Partida Rol por web

Y no quedó ninguno (Los diez negritos)

Prólogo: Clement Relish

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23/02/2018, 14:33
Agatha Christie

Querido cuaderno, vamos a pasar juntos las próximas semanas y espero que seas mi fuente de inspiración porque tengo un problema y solo tú puedes ayudarme. Me llamo Agatha Christie, pero no soy esa Agatha Christie, soy una chica de 17 años que parece tener 14 que vive en un pueblo que dudo que aparezca en los mapas, pero si apareciera sería bajo el nombre de Villa Oveja, Gales. 

Te estarás preguntando que problema puede tener una chica de mi edad, verdad? Dinero. Un dinero que me aparta de mis sueños de ser una escritora de éxito a largo plazo y de entrar en Oxford a corto. Sin dinero estoy condenada a convertirme en lo mismo que mis abuelos, mis padres y mis tíos: peón agrícola cuya máxima aspiración puede ser el convertirse en esquilador. 

Este es mi destino, pero tú puedes evitarlo. Solo tú. Dentro de 6 semanas acaba el plazo para presentar trabajos para la beca Christie y en el ordenador no puedo escribir. No soporto como el cursor parpadea cada vez que me paro, como burlándose de mi por no ser capaz de mantener el ritmo, ni soporto la facilidad con la que se puede borrar todo pulsando una sola tecla, es injusto lo fácil que es destruir y lo difícil que es crear. Te necesito, eres mi única posibilidad. 

Y Agatha, sí tú, la verdadera, si estás por ahí ayudame, para mi escribir es como respirar y voy a escribir una de tus historias. Espero que no te enfades. La llamaré "Un puñado de negritos". Manos a la obra...

*****

Alguien está aporreando su puerta insistentemente mientras intenta despejar las brumas del sueño de su mente. Un vistazo rápido a la mirilla desvela un hombre bien vestido, con más pinta de camarero que de hombre de negocios, que espera pacientemente la respuesta desde el otro lado.

En cuanto la puerta se abre el hombre se presenta con unos modales exquisitos identificándose como Derek Lipton, hombre de confianza del señor Dark, un excéntrico multimillonario famoso tanto por sus actos de filantropía como por el excesivo celo por conservar el anonimato.

El hombre le tiende un paquete indicándole que todas las instrucciones necesarias están en su interior. Tras despedirse con cordialidad se marcha dejándole frente al paquete. Lo abre con curiosidad y vierte su contenido en la mesa de la cocina, una carta a su nombre y un teléfono móvil de prepago. Una carta que le cambiaría la vida y con una oferta a la que era prácticamente imposible decir que no.

Notas de juego

No postear. Post 0 de la partida, confirmame en el offtopic si puedes verlo :)

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23/02/2018, 15:27
Agatha Christie

Espera, espera!!!. Todavía no hemos dicho quien es él!!. Uhmmm, déjame pensar, será un hombre guapo, con un tono de voz seductor y calmado, capaz de confundir mentes y corazones. Será alguien que trabaje con la voz, un líder, alguien carismático, como un, como un, político?. No!, eso si que no. Déjame pensar, como un psicólogo, pero uno especial, uno que ayuda a sus pacientes a morir y en algunos casos les da un empujoncito, Sí! Puede funcionar!!. Se llamará Clement, como el delegado de mi clase.... Es tan guapo, y se apellidará Relish. Lo imagino en un sillón tomando una copa con un cliente y convenciéndole que lo mejor para él es saltar al vacío. Sí, va a ser un personaje interesante!

****

Clement miró el paquete con interés. Conocía de sobra la fama de industrias Dark, sus actos filantrópicos y la cantidad de dinero que se movía alrededor de cualquier congreso que tuviera el apellido Dark, pero eso no explicaba que iba a querer alguien como Dark de él? De un simple, bueno, no tan simple, psicólogo.

Abrio el paquete,con curiosidad, y al ver su contenido alzó la ceja. Una carta con un sobre normal, sin emblemas ni marcas, y un viejo NOKIA 3310 encendido y que parpadeaba, indicando que había sido cargado recientemente. Un contenido extraño para un paquete, y más si venía de alguien como Dark que podía permitirse limpiarse el culo con billetes de cien pavos y utilizar Iphones X de posavasos. El muy hijo de puta estaba podrido en dinero y daba unas fiestas que hacían parecer a las de la mansión Playboy como si fueran fiestas de monjitas y le mandaba un teléfono de hacía 20 años. Cabrón ermitaño, que quieres de mi?

Clement abrió la carta y empezó a leer con atención

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09/03/2018, 16:20
Clement Relish

Después de recibir al mensajero de Dark y agarrar el paquete, se marchó este y cerré la puerta. Que alguien tan magnanimo como era el ricachon más conocido del lugar me enviara algo era sumamente, extraño. No obstante la gente suele decir que a caballo regalado no le mires el diente...

Sin embargo esta ocasion no se aplicaba ese dicho, pues el contenido del paquete era practicamente pobre, un telefono movil del pleistoceno acompañado de una carta. - Si quería un metodo de comunicación privada, no era necesario irse a la era de piedra. Ni mandar a otro a hacer el trabajo por ti. - Pero con un suspiro de indignación, comprobé el movil por si tenía alguna cosa rara y leí la carta que había con el.

Aquí estaba el detalle, el interes, sin duda una de las cosas con las que más me iba a divertir. Si en una estructura piramidal de economía, yo estaba más o menos por centro-abajo, y el señor Dark en la cima, estaba pidiendo a gritos que le ayudara a rodar piramide abajo. - Sin duda sera gratificante y entretenido el poder realizar este trabajo, sin duda, aunque me sigue escamando el tema del movil tan viejo... - Pensé cuando tras soltar la carta me senté en mi sillon para tomar una copa de bourbon mientras esperaba que pasaran los minutos para llamarme.

-Me pregunto... ¿Que enfermedad terminal tendrá? El hecho de que quiera morir sin embargo no importa tanto, a fin de cuentas es nuestra meta en la tortura de la vida... Tengo ganas de conocer en persona al señor Dark, sin duda este será uno de mis trabajos más placenteros. - Incluso ya sabía como iba a responder a la llamada del señor Dark. Una vez sonara el telefono lo descolgaría y preguntaría "¿Cuanto vale su muerte?"

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09/03/2018, 18:49
Agatha Christie

Clement examinó el móvil intentando encontrar algo extraño en él pero salvo lo anticuado del modelo y la ausencia de cargador no encontró nada fuera de lo común en el exterior. La luz del móvil parpadeaba cansinamente mientras los segundos se iban desgranando, uno a uno, como en un reloj de arena con el agujero entre cuerpos más estrecha de lo normal. El hombre más poderoso del mundo le iba a llamar a un teléfono de hace 20 años para ofrecerle la oportunidad de su vida? En serio?. Si no estuviera en su casa pensaría que estaba siendo víctima de una cruel broma, de esas de cámara oculta de las que salen en los programas dominicales, pero allí estaba, como el teléfono y la carta. El reloj de la cocina indicaba que el plazo se había cumplido cuando el teléfono empezó a sonar. Se podría decir muchas cosas del señor Dark, pero impuntual no era una de ellas.

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09/03/2018, 21:32
Clement Relish

El tiempo pasaba lento y era un verdadero suplició... Pensando las miles y miles de conversaciones que podría tener con alguien tan poderoso y lentamente vaciandose mi copa mientras veia minuto a minuto pasar en el dichoso ladrillo. Estaba deseoso de la llamada del señor Dark, pero a los diez minutos empecé a debatirme... - ¿Seguro que el que me llamará será personalmente él? No tiene que hacerlo teniendo a tanta gente trabajando para él... Quizás no deberia ser tan descortes si quien está al lado del telefono es una simple secretaria. Podría pensar que estoy loco... aunque bueno, eso se suele decir de los psicologos ¿No?

Inconscientemente me había levantado con mi copa acabada para echarme otro más y no me di cuenta que pensando para mi el tiempo pasaba más rápido y escuché esa melodía antigua del movil - De diez a quince minutos sin darme cuenta... - con un suspiro cogí el telefono y me contuve para no ser tan osado - ¿Digame? Clement Relish al habla. - Esperaba escuchar la voz del señor Dark, y también la de una secretaria cualquiera, por unos segundos incluso me había hecho una apuesta interna por ello riendo para mis adentros.

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09/03/2018, 22:22
Agatha Christie

Por unos instantes no se oyó nada al otro lado del hilo telefónico, como si el altavoz del antiguo aparato no funcionara correctamente, pero tras unos segundos de espera tensa se escuchó una respiración trabajosa y metálica , seguida de una voz distorsionada electrónicamente con una cadencia cansina y un tono artificial. Con esa voz Dark podía ser un hombre o una mujer, joven o viejo, incluso podía ser alguno de esos enfermos atados a una silla de ruedas y que necesitaban un ordenador para hablar como Stephen Hawking. Todo era una misterio a su alrededor, uno ridículo, puesto que esa misma noche iban a reunirse.

El mensaje no daba oportunidad a la réplica, en 30 minutos tenía que estar en la calle con la maleta preparada para que le recogieran. Instrucciones sencillas de implementación compleja a esas horas de la mañana.

No se podía negar que el tipo estaba acostumbrado a que le obedecieran. Siendo tan asquerosamente millonario uno se podía permitir el lujo de ser todo lo excéntrico que se quisiera.

 

Notas de juego

Si alguien no tiene sonido que me avise para que le haga una transcripción de la llamada :)

Hora de hacer la maleta..... No hace falta que indiqueis lo obvio (Todos llevais calcetines para 3 dias), pero si llevais algo fuera de lo normal explicadme porque lo llevais y de donde sale. Y con mesura, nada de meterme el viejo AK47 del abuelo de cuando fue a vietnam o el helicóptero plegable de la señorita pepis XDDD
Ejemplo, si vuestro personaje es un viciosillo y se lleva unas esposas, o un latigo para sus actividades nocturnas...explicadlo, si vuestro personaje no se puede separar de una pistola, explicadlo. Autorizaré cualquier cosa que tenga sentido con vuestro personaje y quepa en una maleta.

También podéis elegir no hacer la maleta o no presentaros, el señor Dark tiene recursos infinitos... ^^

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09/03/2018, 23:47
Clement Relish

De la carta a la intriga, de la intriga a la llamada distorisonada, y de esta al misterio. Si era un simple juego para hacerme llegar hasta el o no, sin duda estaba logrando intrigarme. No obstante aún tenía más interes aún por el hecho de poder ayudar a morir a la persona más poderosa de la ciudad. Por suerte al ser ambas cosas tan atractivas, eso me dió más tirón. Apenas pude responder pues Dark colgó la llamada... Sin duda, muy extraño - ¿No quiere que le localicen? ¿Tan asustado del mundo puede estar? Mucha gente le conoce señor Dark... ¿Por qué tanta trabajo para llamar a alguien? Puede que trate de averiguarlo después de mi trabajo... o durante.

Sin más fui a hacer la maleta. Como había dicho, ropa para tres días, entre ella alguna de etiqueta. No podía olvidar mi medicación... - Absurda enfermedad diabolica que me corroe por dentro - Pero aún así debía llevarme algo más. Una libreta para usarla con Dark, sin duda quería apuntar muchas cosas sobre el y su vida, además de ayudarle al pequeño empujon. También como no, no podía faltarme una botella de bourbon - Dulce nectar ardiente y fuerte... aunque vaya a alguna localización dada por Dark, nunca está de más asegurarse de que haya algo, por si luego no lo encuentras.

Tan solo habían pasado 15 minutos desde que hice la maleta. Sin duda era bien poco lo que llevaba, en tres días no da tiempo a más. Salí a la calle lentamente para dejar pasar esos 15 minutos que restaban esperando ver algo que me dijera casi a letras chillonas "VENGO DE PARTE DEL SEÑOR DARK" antes que me lo dijera cualquier mensajero, de nuevo.

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10/03/2018, 00:06
Madeleine Brochard

Tras la conmoción inicial por lo extraño del mensaje y las prisas por hacer la maleta, la fría niebla de la mañana fue la siguiente en darle la bienvenida, la típica niebla neoyorquina de febrero que te cala hasta el tuétano y te hace desear venderlo todo y mudarte a Florida, como si fueras un de esos viejecitos que van en tropel al estado del sol como su particular cementerio de elefantes.

Afortunadamente, la silueta negra y alargada de la limusina no tardó en recortarse en una niebla que se mezclaba con los gases de combustión de los coches, en plena hora punta y que presagiaba un camino largo y aburrido a dondequiera que le llevase su exclusivo transporte. El coche paró enfrente de él y bajó la ventanilla para preguntarle con una sonrisa

"Excusez-moi monsieur, es usted el señor Relish ?"

Un rápido cabeceo afirmativo desencadeno toda la acción. La conductora de la limusina bajó de un salto y puso la maleta en el maletero y acomodó en el cálido interior del coche a su cliente especial. Una vez ambos dentro dedicándole su más profesional sonrisa le saludó recitando una cantinela que debía haber convertido en un mantra a lo largo de sus años de servicio

"Buenos días señor Relish y bienvenido a su servicio de limusinas Stark, soy Madeleine Brochard y seré su conductora en el día de hoy. Mi misión no es solo transportarle de un sitio a otro sino hacer que su traslado sea lo más grato posible. Entre los asientos podrá ver una serie de controles para regular la temperatura del habitáculo, seleccionar la cadena de televisión o radio que desee o acceder a las funciones de oficina donde podrá activar teléfono, fax, internet y lo que pueda desear. Junto a la puerta de la izquierda podrá encontrar la cafetera y las capsulas para poder prepararse hasta 36 tipos distintos de bebida caliente. Junto a la puerta derecha podrá encontrar una variedad de bebidas alcohólicas: Cognac, Whisky, Champagne, Vodka..." abandona por un momento su voz comercial para guiñar un ojo a su cliente y decirle en tono confidencial "esto es mejor que un todo incluido del caribe.." carraspea y finaliza con su tono de voz comercial "Y si tiene cualquier necesidad solo tiene que pedírmelo, sus deseos son mi trabajo. Si desea cerrar el compartimento entre el conductor y usted debe pulsar el botón rojo del panel entre asientos"

La conductora giró la llave en el contacto y se adentró en la hora punta de Nueva York deseando que aquel encargo especial, en el día del cumpleaños de su hijita, no le llevara demasiado tiempo. 

Notas de juego

Y por hoy ya tienes que me llevas con la lengua fuera XDDDD

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12/03/2018, 15:02
Clement Relish

Como no, ahí estaba. A pesar de la niebla, o incluso aunque la negra oscuridad de la noche cegara todo el campo de visión, el cartel que evidenciaba un vehiculo pagado por Dark, era visible a la legua. Esto hacía preguntarme una divertida ironía en mi cabeza. ¿Tanto se gastaba Dark en transporte y no era capaz de gastarse algo en comunicación? Daba igual, ahora tenía una limusina frente a mi...

Asentí ante la chica que abrió rápida el coche para llevar mi maleta al maletero - Al menos es un servicio eficiente. - y me invitó a entrar a la limusina por la puerta correspondiente. Una vez dentro me detalló todo lo que podía usar de aquel lugar. Nunca esperé que alguien al entrar en una limusina, me digera con otras palabras que había un buffet libre de bebidas, incluso alcoholicas. Aproveché su discurso para coger el cognac y servirme una copa ligera, tampoco era plan de llegar ebrio junto al señor Dark.

Cuando mencionó lo de que cualquier necesidad solo tengo que pedirlo una ligera sonrisa se me dibujó junto a un pequeño destello en los ojos - Si no fuera porque tiene que conducir, le pediría que me hiciera una buena compañía aquí atrás. - esperé para ver su reacción un momento y antes de que pudiera hacer o decir nada continué. - Me agobian los vehiculos tan espaciosos, aunque no le negaré que sea comodo, pero se siente como solitario y con una conversación un tanto lejana. - Sonreí tras ello pensando que podría haber pensado mal de mi - No se preocupe, solo lo decía por la conversación nada más, aunque entiendo que deba hacer su trabajo. - tomé un sorbo del cognac ahora más acomodado en aquella limusina esperando que igual no le importara a ella conversar mientras conducía

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12/03/2018, 23:59
Madeleine Brochard

Madeleine rió y su tez adoptó un leve rubor, ni escaso ni desmesurado, el justo para encajar el cumplido sin dar alas a un cliente con las manos posiblemente demasiado largas. Con una risita entre juguetona y sensual la muchacha le respondió

"Desgraciadamente monsieur, el coche no tiene conducción autónoma y tengo ordenes de llevarle al embarcadero 6 en cuento sea posible. Aunque si está solo, muy muy solo y aburrido, en la televisión tiene los canales 27,28 y 29 que le pueden ayudar a entretenerse. "

El coche partió de Queens, el barrio en el que vivía Clement, y tras cruzar el puente de Queensboro se internó en el midtown de Manhattan. El tráfico matinal en Manhattan era infernal pero la pericia al volante de Madeleine era extraordinaria, la agresividad con la que metía la limusina en el hueco más inversosímil para ganar un puñado de metros a la vez que intentaba ser suave para que el viaje fuera placentero.

Tras cruzar el puente se dirigieron en dirección oeste por la 59 Este en dirección a Central park. Desde allí giraron a la izquierda para dirigirse al downtown por la quinta avenida hasta llegar a Washington square. Allí giraron por la 8 Este hasta llegar a broadway, que les llevaría directamente hasta battery park, donde cada día miles de neoyorquinos y turistas tomaban el ferry a Staten Island para acudir al trabajo o simplemente ver de cerca la estatua de la libertad.

Dos minutos más tarde la limusina se estaba deteniendo en el aparcamiento del embarcadero 6 desde donde se podía ver un helipuerto donde un aparato de color negro con el logotipo de industrias Dark reposaba a su espera.

La voz de Madeleine, aunque con un matiz de tristeza que antes no estaba,  resonó en el interior del habitáculo interior del vehículo

"Monsieur Relish, hemos llegado a nuestro destino. Gracias por viajar con limusinas Stark. Espero que haya disfrutado del viaje y confiamos en verle pronto de nuevo. Recuerde recoger su equipaje y preséntese ante el piloto del helicóptero para recibir información de su plan de vuelo. Necesita ayuda con su equipaje, señor?"

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13/03/2018, 00:08
Agatha Christie

Ay señor!!, no quiero saber que pensaría mi madre si encontrara esta novela. Clement también es un golfo y un mujeriego pero Madeleine es fuerte y segura de si misma, todo lo que a mi me falta para manejar a los chicos de villa oveja. Lo que tengo claro es que después de terminar esta novela me voy a tener que confesar. Al pobre señor Davis lo voy a tener en exclusiva durante toda la tarde, pero mejor los pecados de una mujer casi mayor de edad, meses, solo me quedan meses,  que los aburridos de las viejecitas de todos los viernes.

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14/03/2018, 00:14
Clement Relish

-Es una pena - Mencioné a la respuesta de la chofer - La tele no me dará lo que quiero, ya que solo quería hablar y escuchar, pero no importa. - Ya que no conseguiría hablar con una persona humana simplemente miré por la ventana el paisaje mientras la chica conducia. - Tenga cuidado, que haya prisa no significa que haya que correr riesgos - dije placidamente para que no me matara innecesariamente en un descuido.

Las vistas no eran nada del otro mundo, la misma ciudad con los mismos edificios. Como todo era constante y repetitivo... lo bueno si acaso era la gente que repetía constantemente sus vidas. El día más preciso, sabrían por lo que pasan cada día y buscando un metodo de acabar con esa rutina, y a veces llegaban a mi. Ahora tenía un cliente que incluso me pagaba la movilidad, era simplemente perfecto

Poco a poco acabamos llegando a un helipuerto y allí me bajé, se supone que es el lugar de destino - Una limusina y después un helicoptero... - Tras bajar escucho a la mujer y sonrio - Vaya tono... No se preocupe, tranquila. Perdone si le he dicho algo que la haga ponerse así. Disfrute del día... - Y tras ello miro hacia el helicoptero mientras me acerco poco a poco esperando por alguien que me indique si subir o no.

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14/03/2018, 22:45
Agatha Christie

La conductora sonrió a su cliente mientras bajaba del coche garantizándole que no le había molestado, pero la política de la empresa era muy estricta sobre las relaciones con los clientes. Tras despedirse la limusina se perdió en el tráfico de la mañana mientras Clement se acercaba al helicoptero donde el piloto y otro pasajero esperaban. A quien? A la última pasajera.

Notas de juego

Fin de escena. Sigue en el helipuerto