Karen Walker inicia un viaje de placer a la Isla del Negro...
Carta recibida el 24 de Abril de 1920:
Como le indiqué en la fastuosa celebración del aniversario de los Corman, en que ambas fuimos invitadas de honor, sería para mí un auténtico placer que aceptase acudir a la inauguración de mi nueva mansión, sita en la Isla del Negro.
Vamos a organizar una fiesta por todo lo alto que durará todo el primer fin de semana de Mayo. Entre familiares y amigos, también tendremos el honor de contar con alguna que otra celebridad, y sería para nosotros un auténtico honor que usted accediese a figurar entre los invitados de alcurnia.
Su gran admiradora
Una Owen
Vas a emprender el viaje a la Isla del Negro. Puedes narrarme lo que quieras, pero te pido 2 cosas:
1) dime qué medio de locomoción vas a utilizar para llegar hasta la costa.
2) dime qué metes en la maleta que vas a preparar para llevar.
Puedes narrar todo lo que quieras, tus impresiones sobre la carta, lo que piensas de quien te la ha enviado (alguien a quien no recuerdas, pero que menciona hechos y nombres que son totalmente verídicos), lo que haces hasta que llegue el día de partir de viaje...
Es un mero post introductorio.
Ni idea de quién demonios era aquella Una Owen. Ni me sonaba. También es cierto que conozco a infinidad de gente en cada fiesta, y que todo el mundo me invita a sus inauguraciones etc. Es lo que tiene tener cierto renombre, pero no el suficiente como para rechazar invitaciones. Me conviene ir, ser vista, que me conozcan. Estoy empezando, y cuanta más gente sepa de mí, mejor.
Así pues, allá que voy. A preparar mi maleta parto rauda, pues mañana mismo emprendo el viaje a la Isla del Negro. Ya tengo los billetes. Primera clase. Va a ser genial. Un fin de semana de diversión sana, todo el finde de fiesta.
Maleta:
Voy en tren, en primera clase.