Partida Rol por web

De las siete personas que permanecían en la casa, tres de ellas se quedaron en el piso inferior tras salir de la sala de billar. Las otras cuatro decidieron ascender hacia la primera planta.

Hawthorne y Collins se encaminaron hacia sus respectivos dormitorios, mientras que Marsh dirigía sus pasos hacia la sala de estar del primer piso. En dicha sala se había convenido el reunirse al cabo de aproximadamente quince minutos.

¿Qué hora sería? No podía faltar mucho para las seis. Tras la reunión programada para un cuarto de hora más tarde, quizás fuera necesario el plantearse cenar. Aunque, dadas las circunstancias, debido a lo que le había sucedido a Walker y a Fox, ¿habría reparos entre los demás comensales a la hora de probar bocado?

Por fin llegaste hasta la puerta de tu dormitorio. Giraste el pomo y penetraste en el sombrío cuarto. Te preguntabas si las de los demás invitados serían todas igual de siniestras.

By camember at 2010-12-17

Una cama, una endeble mesilla de aspecto elaborado, un armario de pared a pared, y una ventana sobre la cama.

Que las paredes hayan sido revestidas con madera color Wengué no deja de ser curioso, y le da un aspecto algo oscuro a los dormitorios. No parecen estancias demasiado alegres, aunque todos los muebles de los cuartos se ven caros, muy caros.

Y luego estaba aquella estúpida canción infantil, colgada en la pared, que parecía allí colocada expresamente para reírse de vosotros.

Estabas llena de barro. Toda la ropa que llevabas puesta estaba que daba asco verla. Tenías un buen rato para acicalarte.

Se te ocurre una pequeña idea. La siguiente estrofa dice algo respecto a un hacha. La mejor manera de evitar que alguien muera a manos de un hacha, sería averiguar si hay o no un arma como ese en casa y dónde se encuentra.

Un ligero escalofrío me recorrió la espalda nada más entrar en la habitación. No sabría decir si era cosa del frio que sentía debido a la ropa mojada o debido a la siniestra estancia. La situación estaba resultando tan tensa que incluso estaba afectando a alguien tan calmada como yo. Debemos darnos prisa en encontrar el culpable. Si la situación sigue así de tensa terminaremos matándonos entre nosotros a la mínima sospecha.

Sea quien sea el asesino esta va un paso por delante de nosotros. Tenemos que igualarle o adelantarle si queremos salir de aquí. Al parecer intenta seguir el orden de aquel viejo poema. Si mal no recuerdo el siguiente… el siguiente debía de caer con un hacha. Pero en una casa así no puede ha… ¡la cabaña con los pertrechos de jardinería! ¡Ahí tiene que haber un hacha! ¡Y puede que alguna pista! Debo de decirles esto al resto, puede con ello podamos darle la vuelta a la situación pienso mientras me cambio de ropa lo más rápido posible con la intención de volver a reunirme con el resto pronto. Nunca me había considerado una mujer indefensa, pero pese a todo no quería estar sola más tiempo del requerido.

Tomaste del armario ropa limpia y te cambiaste. Fue justo después, antes de cerrar el armario, cuando te diste cuenta de que allí había algo que no te pertenecía: un par de botas completamente embarradas. Estaban en el estante inferior, parcialmente disimuladas por cajas. Aunque, sinceramente, casi daba más la impresión de que quien fuera que las hubiese colocado allí quería que fueran descubiertas...

Me lleve una gran sorpresa al encontrar aquellas botas dentro de mi habitación a la par que mi intranquilidad aumentaba. No solo por el hecho de que alguien haya entrado en mi habitación, sino por el hecho de que no se había preocupado por esconder ese hecho. Más bien parecía que su idea era la opuesta, que encontrara aquellas botas sucias, ya que seguramente nos llevasen hacia el asesino.

¿O tal vez no? ¿Y si en realidad no es más que otra estratagema de nuestro “anfitrión” para ponernos los unos contra los otros? Además, habiendo salido ya varios de nosotros al exterior no hubiese llamado la atención que tuviese los pies embarrados. A no ser que saliera antes de que lo hiciéramos el resto. Sea como sea y pese al riesgo de encontronazos será mejor que lleve la evidencia al resto para que la vean… pienso mientras continuo cambiándome, ahora con más prisas que antes, pues debía de dar a conocer aquel descubrimiento lo antes posible. Una vez termine de vestirme cogí las botas y salí rauda hacia la sala de estar.