Partida Rol por web

Tras ver toda la casa, Myst se prepara para bajar a almorzar.

Tras el periplo por toda la casa, un periplo bastante agradable, a fin de cuentas, porque la mansión es francamente bella, por fin te dejaron unos minutos a solas en tu cuarto. En quince minutos todos estarían a la mesa del salón-comedor, preparados para darle al buen yantar.

By camember at 2010-12-17

Todas las habitaciones de invitados eran idénticas, como os habían indicado los criados. A cada uno os habían enseñado la propia, al señalaros cuál de todas las del piso era aquella en la que debíais pernoctar.

Al entrar, una cama bastante cómoda bajo la ventana. Frente a ésta, un armario de pared a pared. Junto a la cama había una mesilla de noche bastante elaborada.

Cabía decir que el revestimiento de las paredes y el suelo habían sido escogidos en un tono de madera oscura que le daba un cierto tono tétrico a la estancia. Quizás habían sido así decoradas para dotar a los cuartos de invitados de un aire de modernidad, pero casi daba más sensación de desasosiego que de modernidad.

En la pared restante sólo había una cosa, un pequeño cuadro con el siguiente texto:

Cita:

Curiosa la tonada, desde luego. Recordabas haberla canturreado en alguna ocasión durante la infancia.

Tras darle un repaso rápido a los armarios de la habitación, te percataste de que en el de la derecha había varias toallas, así como un largo trozo de gruesa cuerda. Posiblemente la hubiese dejado olvidado el anterior dueño de la casa. Podría haber sido utilizada para atar un baúl.

A simple vista no había nada más relevante en la estancia.

La verdad es que la casa está bastante bien montada. Las partes donde trabajar son funcionales y las cámaras comunes están bien amuebladas y decoradas. He de alabar el gusto de nuestro anfitrión, en especial en lo que a los colores se refiere. Debo de tomar nota, no estaría mal decorar mi carreta cuando vuelva con estos tonos, le dotaría de un tono más oscuro e inquietante, perfecto para poder ejercer mis artes pienso mientras coloco la maleta sobre la cama y empiezo a sacar la ropa.

Abrí uno de los armarios y colgué en el los dos vestidos y la túnica que traía dentro de la maleta. Después abrí uno de los cajones que había debajo y metí en el los turbantes y la ropa interior, así como el set de maquillaje. Luego abrí otro de los cajones y metí cuidadosamente en él la bola de cristal bien envuelta en paños. Realmente no era necesario hacerlo así, había espacio de sobra en uno de los cajones para todo, pero era una manía que había heredado de “Verdad” hace ya muchos años. Lo único que deje en la maleta fue la caja que contenía los ingredientes para mis “elixires”. Una vez acabado el proceso, cerré la maleta y la coloque con cuidado debajo de la cama.

Pese a que aún quedaban unos minutos para el almuerzo decidí bajar ya al salón comedor. La decoración de la habitación me había llamado la atención y quería echarle un vistazo más detallado, cosa que era mejor hacerlo antes de que comenzara el almuerzo y la sala se llenase de comensales.