No, Gustave es claramente más "disminuido" en cuanto a físico. Tu personaje está al 99.5% de que Gustave no es Dark por el físico. Siempre que el que vieras jugando a los espadachines con Nate fuera Dark O:)
La mirada de Nadia se tornó acerada, llena de odio y acritud, o al menos tan llena como se podía esperar de una persona de naturaleza dulce como la embarazada. Estaba embarazada, pero seguía viva, viva mientras que muchos de sus compañeros habían muerto, viva y libre de hacer lo que quisiera porque si aquel maníaco quería ir a por ella no sabía como evitar que consiguiera su macabro fin. Cuidadosamente y mirando en las esquinas, Nadia se dirigió hacia la parte del vestíbulo en la planta baja sin esperar a nadie.
Unos pasos más atrás, Vanessa le pidió a su camarada escritor que no tardase mientras seguía la bamboleante figura de Nadia hacia el vestíbulo. Unos pasos por detrás por el momento, sin mirar atrás ni preguntarse si aquella sería la última vez que vería a Sir Gustave con vida. No se podía negar que tenía un punto arrogante, pero también había demostrado ser de gran utilidad cuando la situación se torcía.
Los pasos de las mujeres se perdieron en el vestíbulo dejándole a solas con el armario y los cables que entraban en él provenientes de la pared, azul y rojo, de un centímetro de grosor aparentemente y sin ninguna marca más que el color. Aprovechando el silencio reinante aguzó el oído intentando escuchar algo en el armario, un reloj, un zumbido, cualquier cosa que le pudiera dar una pista pero lo único que escuchaba era el palpitar de su corazón, desbocado por la adrenalina.
Sin pensarlo mucho, cogió el cuchillo asegurándose de no tocar metal usando una tela si necesario para envolverlo y se despidió mentalmente de sus seres queridis; es decir, de sí mismo; y de sus seres por querer; es decir, de todas las mujeres.
Contó hasta 10, y cortó el cable rojo.
Sir Gustave envolvió el cuchillo con la manga de su americana para garantizar que no había posible contacto entre el cable, el cuchillo y sus manos, intentando evitar una trampa basada en una descarga eléctrica. Cuando estuvo preparado empezó a serrar el cable rojo con el cuchillo y, aunque se las prometía muy felices, descubrió que serrar un cable de algo menos de un centímetro de grosor con un cuchillo era algo a lo que había que dedicarle tiempo y energía.
El escritor empezó a sudar profusamente pero no cejo en su esfuerzo, aquel cajón podía tener la pista definitiva para salir de allí ya que Greg estaba en el ajo como siempre había sospechado y una vez con la llave del bote en la mano tenían una oportunidad, aunque parecía demasiado fácil, arrancar un bote y marcharse, algo que no encajaba con las novelas de crímenes donde los planes del asesino eran más rebuscados, y si algo no era Dark era un simple, de eso estaba seguro.
El cable cedió 5 minutos después de empezar a serrarlo, enrollándose sobre si mismo y dejando solo el cable azul conectado al armario, de donde provenían pitidos intermitentes cada segundo, unos pitidos que no se habían oído hasta que el cable rojo había dejado de estar conectado.
Momento de echar a correr. Y asío l hizo. Poniendo tierra entre los pitidos y él.
Es el momento de hacer una tirada oculta de físico. A ver si hay suerte :)
Gustave sabía que no estaba para aquellos trotes, así que intento atajar por la escalera de la cocina. Nunca unos pitidos intermitentes eran buena cosa
Tirada oculta
Motivo: Run to the hills
Dificultad: 0
Habilidad: 1
Tirada: 2 4 10
Total: 4 +1 = 5 Éxito
La velocidad nunca había sido uno de los fuertes de Sir Gustave, ni siquiera cuando era joven, eso de sudar no era caballeroso, al menos en lo que se refiere a las disciplinas gimnásticas, y a su edad, y aunque no se había descuidado en exceso, pues vivía en parte de su imagen, su atletismo no era la más destacada de sus múltiples cualidades.
El armario pitó dos veces más antes de que pudiera salir por la puerta de la habitación. El tercer pitido no llegó, en cambio el armario saltó por los aires mientras diferentes esquirlas de metralla volaban por la habitación, rociando de muerte la habitación.
Desgraciadamente cortar el cable rojo ha sido una mala idea :)
Les he dejado a tus compañeros la posibilidad de escribir su último post narrando su muerte, si no te hace me encargo yo :)
Gracias por participar en la partida, has tenido de largo las mejores ideas para sacaros a todos de aquí. Es una jodienda, ya teníais la llave :(
¿Nos he matado a todos o solo a mi? XD
Por mi narra tú la muerte ^^
Gracias por la partida :)
Solo a ti.... no seas egoista y te los quieras llevar a todos a la tumba XD
Me encargo!
La explosión que esperaba no se produjo. No fue una gran deflagración en las que un instante después de producirse estabas muerto, vaporizado por el fuego o golpeado por la onda expansiva, no, hubiera sido demasiado clemente y aquel no era su estilo, porque había que reconocerlo, el muy cabrón tenía estilo. La explosión provocó que numerosas esquirlas de metal salieran disparadas por toda la habitación, letales como el disparo de una escopeta recortada a tan poca distancia, y la onda expansiva hizo que su cuerpo golpeara con el marco de la puerta, derribado como un niño que lucha por mantener el equilibrio la primera vez que va a la playa.
Por un momento creyó que estaba ileso, salvo el gran golpe parecía ileso, no notaba dolor, no notaba nada, nada en absoluto. Debía estar en shock, atontado por la detonación pero esa sensación se pasaría en seguida, estaba seguro, no podía rendirse hasta haber escapado, aquella historia le volvería a catapultar a la fama, sería mucho mejor que su primer éxito, sería un bestseller merecido, no por estar escrito por él sino porque la historia se lo merecería, volvería a estar en la cumbre, pero tenía que levantarse.
Algo captó su atención, tenía algo pegado al cuerpo, en realidad tenía pegadas varias cosas y bajo ellas unas manchas de sangre crecían en su caro traje de diseño. Lo habían atravesado al menos 4 clavos de gran calibre, como aquellas bombas sucias que se utilizaba en la guerra cuando se acababan las balas de cañón, dos siglos antes de que hubiera nacido. Uno estabo clavada por debajo de su ombligo, otro en el brazo izquierdo por encima del codo, otro algo por encima de la cadera izquierda y el último en el centro de su pecho. Lo comprendió, no sentía nada porque estaba muriendo y aunque quiso gritar de rabia no pudo, las fuerzas le abandonaban y ya le daba igual, viviría para siempre, su libro se seguiría leyendo durante muchas generaciones, el moriría, pero su obra viviría para siempre.
Cerró los ojos y esbozó una sonrisa irónica mientras se preguntaba si se reuniría en el infierno con el Bóvido. Tendrían toda una eternidad para arreglar sus diferencias.