Partida Rol por web

Cuando Karen decide alejarse de los demás para descansar en su alcoba.

Karen Walker sube a su dormitorio, el cual estaba exactamente igual que antes de abandonarlo para bajar a comer. Lo único que ha cambiado es lo febril que se siente su dueña, tras haber presenciado una trágica muerte de un hombre de corazón puro.

Miro en mi maleta y extraigo mi diario.

Querido diario,

No entiendo nada. Hemos venido un montón de desconocidos a la Isla del Negro, y lo único que ha sucedido es que todo se tataba de una broma, de muy mal gusto por cierto. Nos han acusado de unos cuantos crímenes... Y yo no puedo dejar de sentirme culpable. ¡Pobrecillo! Jamás debí de introducirle en el mundo de las drogas. Cada día que recuerdo que murió de sobredosis... ¡Fue culpa mía! ¡Si yo no le hubiera arrastrado a ese mundillo a causa de mi adicción él ahora estaría vivo! Pero me salvó... ¡A mí me salvó! Lo dejé, lo dejé todo. Dejé las drogas, dejé cualquier tipo de conducta reprochable... Hizo de mí la mujer casta y pura que soy ahora. Le debo mi buen porvenir. Se lo debo todo. De no haber muerto él por la sobredosis, quizás habría muerto yo...

Pero aquí estamos, encerrados en una asquerosa isla desierta sin manera de volver, o al menos eso parece. Hasta el Lunes no nos vienen a buscar, y para encima, uno de los probres acusados se ha quitado la vida... Estoy segura de que lo hizo, estoy plenamente convencida de que no pudo soportar las acusaciones. Parecía un buen hombre... Lo era, estoy segura...

Apoyé la cabeza en la mesa y reposé durante unos instantes, sollozando ligeramente.