Cuando Violet decide pasarse un buen rato en la cocina, recogiendo y poniendo un poco de orden.
Violet acude a la cocina, aterrorizada, asustadísima por todo lo que se le está viniendo encima. Para relajarse decide recoger las cacerolas y demás utensilios que había empleado para preparar el banquete.
Tomo nota mental de todo lo que me toca hacer...
Y luego me pongo manos a la obra...
Debo actuar con presteza. De lo contrario, puede que alguien me cace, y no quiero que eso suceda.
¡Vamos allá!
Salgo de la cocina, con un pequeño bultito en el bolsillo de mi delantal. Entro en el salón, sigilosamente, y coloco dicho objeto junto al cadáver de Fox.
Acto seguido, y con mucho cuidado para que no me pillen quienes juegan en la sala de billar, entro de nuevo en la cocina, y preparo una tila bien caliente. Echo el contenido de un frasquito en la tila, luego echo mucho azúcar, y subo hacia el cuarto de Karen. En mi delantal vuelve a haber otro bultito...
Llamo a la puerta...
-¡Toc toc! ¿Se puede, miss Walker?
Diez negritos, nueve negritos...