Teniendo en cuenta que esta escena era para jugar los dos juntos... ¿Queréis seguir jugando la escena por separado u os hago un post de resolución de escena y cerramos?
Como vosotros prefiráis. :)
Pues cerrémosla si no os importa, no voy a juntarme más con él en esta escena. Mientras ya estoy pensando en una nueva escena...
Haré un post conclusivo para cada uno entonces.
Las nuevas escenas ya serán para después del salto temporal ^^.
Sólo para que quede claro: esa noche probablemente ya todo el Instituto sepa cómo ha sido el papel de Andrea en esto.
Llegaste al Instituto en muy mal estado. La sangre que habías perdido se iba regenerando poco a poco gracias al iratze, pero el veneno se extendía por tu piel, cubriéndola de venas negras. Sabías cómo funcionaba, si una de ellas llegaba al corazón...
Por suerte en cuanto llegaste allí ya te estaban esperando. Scott y Ivy se encargaron de atenderte en la enfermería, hasta que llegó un Hermano Silencioso para atender tus heridas.
Tardaste tres días enteros en recuperarte. Tres días en los que tu consciencia flotaba en un sopor constante y cada vez que despertabas el dolor aguijoneaba por todo tu cuerpo. Tan sólo recordabas imágenes borrosas de esos días. Carlo leyendo junto a tu camilla, con los pies sobre ella. Jo leyéndote un cómic. El Hermano Silencioso administrándote brebajes que sabían como mil demonios...
Para cuando despertaste en condiciones de levantarte de nuevo, ya todos se habían enterado de lo sucedido aquella tarde. Carlo te contó la versión que había dado Émille, en la que no salías muy bien parado. Y la vida en el Instituto siguió su curso.
Una vez Andrea se marchó no tardaron en aparecer Derian y Stuart, armados hasta los dientes y con ganas de juerga. Entre los tres rastreasteis a los dos vetalas, que estaban en uno de los pisos superiores del mismo edificio. No fue difícil atraparlos, pero sí conseguir que empezasen a cantar.
Entre sonidos seseantes y gracias a vuestars amenazas confesaron que estaban allí porque alguien había atacado su nido en las afueras. Según ellos había sido un nephilim pelirrojo, vestido de negro y rojo, el que lo había destrozado. Y lo habían rastreado hasta esa casa, aunque vosotros no encontrasteis ni rastro de él.
Cuando terminasteis el interrogatorio, los matasteis igualmente. Al fin y al cabo eran engendros y ninguno de los tres tenía muchos escrúpulos.
Que majos son Jo y Carlo.