Partida Rol por web

Vanessa miraba impasible mientras veía la escena rezando para que el borracho hiciera algo bien y despachara al millonario. Dark saludó y se preparó para el duelo pero Nate no pensaba jugar limpio y el saludo reglamentario le traía sin cuidado Rugió y corrió hacia Dark, reduciendo la distancia y lanzando una serie de estocadas con más corazón que cabeza que el millonario paraba sin apenas inmutarse. Una vez perdido el factor sorpresa el asesino que llevaba dentro Dark pasó a la ofensiva y empezó a lanzar estocadas, sin intención de matar pero que se clavaban una y otra vez en la carne de Nate sin que pudiera hacer nada para evitarlo, como un niño intentando vencer a un titán.

Aquella táctica no parecía funcionarle y decidió cargar cegado por la rabia y el dolor, cargó a imagen y semejanza de aquellos atletas enormes que jugaban en la NFL, olvidándose de la espada y esperando que su cuerpo impactara con el del magnate pero este lo vio venir y se apartó dejándolo caer al suelo. Nate se quedó boca arriba aturdido sin ser capaz de levantarse y Dark se fue hacia él tomándose su tiempo. Levanto ligeramente la máscara y poco después el brazo liquidando a aquel despojo.

Solo quedaban 5 pero además de eso había algo que le molestaba, no sabía que era pero había algo que había cambiado, algo que había visto fuera que no cuadraba con lo que tendría que ser y por más que lo intentaba encontrar no conseguía encontrarlo. Algo había cambiado, algo estaba fuera de lugar...

La sensación de que algo estaba mal zumbaba en su cabeza como una mosca pesada en una día de verano, aunque no podía localizar el origen de la desazón. Lo que veía a través del visor era mucho más importante y lo que tenía entre manos era obtener información importante de Dark, esperar que cometiera un despiste y que se dejara ver, que se quitara la máscara y pudiera verle la cara para saber que cara tenía la muerte.

Dark sacó algo de su bolsillo que parecía un móvil y un walkie y se lo llevó a la boca mientras se encaminaba a la puerta y empezaba a quitarse la máscara. No le pudo ver la cara pero si que pudo ver que tenía el pelo corto y que era moreno.... Lo que hubiera dado por tener una sola bala, una sola con la que reventarle la cabeza.

Sin dejar de mirar por el visor esperó por si veía qué dirección tomaba aquel hijo de puta.Vanessa suponía que siempre quedaba alguna bala en la recámara o algo así,no entendía de armas pero tampoco lo iba a comprobar porque aquel cabrón seguramente habría hecho algo para que el arma estallara en caso de que alguien tratase de manipularlo así que de momento le tocaba ser pasiva y paciente a pesar de que a su lado Diablo gritaba que debían hacerse con algún hacha y liarse a cortar cabezas hasta terminar con todos y buscar luego al psicópata aquel.Pero no ahora,lo que había visto le hacía suponer que Gustave había dado en el clavo así que con una sonrisa esperó a que el hombre desapareciera de su vista antes de correr nuevamente hacia la casa

Vanessa se cargó el arma al hombro después de ser testigo de como Wallace había sacrificado su vida en intentar salvarles a todos, o dicho de mejor forma, de ser testigo de como un borracho se suicidaba por tener más cerebro en los testículos que en la mollera, aunque al menos su muerte no había sido en vano, Dark no tendría excusa para matarlos a todos de golpe y mientras pasaba el tiempo ella estaba más cerca. Era moreno y no demasiado viejo, no le había visto la cara pero estaba segura que sería atractivo y tenía percha, un cuerpo atlético, alto, perfecto para una noche si no fuera por la tendencia que tenían las personas de su alrededor de morir de las formas más espantosas.

Los escalones de piedra de la torre resonaban mientras bajaba para reencontrarse con el grupo cuando lo que se le había estado escapando de la mente la golpeó de lleno. Los pies, los pies de Greg que se veían desde la torre ya no estaban, habían desaparecido, alguien había movido el cadáver o.....o Greg había sobrevivido de alguna manera. Greg no era Dark, estaba segura puesto que la cara de Greg había quedado ensangrentada y deformada por la coz del inmenso Goliath pero podía ser peligroso aunque ella llevaba un cuchillo y a Diablo, por muy fuerte que fuera Greg el no tenía ningún Diablo.

Al salir por la puerta y empezar a caminar de camino a la casa lo vio. Greg estaba frente a ella con una horca para mover la caja, la cabeza hinchada, deformada y con un lado de color púrpura, uno de sus ojos cerrados y una mirada que le provocó una mezcla de excitación y miedo, una mirada que conocía bien, era la misma mirada con la que Diablo la miraba, la mirada de la muerte.

Vanessa dudó tan sólo un instante antes de retroceder lentamente hasta la torre sin dar la espalda al hombre en ningún momento.Si él corría hacia ella la mujer tenía un arma contundente y otra de filo así que al menos tendría alguna oportunidad sobre todo porque ese hombre estaba herido,en realidad debería estar muerto o al menos en coma,no como si tan sólo se hubiera dado un pequeño golpe.Había recibido una coz,por el amor de dios no una simple patadita sino una puta coz

Si él no la sigue la mujer llega hasta la torre y vuelve a observar desde allí escondida si él hace algún movimiento en su dirección.Si se acerca Vanessa aprovechará su posición en la oscuridad para clavarle al hombre el cuchillo antes de golpearle con la escopeta

Greg avanzó cojeando en dirección a la torre apoyado en la horca, usándola como un bastón con las puntas hacia arriba y el mango hacia abajo. Iba lento, tan lento que parecía un zombie y tal vez lo era, tal vez solo sostenía su cuerpo su férrea determinación, aunque parecía quedar poco de aquel poderoso hombre, ni su sonrisa amable, ni su mirada inocente, solo quedaban unos ojos llenos de odio mientras extendía la mano en dirección a Vanessa y balbuceaba

"A....yuda, Irving.......matar......matar....."

Las piernas le flaquearon y cayó de rodillas en la tierra húmeda mientras seguía estirando la mano, como un niño haría con un juguete demasiado alto al que no puede alcanzar. Greg intentó levantarse apoyándose en el mango de madera pero las fuerzas le flaquearon y cayó de bruces al suelo mientras seguía estirando el brazo y comenzaba a arrastrarse hacia Vanessa, dejando atrás la horca, como si lo único importante fuera llegar hasta la escritora.

"Ir    ving.....Ir       ving......matar...."

Vanessa observa al enorme hombre arrastrarse y una sonrisa maligna se dibuja en su rostro,resguardado por la oscuridad de su escondite.Cuando el jardinero subnormal cae al suelo la mujer se incorpora y pone el cuchillo de manera que el hombre no lo pueda ver.Lentamente se acerca a él quedando a una distancia prudencial y con el rifle aún en la mano pero casi arrastrándolo 

-"Sssh,tranquilo Greg,tranquilo,Nadia y yo lo vimos todo,Irving te ha querido matar pero no te preocupes,nos encargaremos de él,sssh,ahora descansa"-Vanessa da un pequeño rodeo de manera que se pone a un lateral de Greg pero de forma que éste no la pueda alcanzar.

Vanessa se pone tras el enorme jardinero y cogiéndolo de la barbilla pone el cuchillo en su cuello y con un rápido movimiento lo degüella mientras tararea una canción de cuna

-"Sssh,tranquilo,mataremos a Irving"-susurra sonriendo al hombre que está junto a ella,su Diablo particular

En cuanto Vanessa se colocó detrás de Greg este intentó defenderse pero las fuerzas, esas que le habían sobrado durante toda su vida, le habían abandonado y solo fue capaz de cogerse de su ropa y dejar una huella de barro de su gran manaza. Vanessa se agachó y de forma dulce, casi maternal tarareó una canción de cuna mientras el cuchillo se deslizaba como si cortara mantequilla sobre la garganta del jardinero. La sangre estaba caliente y empezó a humear en el frío de la noche mientras el hilo de vida que quedaba en el cuerpo de Greg se apagaba entre estertores y temblores de un cuerpo que se resistía a morir.

Vanessa miró el cuchillo y vio como la sangre goteaba de él como si fueran lágrimas, manchando su mano y el puño de su vestimenta. Greg no volvería, no importaba lo fuerte que fuera, después de aquello no volvería y ella lo había hecho, lo había vuelto a hacer.

Sintiéndose satisfecha Vanessa dio un beso en la maltrecha cabeza de Greg antes de restregar sus manos en la tierra y en sus mangas.Con el interior de la chaqueta del hombre limpió el cuchillo y se lo volvió a guardar.Hacía tanto tiempo que no mataba que casi había olvidado el intenso placer que se sentía al hacerlo

-"Pobre,pobre idiota"-dice poniendo sus manos en el cuello del hombre para mezclar la tierra y la sangre antes de dirigirse hacia la casa de nuevo tarareando la canción de cuna para ella