- Claro, ¡será divertido! Y si quieres también podemos invitar un día a Saki y dormimos las 3 juntas.
Realmente la pasión de Hana era contagiosa, aunque quizá estaba demasiado... en su mundo.
- Guay - Digo intentando zanjar mentalmente el tema. Cuando acabamos de desayunar digo. - Ahora me voy a vestir y me voy, nos vemos en un rato. - Sonrio y añado. - Hoy me toca cocinar a mi, ya que ahora vivimos juntos. -
Voy a la empresa de Satoshi para continuar la conversacion que tuvimos antes.