Partida Rol por web

Vale... Vamos allá. Cogi uno de los pequeños manteles que había en algunas cestas que traje y se lo até a los ojos. Despues pedi a alguno de los compañeros que hicieran lo mismo conmigo.

Estaba muy nervioso, me acerqué al palito de la chica e intente darle un mordisco, pero al final estaba tan nervioso y tenso que caí al suelo, me costaba mucho respirar de la tensión.

Lillie llevaba uno de sus sacrificios encima, un gato callejero al que había llamado "Sin Rabia" por ser el bicho más molesto y agresivo que había encontrado en el parque. Al ver que Ayame sostenía un palo de chocolate con sus labios no dudó ni un momento. - ¡Debo alimentar a la bestia!

Corriendo llegó hasta enfrente de Ayame, poniendo sus pies encima de Edward para usarlo a modo de banquillo y alzando al gato con sus dos brazos, empezó a alimentar a su criatura para el sacrificio. El gato al recibir comida parece calmarse un poco y dar de lametones a Ayame en los labios después de que se acabara el palito.

Notas unos pies encima de tu cuerpo, aunque estás muy débil para reaccionar.

Notas una lengua lamer tus labios, raspa un poco, pero no es una sensación desagradable.

Auch, me levanto algo aturdido.

¿Que ha pasado aqui?

Miro a mi alrededor sin saber que ha pasado.

-¡Madre mía qué vergüenza!- pensó Anemashi mientras daba comienzo al fin el juego. Quiso encontar fuerzas para empezar a morder, ¡pero no le salían! Notó cómo Edd daba el primer mordisco... ¡Qué valiente!

Después pasó algo raro. Hubo una pequeña pausa y luego sintió como que el palito bajaba hacia abajo... Ayame dio un mordisquito y acto seguido vinieron por parte de Edd otro y otro y otro más... ¿¡Pero... cómo podía ir tan rápido!? Y cuando terminó sintió... s-s-sintió... ¿¡LAMETONES EN SUS LABIOS!?

A ella le pareció una reacción lentísima, pero solo fueron un par de segundos de parálisis pura lo que le tomaron procesar qué estaba pasando. Se echó a reir y echó la cabeza hacia atrás. "¡Jajaja! ¿Pero qué? ¡Eso es un gatito!" se levantó la cinta de los ojos.

Me sonroje ante la petición de Hiraki y rápidamente fui a comprobar mi número para luego soltar un suspiro aliviado, menos mal que no me había tocado a mi. Entendía hasta cierto punto el nerviosismo que podrían tener ambas partes... y de hecho en realidad tuvieron suerte imagina que hubieran tocado dos chicos entonces habría sido mas problemático. De todas formas los eventos trascurrieron de una forma "diferente" a la esperada, ayude a Yamada para ponerse la venda y justo cuando estaba a punto de darle el primer mordisco cayo desplomado al suelo de los nervios, con cara de pokér me puse a tocarle uno de los mofletes repetidamente hasta que Lillie llego con un gato que se zampó todo el chocolate y empezó a dar lametones a Anemashi.

- No te subas encima de los demás Lillie -dije levantando a la niña para ponerla en el suelo- ¿Y ese gato lo has encontrado por aquí? Ten cuidado con lo que le des de comer, por ejemplo a los perros no les sienta para nada bien el chocolate -dije acariciando al animal

Tetsuya miró preocupado la escena ¡al gato podría darle por arañar a Ayame!

Esto es malo, deberíamos hacer algo.

Por suerte antes de se moviera ni un pelo, el gato empezó a darle lametones a la chica vendada y esta enseguida se dio cuenta de la treta que había hecho la pequeña. Suspiró aliviado.

Bueno, parece que al final ha ganado Anemashi-san, jeje.

Intentó distraer la atención sobre Lilie, no quería que le echaran la bronca a la niña por hacer... Bueno, cosas de niña. - Mejor sigamos con el juego, a ver si no tenemos más incidentes. - miró a Edward, parecía haberse recuperado ya de la tensión que había pasado. - Pero antes... - se acercó rápidamente a todos y cambió sus números. - Así volvemos a no saber quien es quien. Aunque mejor quito el papel de Lilie, después de todo su orden era que no podía participar en el juego. - después de acercó a Hotaru y le puso en sus manos ocho palos, después de todo Momoka y Lilie ya habían sido reinas. - Vale, pues a ver que palo me sale... - tuvo la mala suerte de sacar el palo largo. Mala porque... ¡no había pensado nada aún!

Vaya... Soy yo el rey... Esto...

Finalmente tuvo una ocurrencia, aunque sin duda no era la mejor. - ¡Ya sé! Que el número cuatro y el número dos se suban encima de donde volvimos de los juzgados oscuros y se pongan a cantar a pleno pulmón la canción del Team Rocket.

Me bebo mi lata de té verde refrescante en un lado del tapete que todos compartimos siguiendo el juego sólo por encima mientras pienso en qué haré si me toca el palo largo a mí el siguiente.

la salida de la niña hizo que Hotaru tuviera aún una peor impresión de ella, si no quería jugar debió haberlo dicho, pero tampoco era tan terrible, aunque los llamara pringados, sin embargo que hablara de sacrificios y dibujara un pentagrama que Hotaru le puso los pelos de punta, escondiéndose detrás de Saito, esas cosas podían ser realmente peligrosas, ella se había visto envuelta, una vez, en algo así y la pasó muy mal. 

— no-no hará sacrificios de verdad... ¿cierto? — le pregunta a Saito jalando de sus ropas para llamar su atención, esperando que le dijera que no, que era una broma tan solo, se preocupó tanto  casi perdiéndose lo que pasaba entre Ayame y Edd, Hotaru sonrió aliviada, por lo menos en eso, no le había tocado ese tipo de prueba, y quizás esa sensación acompañó a todos, menos a las víctimas.

— por-por lo menos no fue con una chica — le dice en un susurro a la chica, aunque quizás sería mejor  para ella, no sabía si le gustaban las chicas, ahora que lo meditaba, y bebió un poco más de refresco, riendo sonrojada cuando la chica terminó besada por el gato que traía Lilie y ella sobre Edd. Bebió un poco más, pero uno de los chicos colocó los palillos en su mano, ella solo sirvió de sostenedor de ellos mientras bebía, pero casi se atoró al darse cuenta que era él dos. Se puso roja, mucho, y levantó su mano libre.

— yo.. yo soy el dos... ¿quien es el cuatro?... ¿seré Jessie? — preguntó, temblando de la vergüenza de cantar y hacer el loco delante de todos. Por lo menos no mordería un dulce con un chico o chica. ¡Pero aún así estaba tan roja y nerviosa!

Me quedé ensimismada en mis pensamientos, en exceso. Mientras los demás se divertían yo guardaba silencio. Quizás demasiado preocupada. Finalmente emito un suspiro que no puedo contener, y noto como los demás me miran.- ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Mi turno? - Sin darme cuenta mi turno había llegado. - Ay, disculparme, estaba...distraída. - Me disculpo a los demás ligeramente avergonzada, y tras unos segundos, ajusto mis lentes para colocarlas en una posición más cómoda.

¿Tengo que cantar? - Parpadeo con incredulidad, más por la canción que el acto en sí. - Espero acordarme de la letra, es una suerte que mi primo la vea. - Una mano a la barbilla con delicadeza. Mi pareja sería Matsumura-san, bastante más tímida que yo, así que para no aumentar su vergüenza decido tomármelo con humor. - Entonces....Hotaru-san, ¿nos ponemos a ello? - Acompaño mis palabras con una sonrisa, después agarro con sus manos con las mías para dirigirnos al lugar señalado. - Venga, vamos. Seguro que será divertido.

Las dos chicas subieron, bastante rojas y tímidas hasta lo alto de aquella estructura que os permitía ir y venir a la corte oscura. Ambas empezaron cortadas, soberetodo por la de miradas que se centraron en ellas, pero a medida que iban diciendo el lema del Team Rocket, se iban soltando más y más.

Hotaru: ¿Buscáis problemas?

Umi: Pues escuchad nuestro lema. 

Hotaru: Para proteger al mundo de la devastación.

Umi: Para unir a todos los pueblos en una sola nación.

Hotaru: Para denunciar a los enemigos de la verdad y el amor.

Umi: Para extender nuestro poder mas allá del espacio exterior. 

Hotaru:Jessie. 

Umi: James. 

Hotaru: ¡El Team Rocket despega a la velocidad de la luz! 

Umi: ¡Rendíos ahora o preparaos para luchar!

Estaban tan metidas que acabaron con una pose, a la cual Lilie se unió llevando en su cabeza a su nuevo gato  de nombre "Sin Rabia" al grito de.

Sin Rabia: ¡Meowth! ¡Bien dicho!

Tras ver la situación en la que estaban, tanto Umi como Hotaru bajan de allí y vuelven corriendo hasta el picinic, donde muertas de la vergüenza, deciden que han jugado bastante por hoy.

Aplaudo después de que acaben la canción del Team Rocket mientras me río por la sonrojada cara de Hotaru que fue forzada a cantar ante todos con lo tímida que es. -Esto es demasiado bueno, si de verdad fuerais el Team Rocket yo sí que os daba mi Pikachu. -Me sigo riendo mientras acerco la mano al vaso con los palos y saco uno para mí, parece que me había tocado ser el rey esta vez.

-¡Wow, qué suerte, el palo largo! con esto podemos abastecer al ejército de España; pero creo que será más divertido si lo dejamos para dentro del juego, supongo que me toca a mí decidir lo que hacéis así que... que el 1 y el 3 se cuenten al oído su mayor secreto.

Era cuestión de tiempo antes de que tuviera que pasar a tener que hacer algo, y bueno... Quizás podría haber sido peor. Al menos era al oído, no era decirlo en voz en grito. Suspiré, pasando a acercarme a quien tenía el número 1, y me acerqué a su oído para contar el secreto... Aunque esperaba que NUNCA se enteraran el resto. No es que fuera a ser algo grande, pero no era algo que soliese pasar a comentarse habitualmente...

- En algunos juegos MMORPG, mis personajes son mujeres y finjo ser una en el juego... - Dije, esperando que no actuara ni dijera nada al respecto, pero era cuestión de esperar a ver...

Ugh otra vez yo? Estaba algo cansado de que siempre me tocara a mi. Vale voy a decirle el secreto, pero Tetsuya no cambies los papeles otra vez, que me tocará con la mala suerte que tengo.

A pesar de que soy rico una vez robé una grapadora para ver que se sentía. no estaba muy orgulloso de aquello, así que esperaba que el chico me guardara el secreto. La tengo bien escondida en el fondo del armario para recordar mi pecado.

-Ah, ¿que tú eras el tres? mejor que juegue alguien que no haya salido, cambio el reto: que el 1 y el 5 se cuenten un secreto al oído