Partida Rol por web

La habitación Innsbruck es una habitación 8 metros cuadrados con una decoración en tonos pastel, amarillos y blancos donde destaca una amplia cama con dosel tapizada de terciopelo naranja y cubierta de los más exclusivos cojines y almohadones. El cabezal es bastante discreto, comparado con el de la cama, pero en la madera de álamo se puede observar un relieve en hilo de oro formando espirales. Tras la cama los cuadros del archiduque Francisco Fernando y de la emperatriz Sissi sonreían al recién llegado.

Flanqueando la cama se encuentran dos mesillas de noche en álamo, de dos cajones de tamaño dispar y con herrajes en bronce sobre las que destacan dos pesadas lámparas de decoración oriental. En cambio a los pies, un escualido banco de finas patas se ofrece al cansado viajero que quiere deshacerse de su calzado de forma cómoda.

En la pared de enfrente, junto al televisor de pantalla plana anclado a la pared se encuentra un armario de 3 cuerpos vacío con las perchas suficientes y a sus pies hay una pequeña caja fuerte de combinación, abierta,  que permite poner una combinación de 4 dígitos a la que acompaña un pequeño folleto de instrucciones. Siguiendo la pared se encuentra la puerta al baño compartido y un escritorio con una silla blanca donde destaca una edición incunable de la biblia en alemán junto a jarrón con lirios de exquisito aroma.

A la izquierdade la cama hay una pequeña comoda de 3 cajones de poco más de un metro de ancho flanquea un espejo de cuerpo entero con decoración de volutas y hojas de parra. 

El techo y paredes están cubierto de molduras en escayola blanca. La iluminación de la habitación proviene de una enorme araña de cristal de 12 bombillas en forma de lágrima. Junto a ella, parpadea perezosamente un detector de humos del sistema antiincendios.

Deshago mi maleta asegurándome de revisar de camino todos y cada unos de los muebles con compartimentos o puertas. También rebusco falsos fondos en cajones y armarios golpeando suavemente el panel en busca de oquedades.*

Uso todos y cada uno de los muebles para guardar la ropa perfectamente ordenada. Después espero a que vengan a llamarme sentado en la cama mientras ojeo la biblia en alemán.

El famoso escritor empezó a abrir cajones de forma metódica buscando dobles fondos, todo muy propio de las novelas que solía escribir. En abrir y cerrar los cajones empleó unos minutos sin encontrar nada de interés hasta que llegó al armario, al golpear la pared trasera del armario pudo escuchar un sonido hueco por toda la pared del armario sin percibirse ninguna hendidura. Probablemente fuera el sonido que realizaba un armario con un interior forrado de madera pero sin herramientas era difícil de saber.

Mientras estaba realizando su exploración escuchó una risita en la puerta, la risita de Gloria mientras le deslizaba algo debajo de la puerta. Era una revista de pasatiempos con el título

"Sudokus estimulantes para hombres inteligentes"

Me acerco a la puerta y recojo la revista.

Sonrío.

Abro y ojeo la revista mientras me deleito en la ironía de que un escritor no tenga una estilográfica para poder hacer sudokus.

Regreso al armario e intento empujarlo.

¿Un pasadizo secreto a Narnia?

Sir Cavanough empujó la pared trasera del armario con fuerza pero esta no se movió lo más mínimo. El señor Tunnus, Arslan el león y demás habitantes del maravilloso mundo de Narnia tendrían que esperar. El armario se resistía a entregar sus secretos, si es que los tenía....

Pruebo a desplazar el armario hacia un lado*

Sir Cavanough tanteó el armario intentando desplazar el panel de la parte trasera de forma lateral. Lo intentó hacia la izquierda y la madera del armario crujió ante su esfuerzo, pero no se movió en absoluto. Lo volvió a intentar tratando de deslizar el panel a la derecha obteniendo el mismo crujido y movimiento, ninguno.

Entonces algo le vino a la mente y le hizo sonreír con un rictus de ironía. En la novela el armario solo se abre a los puros de corazón, a los que son capaces de imaginar, a los inocentes, cualidades por las que no destacaba precisamente Sir Cavanough, el hombre que basó toda su carrera en el asesinato de un amigo. 

Bueno... vine esperando encontrar cierta inspiración para mi novela y me he encontrado con mi próximo título: "Du Chevalier y el armario pejigueras"

Sonriò complacido con su propia broma. Si en aquel armario había algo así como un pasadizo, sólo parecía poder abrirse desde el exterior.

Recogió entonces el libro de sudokus y sacó de su maleta su estuche de estilográficas y su moleskin.

¡Casi había olvidado que os llevaba encima!

Dejó el estuche sobre la mesita y tomó de él una estilográfica. Con ella en la mano apuntó en su moleskin algunas ideas.

- Isla privada de millonario.
- Viaje en helicóptero.
- Hermosa criada.
- Pasadizo secreto en armario.

Después se centró en su libro de pasatiempos.