entonces nos podrá contar algo. - Se hacía tarde llevaban allí bastante tiempo y había aún algunos que no habían aparecido. - Creo que no va a venir nadie más señor Blumer, ¿qué deberíamos hacer?

Robert aceptó el roce de la muchacha con una sonrisa débil - No te preocupes, fue hace mucho tiempo y la familia ha sabido seguir adelante. - Había sido un chico tan feliz, seguro que no habría querido que nadie de la familia hubiera estado triste, seguro que habría hecho alguna broma si pudiera aparecerse. - La batalla en el colegio fue mucho más devastadora, todo el mundo perdió a alguien cercano, una tragedia para el mundo mágico. 

Feliz de poder cambiar de tema - Aún tienes tiempo, tal vez incluso cuando salgas aún tendrás tiempo de cambiar de profesión si no te apasiona lo que escojas. Aún así las experiencias como becaria seguro que son excelentes para decidirte. - Asiente ante las palabras sobre las excusas - Claro, contacta cuando quieras que te invite, estaré encantado de disfrutar una tarde a tu lado. - Mira un poco por el pasillo, parecía haberse dado cuenta que se habría alargado demasiado su descanso. - Creo que tendré que volver a los interrogatorios, no querría que mi jefe me pillara por aquí disfrutando de buena compañía y no preparando los papeles del siguiente. Siento despedirme así de rápido, espero que tengas mejor fortuna en el próximo duelo, ya me contarás el resultado. Aún así antes de merendar volvemos a intentar que aprendas el hechizo. 

Con esto se alejó hacia la sala de investigación, no sin mirar un par de veces hacia atrás, a aquella muchacha tan espectacular.

-¿Algunas formas? - preguntó indiscretamente Buzánszky, apoyado relajadamente sobre el respaldo de su asiento. 

Beckia parecía haberse calmado con él pero era obvio que algo la removía por dentro. Parecía disgustada con los aurores por alguna razón. 

Le planteó Sándor la posibilidad de visitar a Von Vianden. El húngaro contestó enseguida.

-Visité a Von Vianden y nos aseguró su colaboración  Sin embargo, aún no hemos obtenido respuesta.

La visita a Von Vianden fue, cuanto menos, curiosa, más no quiso dar detalles al respecto hasta que no se dilucidar an ciertas cosas. 

Cuando Sándor pidió discreción, la profesora respondió con tal sensual intensidad, mientras le observaba fijamente con aquellos intensos y avasalladores ojos turquesa, que, a pesar de mantener Buzánszky su rostro hierático, no pudo evitar que algo se le marcara bajo los pantalones.

-Valoro mucho su... Discreción- atinó a decir - Le... apetecería tomarse una copa ésta noche? Siempre viene bien relajarse un poco. No todo debe ser trabajo... 

SALÓN DE EXPERIMENTACIÓN

Observé divertida la interacción entre los jóvenes antes de tomar la pluma y el papel, pensando en como plasmar lo ocurrido. -La verdad no pensé que estaría como conejillo de indias para un experimento, pero ha sido curioso. Ahora bien, supongo que lo darían a beber a la persona indicando lo que pasará al beberlo, ¿no?- Dije, mirando de soslayo a los presentes. -En caso que no sea así, ¿han considerado con qué puede o no ser mezclado para que haga efecto? La adición de algunas frutas o componentes pueden desmejorar el efecto de la poción o incluso hacerla peligrosa.-

Me di golpecitos en la barbilla con la pluma, teniendo que apartarla de inmediato pues me estaba tragando las plumillas de la punta. Chasqueé de nuevo la lengua. -Ademas, mezclarla con frutas disimularia la textura de los petalos. ¿Tiene el mismo efecto a distintas temperaturas? ¿Puede tomarse en un té caliente y en un jugo de calabazas frío? ¿Puede usarse para hacer caramelos o rellenar bombones?- Parpadeé rápidamente, mostrando una sonrisa divertida al pensar en eso: caramelos confesores.

Escuchó lo que decía la profesora y, conforme hablaba, más se le abrían los ojos en una mezcla de curiosidad, orgullo y sorpresa. Dejó que terminase de elucubrar mientras escribían y él mismo terminó sentándose para escribir algo en aquella libreta que llevaba encima. Aunque cuando la profesora terminó de hablar se tocó la nariz con un gesto cómplice.

Me agrada ver su capacidad de pensamiento, profesora. En realidad me enorgullece contar con alguien como usted para que nos imparta clases -inclinó la cabeza en señal de reconocimiento-. He estudiado las posibilidades y, como mis ayudantes, estoy en la obligación de reconocer que es uno de los usos que pensé inicialmente. Después se me ocurrió cómo convertirlo en una herramienta para ayudar a otros.

Sonreía, contento de poder compartir descubrimientos y teorías.

Necesita algo amargo, por la planta. El azúcar reduce la potencia del principio de los pétalos.

Explicó. Creía estar en lo cierto, pero aquellos detalles y su experimentación deberían esperar un poco más.

Por lo pronto debo controlar la dosis para que haga efecto y que no de indigestión.

- Nos iremos a descansar por ahora, citaremos en el ministerio a aquellos que no han venido. Después de un poco de descanso, iremos a ver a los profesores y que nos hablen de esa runa, ¿De acuerdo?

Dice el auror estirándose en la silla con evidente incomodidad, tantas horas sentado le están pasando factura a su espalda. - Tengo claro que necesito una ducha y moverme un poco. Les enviare una lechuza para reunirnos en algún sitio más tarde.

Keith se pone de pie y te hace un gesto para que le sigas al despacho de la directora, en el cual usáis la chimenea para regresar al Ministerio y marcharos a casa a descansar.

Yllka miraba a ambos mientras consultaban dudas y se preguntaba si podría aportar algo a aquello aunque las ideas que se la habían ocurrido eran parecidas a las de la profesora.

- Algunos hasta querrían venderlo como artículo de broma o por el día de los enamorados, la de aprejas que podrían romperse - Yllka se agarró el mentón pensativa, como imaginándolo. - De igual modo seguro que podemos ir mejorando la fórmula poco a poco ¿Podría algún ingrediente de más estropear la poción?