Tenía claro su objetivo y desde la oscuridad podía deducir el camino que había tomado hasta el comedor, último lugar donde le dejó y esperaba que estuviera. Aun así enfocaba el camino al desconocer la disposición de los muebles, temiendo chocarse con una lámpara ninja puesta especialmente a los pies de la escalera que le hiciera trastabillar y caer de manera ridícula, moviendo el móvil de un lado a otro, prácticamente en círculos, para ver tanto el suelo como las paredes y el techo.
Fue cuando escuchó un ruido cuando prácticamente dio un salto e intensificó la luz de su móvil, buscando el causante. Achinó los ojos para captar más allá de la penumbra, distinguiendo una figura corpulenta que bien podría ser cualquier de la casa teniendo en cuenta la complexión del pobre Wallace.
- ¿Qui-quién anda ahí? – Levantó la mirada al escuchar ese sonido de arma, imaginándose que arriba también tendría su propia fiesta montada.- Alto, no te muevas.- Su voz era temblorosa, y más que una orden era una súplica.