Sir Gustave y Nadia se dirigieron a la derecha a lo largo del pasillo que llevaba a las habitaciones del servicio. Las puertas eran idénticas así que tuvieron que abrir todas las puertas de las habitaciones hasta llegar a la última de ellas, la habitación que ocupaba la doncella, Gloria Simmons, aunque tal vez ese no fuera su verdadero nombre.
La habitación era pequeña y oscura pero era evidentemente la suya, olía a ella, ese perfumen de todo menos sutil, atrevido e incitante. Era su habitación y allí esperaban encontrar sus respuestas. La habitación tenía una pequeña cama bajo la que había una maleta de grandes dimensiones, un escritorio con un libro que parecía ser un diario y un armario. Su cadáver no estaba allí, lo habían visto en la habitación del mayordomo totalmente durante la búsqueda de la habitación de la doncella.
Podéis hacer una tirada de mente para la búsqueda. Si decís donde buscáis o que buscáis os daré un bono :)
Señorita Stinson, ¿ha adivinado ya qué hacemos aquí? La cosa es sencilla. Cuando todo esto comenzó, el señor Dark nos brindó 17 nombres. Eramos, en total, 17 personas. Entre aquellos nombres estaban el señor y la señora Stewart y una mujer de nombre ruso o de europa del este. El señor Stewart, tal y como dije al comienzo, solo podía ser el mayordomo, pero me equivoqué al suponer que la señorita Rennard era la señora Stewart. Cuando Dark mató a Rennard dijo que había matado a la peor de todas, y la de nombre ruso era quien más víctimas acumulaba a excepción del coronel que probablemente causara la muerte de su batallón, así pues, Rennard era en realidad la rusa. Luego, todos oímos la versión de Stewart, que, además, estranguló con sus manos a la doncella Simmons. Así pues, si Rennard era la rusa y Simmons no era la señora Stewart, quien ni tan siquiera estaba aquí. ¿Quién era en realidad Simmons y por qué fue invitada a la cruenta velada si no estaba en la lista? 17 nombres que correspondían a 16 presentes y una ausente. Simmons no estaba. Por eso actuaba de modo despreocupado frente a las muertes. Ella debe ser parte de la respuesta. Yo buscaré entre sus pertenencias, usted lea su diario. Aquí debe haber respuestas.
Gustave prefería leer, pero no iba a encargar una labor física a una mujer encinta. Él registraría la gran maleta y el armario.
Tirada oculta
Motivo: Mente
Dificultad: 0
Habilidad: 3
Tirada: 5 6 7
Total: 6 +3 = 9 Éxito
- Acaba de dejarme sin palabras sir Gustave - dijo con sus brillantes ojos azules, debido a las lágrimas vertidas, abiertos de asombro y admiración.
Asintió ante su petición y se acercó al diario con cautela. Luego cogió lo primero que viera sobre la mesa para mover el diario desde cierta distancia. Como si pudiera explotar en cualquier momento.
Si no sucedía nada lo cogería y miraria con cuidado cual era el mecanismo de cierre, si es que lo tuviera
Tirada oculta
Motivo: Mente
Dificultad: 0
Habilidad: 3
Tirada: 7 9 10
Total: 9 +3 = 12 Éxito
Nadia y Gustave se repartieron el trabajo. La embarazada se encargaría de la lectura del libro sobre la mesita mientras Sir Gustave haría el trabajo pesado, todo un gesto galante del caballero británico. Estarían en peligro de muerte pero eso no quitaba que se pudiera ser todo un gentleman hasta el final.
Sigue...
Nadia miró con aprensión la silla junto al escritorio y se sentó una vez comprobado que no había un peligro inminente. El libro la llamaba a la vez que le repelía, por una parte sentía curiosidad, por otra temía lo que pudiera encontrarse, y no era la única que podía sentirlo ya que su hijita se removía como un pura sangre desbocado en su vientre. Abrió el libro y pudo como una caligrafía vibrante y atractiva, propia de una mujer, se extendía a lo largo de 8 páginas en el diario dejando el resto del libro en blanco. Nadia empezó a leer con cuidado intentando no pasar inadvertido ningún detalle.
Parecía ser que el diario iba desde su llegada a la casa junto al resto del servicio. El relato estaba algo deslabazado y parecía escrito por una mezcla de ninfómana y niña malcriada. Las referencias a lo mucho que le costaba no pasar las noches dominando a su marido en la cama teniéndolo a pocas habitaciones de distancia, a si la cocinera sería lesbiana o a si Greg sabría que hacer con una mujer llenaban las primeras páginas. Tras ellas el texto se volvió más oscuro mientras fantaseaba con eliminar a Dark como había hecho con tantos otros, en la cama, con un punzón, como en aquella película de la guarra que se cruzaba de piernas. Eso la excitaba, eliminar al famoso Dark con sus encantos era algo que estaba muy presente en aquel diario y eso explicaba su actitud coqueta con todos los hombres de la casa. Ella estaba allí para matar, para robar también, pero sobre todo para matar.
El papel de la última página tenía parte de la tinta corrida, como si alguien la hubiera humedecido y en ella se podía leer.
Mi maridito está perdiendo la calma y la cabeza. Anoche me dijo que deberíamos coger el bote y salir de la isla a toda velocidad, que tengo que pensar en nuestra hijita y que va a ser de ella. El muy imbécil ni siquiera sabe que no es suya.... Voy a tener que eliminarle porque si sigue así es capaz de entregarnos al borrachuzo del policía. Podreé conseguir algún socio entre los "caballeros" de la casa? A Wallace le excito, pero tiene miedo de su sombra y Sir Gustave es demasiado listo. Tal vez podría probar con la embarazada, seguro que necesita que le limpien las tuberías antes que su vida se vaya a la mierda
Sir Gustave decidió dejar la tarea menos dura a Nadia, que obedientemente se sentó y empezó a estudiar el diario como una colegiala aplicada, mientras él se encargaba de agacharse y registrar la maleta. No había querido verbalizarlo pero la idea de que la maleta pudiera contener algún tipo de explosivo se le pasó por la cabeza, por lo que decidir empezar por el armario parecía lo más sensato.
El armario no era demasiado grande, ni lujoso, la verdad es que era casi cómica la presencia de algo que no fuera lujoso en aquella casa, pero cumplía su función. De una pequeña barra colgaban 4 uniformes de doncella, cortos, como le gustaban lucirlos a Gloria, o la señorita Stewart, o quien demonios hubiera sido la pelirroja y bajo la barra se encontraban 4 cajones y un compartimiento vacío que hacía las veces de zapatero. El escritor empezó a registrar los trajes y encontró en el segundo de ellos un picahielos de 20 centímetros de largo. Al abrir los cajones descubrió que la doncella era aficionada a todo tipo de perversiones, desde las lencerías que harían ruborizar a la palabra atrevida pasando por látigos, esposas y una decena de pañuelos. Estaba claro que aquella mujer sabía como divertirse. El zapatero arrojó unos resultados parecidos, zapatos de tacón, botas de tacón de aguja, en definitiva calzado que ni era adecuado para la ocupación de la doncella ni sugerían un origen humilde. El contenido de aquel armario clamaba por una cosa, dinero.
Con gesto resuelto y sin dar mucha importancia sacó la maleta de debajo de la cama y la abrió con cuidado. No había bombas, solo ropa algo más insulsa que la anterior que ocultaban 2 álbumes de fotos. En el primer de ellos habían recortes de prensa con información relativa a Dark y sus obras filantrópicas, posición en la lista Forbes y artículos de prensa rosa, nada comprometedor pero parecía que se había tomado un tiempo estudiando a su anfitrión. La segunda también contenía recortes de prensa pero no del mismo estilo. Los recortes amarillentos de distintos periódicos consistían en esquelas anunciando la muerte de ancianos, que debían tener dinero por el tamaño de la esquela. Los contó detenidamente, 7, cuadraban con las muertes achacadas a los Stewart.
Desafortunadamente la maleta no parecía contener nada más, no había dobles fondos y por lo demás todo parecía estar en orden.
Todo su ser se revolvió dentro de ella mientras leia cada palabra escrita por aquella basura de mujer. No podia creer que nadie fuera tan cruel. Hasta queria hacerle cosas cochinas a ella!! Cómo se atrevia a pensar tal cosa??
- Era una asesina... - murmuró mientras el diario resbalaba de sus dedos. Se giró buscando los ojos de Gustave - Estaba aquí para mataros a vosotros, los hombres. Y su marido lo sabía. Él sabe como huir de aquí. Al menos quería hacerlo. Con el bote - sus dedos se cerraron sobre el respaldo del asiento esperando respuesta.
Luego se levantó con pesadez, apoyando la mano en su riñón derecho. Cada vez se resentía más de tanto correr de un lado para otro. Se acercó al armario y buscó una rebeca, o una bata, o lo que fuera que pudiera abrigarla, y ya de paso, quitar de su vista en gran parte la sangre que manchaba su vestido.
Cuando abra el armario será desde un lateral y sin que pille a Gustave de por medio y si no pasa nada, sin moverse de ese lado, estirará una pierna para pisar las baldosas de delante del armario con cautela por si parece que alguna cede o hace algún ruido raro...
Ya estuve revolviendo yo, lo que no saco yiempo esxpa postearte los hallazgos (nada) xD
Nadia se dirigió al armario para intentar encontrar una prenda que le pudiera valer. Los uniformes escuetos que solía lucir la doncella estaban totalmente descartados, a no ser que quisiera parecer un embutido o algo peor, hacía unos meses hubiera podido caber y poco después de dar a luz cabría pero no en aquel momento de gestación. Hecho un vistazo rápido a los cajones y pudo ver "las herramientas" de la doncella, picardías, lencería picante y varios pañuelos, nada que fuera demasiado útil. Un sujetador llamó su atención por tener uno de los aros con una forma extraña en la parte de abajo del aro, casi recta en lugar de su habitual forma curvada. Al cogerlo pudo ver que había un pequeño agujero por el que fácilmente pudo extraer un alambre recto y fuerte que identificó como una ganzúa.
Antes de que pudieran comentar nada escucharon ruidos en el vestíbulo donde habían dejado al mayordomo con Wallace. Wallace rugió y los aullidos del mayordomo y Wallace se entremezclaron durante unos segundos antes de que se hiciera un silencio sepulcral. Un silencio que solo fue roto por Dark, solo quedaban cinco, el borracho de Nate no lo había conseguido y ellos lo habían dejado intentarlo en su estado. La voz distorsionada de Dark anunció la muerte con un nuevo cuarteto, cada vez más infantiles o improvisados.
Un infausto paladín intentó
matar al demonio malvado.
El sexto negrito se quedó
como una brocheta ensartado.
Contra todo pronóstico, esta mujer era la señora Stewart. Muerta a manos de su marido y una asesina peligrosa.
Se giró a Nadia.
Es momento de visitar la habitación del señor Stewart. ¿No cree?
De su inspección del armario sacó un picahielos y unas esposas que le enseñó a Nadia. De la maleta, lo único aprovechable era el dossier de Dark. Se lo enseñó también a Nadia mientras lo estudiaba en detalle. Incluyendo fotografías si las hubiera.
Nadia miró asustada la puerta al escuchar ruido, para luego alzar los ojos al oir aquella maldita voz resonando por todos los recovecos. Sintió la punzada de la culpa pero sabía que no habría podido hacer nada por aquel policia que había ido por libre en todo momento, incluso comportandose de forma desagradable con ella. Además, su querida niña, con sus pataletas de potro desbocado le recordaba continuamente que seguía allí, intentando que adoptara una postura más conservadora.
Escuchó la trifulca de Wallace y miró a Gustave que parecia tan tranquilo - ¿Crees que debemos salir a ayudarlo? - preguntó dubitativa mientras alzaba la ganzúa que habia encontrado para que él la viera. Desde luego ella sola no saldria .
- Por mi está bien ir a revisar la habitación. Quizás estén allí las llaves del bote -
Se las arreglará. Vamos a buscar como sacarnos de aquí
Avanzo hacia la habitación del no-tan-mayordomo después de compartir el dossier con Nadia.
Sigo a Gustave. Alerta en todo momento. A él y a mi alrededor. :9
El dossier de Dark, aunque completo no tenía más información de la que había aparecido en prensa durante el último año. Fiestas fantásticas pagadas por Dark en las que nunca aparecía, donaciones de equipo a hospitales, bomberos y policía, ayudas al tercer mundo, becas a estudiantes de ambientes poco favorecidos y demás para darle una pátina de hombre de negocios preocupado por el mundo, una imagen muy lejana de lo que era en realidad, un demonio con sed de sangre. Ni una foto en todo el dossier a excepción de una, de mujer, de una tal Sophia Cechinelli, pelirroja y con un corte de pelo parecido al de la doncella que decía que se había acostado con Dark en una de sus fiestas. Información interesante para esperar en una peluquería pero nada importante que les pudiera dar pistas sobre las motivaciones, o las debilidades, de un hombre como Dark.
Salieron de la habitación y se acercaron al recibidor de camino a la habitación del mayordomo y pudieron ver a Wallace apoyado en una pared, con los ojos cerrados y cubierto de sangre de pies a cabeza. Su pecho subía y bajaba cansinamente pero no podían ver si estaba vivo o no. Desde su posición no podían ver al mayordomo pero todo esa sangre solo podía haber venido de 2 sitios, el estirado señor Stewart o de Wallace.
Si no vais a ver como está Wallace en el próximo turno entráis en la habitación
Nadia caminaba bien pegada a Gustave. Casi rozaba con su tripa la espalda del hombre pero sin llegar a hacerlo. Al pasar cerca de Wallace vio que respiraba, como si hubiera ganado el enfrentamiento con el mayordomo. Tal y como había dicho el escritor.
Aún así estiró el cuello un poco a ver si veia al señor Butler, pero sin detenerse en ningún momento a no ser que viera algo realmente digno de atención. Si se paraba detenidamente a pensar, no solo el señor Dark le daba miedo. El joven Wallace había resultado ser un lobo disfrazado de cordero. ¿Pasaria lo mismo con su compañero?
Tragó saliva con dificultad mientras apartaba ese pensamiento, pues aquello solo traia mas angustia.
Pues eso, sigo pa´lante
Gustave le hizo una seña con la cabeza a Nadia para continuar sin detenerse.
Semana dura