Partida Rol por web

    Con todo los ánimos y emociones que despedía bloqueo un poco lo que tenia en la cabeza... hasta que llegar a la zona mas verde del parque me recuerda cierto incidente. 

    Y-yo esto... Kitagawa... - mirando a mi compañero quien estaba con Lilie hablando de aquella cartera ... cierto esa cosa... - L.lo siento por mi comportamiento - agachando la cabeza con cierto rubor en mi rostro - l..la ultima vez que estuvimos aquí  puede que sobre-reaccionara d..de..demás y con todo lo que a estado pasando estuviera pos...pos..postergando el asunto... ademas con eso de que la otra niña haya sido enviada a Hawaii.. e..el punto - agitando mi cabeza dándome cuenta que igual me estaba yendo por las ramas - bffff...- para luego mirar un tanto avergonzado hacia los lados y una ultima vez al grupo - _e...esto.... - bajando bastante el tono de mi voz - _{¿ p..por lo ge..general como es que s..se finalizan este tipo de situaciones ?.} 

Tetsuya estaba anonadado con todo el amor que tenía Momoka, que era muchísimo más del que estaba acostumbrado a recibir... ¡y por ende no sabía muy bien como gestionarlo! No pudo evitar ponerse de un color rosado cuando oyó a Momoka proponerle comerse un helado junto con ella.

Yo... Eh... Lo que más feliz te haga de eso...

Aunque pronto la escena se vio interrumpida por unos alaridos provinientes del mismísimo averno, por lo que solo podía ser Lilie. Pronto mostró que tenía, nuevamente, un objeto maldito pegado a ella. - ¿Otra vez un objeto maldito? ¡Seguro que ha sido por la misma y extraña sombra que hablaba con rimas!

Te voy a cambiar todos tus grimorios por cuentos de hadas como castigo.

Aunque la curiosidad del chico pronto volvió a cambiar el rumbo de la conversación. - La última vez que vimos a esa sombra cambió de forma... ¿Volvió a cambiar? - se echó la mano al mentón, hasta que escuchó a hablar a Saito. - No suenas como si te hubieras quedado a gusto del todo... - entonces Tetsuya dirigió una mirada cómplice hacia él.

Quizá podríamos ir al arcade a desquitarnos con ya sabes quien...

Por último habló Yuuta, que parecía avergonzado por algo... Aunque no entendía el que, pero lo que si que entendió es que allí no estaba su hermana.

¡Ostras! ¿Qué ha pasado con Yadiel-chan? ¿Se ha ido a Hawaii Yuuta-kun?

Si que han pasado cosas mientras estaba... Fuera de combate. - suspiró. Alzó la mirada al cielo, el cual estaba terriblemente azul y precioso. - ¡Ya sé! Si no os apetece ir al arcade a quemar más energía... Podríamos ir al K's café. ¡Yuuta-kun y yo podríamos preparar algo rico! Si no le importa que sea su pinche, claro.

Una flecha atravesó mi corazón cuando vi a Tetsuya sonrojado casi desmayándome. Me tambaleé un momento con corazoncitos flotando a mi alrededor. Después, agarré a Ayame por el hombro y la acerqué a mi para susurrarle con aires de secretismo.

- Bueno, Ayame, ¿para cuando la cita doble? Sin presión, ¿eh? ¿Qué tal el próximo sábado? ¿Bien? ¡Pues el sábado entonces! - le guiñé un ojo con complicidad señalándola.

La pequeña lilie bufó ante el comentario de Tetsuya. ¿Quién se cree que es para amenazar a Lilie con arrebatarle sus queridos grimorios y cambiarlos por insulsos cuentos de hadas, con princesas que sus cabezas no terminan rodando por el piso y brujas malvadas que no levantan una horda de muertos vivientes?. ¡Una desfachatez!

Grrrr...

Gruñendo, esta niña se puso detrás de Yuuta, protegida y escondida por su pierna.

      Bueno... mas o menos - le respondía a Arashi ... para que igual le estaba dando muchas vueltas ... - mientras intentábamos lidiar con aquel sitio algo ocurrió, ya sabes... las reglas del tiempo y espacio no son las mas exacta en el mundo de las sombras y una cosa llevo a la otra... algo paso y Yadiel termino varada en Hawaii, mira...- mientras le mostrar el móvil con aquel mensaje que la misma me había dejado - ohhh también paso algo mas raro... tengo la grabación de lilie comportándose como niña normal.... - bajando un poco mas en las opciones y mostrando aquella grabación de la pequeña y el perro de hueso.  

    Por otro lado..

 Si,si - tomando algo mas de confianza - ir con Kinjo~sensei puede ser un buen sitio... ademas si quieren quedar en los arcade hasta tarde igual seria buena idea comer un poco primero... ¿ suena a plan ?

Asentí con demasiada energía ante la afirmación de Tetsuya, tanta que casi podría haberme hecho daño.

- Me habría encantado hacerle así -patada al aire- Y luego tal que así -gancho directo- Otro así -puñetazo a la mandíbula- Otra de estas -patada al estómago- Y encima con el traje ese super guay que tengo ahora. Tienes que verlo, tío es la hostia -gracias a que habíamos rescatado al fin a Tetsuya me había emocionado... y mucho- Luego de tomar algo podemos ir al arcade rápido. Me pilla de camino a casa -aprovechando el pequeño rato que Momoka soltó a Tetsu le pase yo el brazo por el hombro y le susurre un poco- Oye, mientras estábamos ahí dentro... -toque su cabeza- Vimos algunas cosas de tu pasado... todos nosotros... por lo que solo quiero decirte una cosa. No te quedes mucho rato con nosotros seguro que tu madre se alegra de verte despierto otra vez -me aparte de su lado con una sonrisa- Bueno ¿que? Tengo hambre ¿vamos ya al café?

La alegría y energía de todos en el hospital era contagiosa. El buen humor de todo el grupo, la felicidad, la calidez... Ayame ni siquiera se dio cuenta de que había empezado a sonreir genuinamente hasta que Saito la tomó de la mano y echó a correr, tirando de ella. "¿E-eeeh?" Y se dio cuenta de que había dejado de llorar y había empezado a sonreir porque en aquel momento lo que sintió fue muchísima vergüenza. Anemashi no le soltó la mano tampoco, caminaba toda enrojecida y mirando hacia abajo, justo igualita que el propio Saito.

¡Era bastante divertido de verlos! Afortunadamente para los adolescentes, Lillie distrajo a Saito y Momoka a Ayame, lo suficiente para darles un respiro. ¡Poco le duró a la chica el respiro! Porque Momoka no venía precisamente al rescate... "Bueno, Ayame, ¿para cuando la cita doble?" le dijo a la enrojecida Anemashi con esa inesperada pero en cierto modo bienvenida complicidad que les había surgido a las dos enamoradas. "¿Ci-ci-ci-cita doble? ¿E-e-el sábado? ¡E-e-eso es muy pronto!" exclamó, aunque en realidad, siendo hoy domingo, el sábado quedaba todavía muy lejos...

_{"Bueno... vale... el sábado... s-si él quiere..."}

Terminó contestándole a Hiraki-chan, apartando la vista, mirando a Kitagawa-kun ser él mismo, tan lleno de energía y ánimos como siempre, primero golpeando al aire y después haciendo lo mismo que ellas dos con Tetsuya, apartándole un momento para susurrarle algo. Bueno, un poco más enérgico que normalmente de hecho. Parecía feliz. "Hiraki-chan, ¿cómo puedes no estar nerviosa?" Ayame y Saito estaban súper nerviosos con la nueva relación, mientras que Momoka y Tetsuya parecían prácticamente ya una pareja de muchos años. ¡Hacían mucho contraste!

Al escuchar el término: "Cita-Doble" algo dentro de la cabeza de Lilie hizo un "Tick". Con una sonrisa, esta muchacha, se encaramó a la espalda de Yuuta y escalando por su cuerpo esta puso cabeza al lado de la suya, y con una maliciosa sonrisa le comenzó a susurrar algo a aquel "nuevo" en todo esto.

Sin lugar a la menor duda. Iba a ser algo malvado...

El mensaje que Lilie le dijo fue el siguiente:

_{^{"No haré nada pero te susurro para que se asusten"}}

    hmmmmm.... - girando un poco mi  cabeza para ver con el rabillo de mi ojo a la pequeña - ¿ estas segura ?

Chi.

Afirmó con la cabeza.

Mi mirada brilló de astucia al ver la adorable reacción de Ayame.

- ¡¡¡Soooo Cute!!!

Nuevas ideas locas me surgieron para la doble cita, en las que por supuesto, una tímida Ayame estaba incluida. Sin duda, haría su cita con Saito de lo más inolvidable.

- El tiempo es oro, querida, nunca se es suficientemente pronto. No podemos dejar que el fuego se enfríe, hay que avivarlo mientras las ascuas estén todavía calientes - le dediqué una amplia sonrisa de complicidad viendo que al final accedía. 

Guiando suavemente los pasos de Tetsuya lo llevé hacia el parque y busqué una tranquila zona donde no hubiera mucha gente. Allí lo solté y, sonrojada, cogí mi mochila, que parecía mucho más voluminosa que de costumbre. Saqué una mantita de color rosa y lo coloqué sobre césped. A la manta le siguió una cesta de bento que puse sobre ella donde se podían ver algunos bocadillos y fruta. También había un termo con té, palillos y un par de tacitas. Para finalizar, me arrodillé sobre la manta de manera lo más elegante que pude y miré a mi novio con una dulce sonrisa.

- ¿Te gustaría tener una cita conmigo hoy, Tetsuya? Sólo nosotros dos - algo más tímida, miré la cesta insegura - yo... he hecho un bento para ti... espero que te guste.

Tetsuya se dejó guiar por Momoka hacia donde esta quisiera, parecía tener muchas ganas de tener un tiempo a solas con él. Estaba algo nervioso, a la par que feliz por estar con ella. ¿Dónde le llevaría? ¿Qué le querría decir? Sus preguntas fueron respondidas en cuanto llegaron al parque donde ya habían tenido algún picnic todos juntos.

Yo... Eh... Claro que quiero... Pero no he preparado nada para ti.

Lo de la cita había hecho que se pusiera rojo como un tomate y aquél bento tenía una pinta increíble. Que pena que no tuviera nada para ella, le habría gustado poder hacerle un regalo igual de bonito. Decidió probar uno de esos ositos que tenían tan buena pinta. - ¡Está delicioso! - dijo con un tono bastante alto, probablemente alguien se les quedó mirando. - Perdón. Me emocioné.

Se quedó mirándola a los ojos, admirando su belleza y se envalentanó a preguntarle. - Ahora que hemos terminado de salvar el mundo... ¿Qué haremos juntos a partir de ahora? Yo... Bueno, no es que tenga muchas cosas divertidas que hacer. - cerró los puños y los alzó un poco, para mostrar su determinación. - ¡Pero me muero por hacer un montón de cosas contigo y conocer aún más tus gustos y aficiones!

Negué levemente con la cabeza - contigo aquí no necesito nada más, Tetsu-kun - le contesté sonriendo aún más al ver que le gustaba la comida - me alegra que te guste, puse todo mi amor en él.

Me quedé unos segundos en silencio sin saber cómo continuar, por suerte, fue Tetsuya el que continuó hablando.

- Yo también... ahora que todo terminó es como si se nos abrieran nuevos horizontes, no más peleas no más entrenamientos... tendremos todo el tiempo para nosotros y hay muchas cosas que quiero hacer contigo. Ir al karaoke, tener una cita en el acuario, ver una película juntos, me da igual lo que sea o dónde sea - le devolví la mirada con un brillo de entusiasmo en los ojos - siempre y cuando podamos estar juntos.

Tomé un pequeño tomate con mis palillos y se lo ofrecí a Tetsuya antes de continuar. Solté una risa cantarina cuando dijo que quería saber más de mi. 

- Me llamo Momoka Hiraki, 17 años y soy una gran fan de los conejos y de Idols. Mido 1,67m, mi tipo de sangre es O y me gusta ver todas las facetas de la vida, tanto las buenas como las malas. Tengo un papá y una mamá y era hija única hasta que adoptamos una pequeña y adorable fiera - me reí al recordar el primer día de Lilie en casa - tengo un peluche de un conejo desde que era niña llamado Kindy y una gatita de verdad llamada Mana. Además, me gustan el costplay, los colores vivos y pasar el rato con mis amigos. Relaciones amorosas en mi vida: 1. Personas a las que he besado en mi vida: 1. Personas de las que haya podido estar enamorada alguna vez: Tetsuya Arashi.

Tetsuya escuchaba muy feliz las palabras de Momoka mientras comía la comida que le ofrecía, ella parecía tan lanzada y dispuesta a hacer tantísimas cosas que el chico no cabía en sí de la emoción. No pudo evitar reír en la parte de la hermana adoptiva y comentar. - Y tan fiera... La de liadas que nos ha hecho. - se notaba que lo decía con cierta ternura, a pesar de que en el momento en el que ocurrían si que fueron en cierta medida molestas.

Pero el chico entonces empezó a ponerse rojo como un tomate al escuchar lo que decía sobre sus relaciones amorosas.

Me... ¡Me vas a matar Momo-chan!

El corazón del chico estaba realmente agitado, sentía que se le iba a salir del pecho en cualquier momento. Respiró profundo para intentar calmarse y finalmente se decidió a hablar. - Yo... Bueno, nunca había tenido antes el valor de lanzarme a darte un beso... Pero desde pequeño siempre he estado enamorado de ti y después de salir de aquél extraño coma... Me di cuenta que podíamos caer en cualquier momento y no quería seguir teniendo miedo... - se quedó callado un segundo, miró al suelo. - Tus labios han sido lo más dulce que he probado nunca... Podría... - le costaba mucho hablar, se le notaba, pero finalmente se armó de valor, la miró y lo soltó. - ¿Podría repetirlo?

Iba a darle otro tomate a Tetsuya cuando me sobresalté, al decir que le iba a matar, y se me cayó sobre la manta. ¿Tal vez había sido demasiado lanzada? Solté los palillos y, acercándome a Tetsuya, posé con suavidad una mano en su pecho para luego retirarme lentamente.

- Tu corazón late muy rápido - lo miré a los ojos apretando la misma mano contra mi pecho - el mío también. Yo... lamenté no haberme dado cuenta antes, mis sentimientos por ti no afloraron hasta que nos acercamos más. Sin embargo, todo el tiempo perdido no pareció importar sólo por aquel dulce momento, por sentir por primera vez tus labios - ladeé la cabeza y me acerqué a él de nuevo, esta vez con actitud algo más tímida, pero decidida - creí que... nunca me lo pedirías - retiré un mechón de pelo de mi rostro - yo también...

Mis palabras se atoraron y se perdieron en un susurro, mas fueron mis acciones las que hablaron. Me incliné hacia delante y posé mis labios suavemente sobre los suyos para darle un tierno beso.

Aquél beso, iniciado por Momoka, hizo que se sintiera como en una nube, además de hacer que se tranquilizara un montón... Al menos momentaneamente ¡estaban en un lugar público y alguien se les podía quedar mirando!

Se apartó con suavidad, algo ruborizado, viendo como un hilillo de baba hacía de puente entre los labios de ambos, hasta que la tensión de este hilo fue tan grande que se rompió.

Saboreó suavemente el chico sus propios labios. - Gracias cielo. - comentó algo tímido. Finalmente decidió mirar al cielo y suspirar aliviado al recordar que ya no habían peligros latentes. - Gracias por ser quien eres, Momoka.

Siguió mirando al cielo, pensativo. - Creo que Yuuta y tu macabra y malvada hermana estaban organizando un viaje, a algún lugar remoto donde podamos descansar. - volvió la mirada a la pelirrosa, con una sonrísa. - ¡Podremos disfrutar de un buen descanso cuando terminemos las clases! ¿Tienes ganas? Yo sí. - le acarició una mejilla. - Pero aunque fuera el infierno donde vamos, me haría ilusión, porque vas tú y yo contigo.

Por un momento me dejé llevar por el instinto, no había nadie más que Tetsuya y yo, nada más importaba. Cuando se apartó aún tenía los ojos cerrados y poco a poco los fui abriendo con cierto rubor en mis mejillas. Sonreí contenta mientras posaba los dedos sobre mis labios.

- Gracias por abrirme los ojos y ayudarme a entender mis sentimientos - dije tomando una de sus manos entre las mías y llevándolo a mi mejilla - tal vez mi vida habría ido hacia delante y tal vez hubiera seguido siendo la de siempre, pero nunca hubiera estado completa. Siempre habría notado que me faltaba algo.

Al escuchar sus palabras, especialmente al referirse a mi "malvada hermana" una alegre risa salió de mis labios. Lilie podía ser algo especial, pero se hacía querer.

- Estoy segura de que mi adorable hermanita nos llevará a algún lugar muy bonito, nos hemos merecido unas buenas vacaciones. Tal vez nos lleve a Rumania a ver el castillo de Drácula - bromeé divertida - sea donde sea, seguro que nos lo pasaremos muy bien. Siempre y cuando sea con toda la pandilla y con mi cielito, cualquier lugar estará bien. Tendremos mucho tiempo para nosotros y para conocernos mejor sin sombras que arruinen nuestras citas. Y tendrás tiempo para profundizar tu relación con Lilie-chan, recuerda que algún día será tu cuñada jijijiji

El joven Tetsuya se quedó de piedra al escuchar lo de Drácula. ¿Quizá la pequeña y malvada Lilie tenía realmente algo así de perverso preparado? Era una probabilidad...

Como fuera, estaba anocheciendo y tras una cita con caricias, confesiones y un tierno beso, los dos jóvenes marcharon a su hogar, cogidos de la mano además de con las pilas y emociones recargadas.