Partida Rol por web

-De entrada, yo descartaría que el Detective Resacón pueda estar metido en el ajo. Parece que está tan perdido como nosotros en toda esta situación -opinó Hallard, llevándose una mano al mentón-. Pero, ¿Sir Gustave y Vincent? Caliente, caliente... Jenkins se fue del comedor, casi a la par que Sir Gustave, y por lo que ha dicho Hemmens, le mataron con una lanza de la suite de Ciudad del Cabo, la habitación de Stein. Quien lo hiciera, se estuvo moviendo por la mansión antes de que Stein se atrincherara en la suite.

El británico comenzó a pasearse por la habitación Atenas, pensativo.

-Por otra parte, Vincent me parece igual de sospechoso que Sir Gustave -admitió, dándole vueltas a todo lo sucedido-. Sé que le conozco de habernos visto alguna vez en el pasado, pero no termino de recordar dónde ni cuándo. ¿A alguien más le sucede lo mismo? ¿Conocíais a otros antes de que toda esta locura comenzara?

Habían pasado cinco minutos desde que había sonado por primera vez el gong y justo cinco minutos después el mismo sonido volvió a resonar, les llamaban al té, pero ellos dudaban en si era el movimiento más inteligente.

Desde la habitación volvieron a oír el sonido del ascensor y las voces amortiguadas de la señora Hemmens y Greg pero nadie les fue a buscar.

- Bueno, nada más llegar reconocí a algunos de haberlos visto por la televisión.- Buscó entre sus recuerdos los momentos exactos de cuando había visto por primera vez en persona a cada uno, encendiéndose una pequeña bombilla en su mente al encontrar el fragmento exacto.- En el helipuerto, cuando nos encontramos, por supuesto reconocí a mi grupo. La señorita Kramer y su programa, le pedí una fotografía ¿recuerda? – Palmeó entre sus bolsillos para buscar su móvil y señalándolo. Incluso se metió entre sus carpetas de “Imágenes” para buscar la foto y verla durante unos segundos, sin llegar a hacerse una idea que la dulce Felicity ya no estaba entre ellos.- A usted, señor Hallard, le vi en los programas de empresas. También le pedí otra foto.- Esta vez sí buscó la imagen y la enseñó al grupo, los dos posando para el selfie en el helipuerto.- Cuando llegamos, ya en el comedor, identifiqué al señor Cavanough. Creo que todos lo hicimos.- Una sonrisa discreta asomó durante unos segundos antes de rascarse la coronilla.- Del resto no, no tengo ni idea. Al principio pensé que era una reunión de famosos, y siento si alguno de los presentes lo es y no le conozco, pero no estoy muy puesto en la televisión actual.- No seguía programas claros, era más de documentales y teletienda, donde poder hacer zapping hasta encontrar algún concurso cutre o un juego para llamar.- Pero yo no soy famoso, apenas me conocen en mi vecindario.- Buscó alguna cámara, sintiendo que estaba dentro de algún tipo de reality o juego de rol macabro orquestado por una mente desquiciada.- ¿Creéis que Dark buscaba caras famosas?

La sensación de ser observado era cada vez más patente aunque no hubiera nada que lo justificara. No había cámaras a la vista ni el señor Dark había dicho nada que diera a pensar de que los pudiera estar viendo, pero la sensación estaba allí, acuciente como el cascabel de una serpiente acorralada.

Había una conexión entre ellos? Había algún motivo para lo que estaba pasando? Fuera como fuese, lo único seguro era que aquello era real y que tres personas ya habían muerto.

-Coincido en todo, señor Bullocks -dijo el británico, pensativo-. Reconocí a Felicity por su programa de televisión, y luego a Sir Cavanough por ser un escritor famoso de mi país, pero a Vincent... Sé que lo conozco y que lo habré visto en alguna parte, pero no termino de ubicarlo. Al resto no os conocía, pero creo que tiene que haber algún tipo de conexión.

Se rascó la cabeza, pensando en Michael y en cómo había tenido que deshacerse de él para impedir que se hundiera la empresa familiar. Ahora, el fantasma de Michael había regresado en la forma de ese señor Dark y sus sádicas trampas.

-No creo que Dark buscase caras famosas, pero quizá llegó a todos nosotros por la misma vía -elucubró, inquieto-. Creo que deberíamos hacer hablar a Hemmens, que nos contase todo sobre Dark. Si todos estamos implicados en muertes por las que nadie nos ha juzgado, puede que Dark sea un policía, un abogado, un detective e incluso un juez. Él se ve a sí mismo como un justiciero, y eso es lo que está haciendo con todos nosotros. Impartir un tipo de justicia poética enfermiza.

Se dirigió, decidido, hacia la puerta de la habitación.

-Pienso que tendríamos que reunirnos con todos los demás. Supongo que estarán esperándonos en la sala de estar. -Dejó escapar un leve suspiro-. Necesitamos información sobre ese rico pirado y, ahora mismo, diría que la única que puede proporcionarnos esa información es esa vieja arpía de Hemmens.

- Yo no soy famosa - dijo la joven en respuesta a la conversación que estaba teniendo lugar. - Pero si que conocia a Nate. Bueno, conocer no se sería la palabra más adecuada. Fue uno de los policias que estuvo el día que tuve el accidente - su mirada se había clavado en el suelo con cierto pesar y vergüenza.

- Creo que él no se acuerda de mi, pero yo si. - se cerró más la chaqueta antes de dirigirse a la puerta. Aunque ninguno quería bajar estaba claro que había que reunirse y ver que sacaban en claro.

-"Yo reconocí a Gustave por compartir profesión y a nuestra pobre presentadora siempre la admiré"-dice con pena-"Lo que está claro es que no es porque seamos famosos sino por que unos y otros tenemos conexión y todos estamos marcados por alguna muerte"-dice Vanessa dirigiéndose también a la puerta-"Dylan,yo tampoco quiero ir pero creo que es necesario hacer hablar a esa vieja aunque creo que a mi no me dirá nada"-se encoge de hombros antes de seguir a Nadia

Tenían que bajar de nuevo por las escaleras infernales, eso era un hecho, porque tenía claro que si unos simples escalones estaban sueltos o activaban algo, el ascensor estaría más que trucado. No iba ni acercarse a las metálicas puertas de la máquina por si había desperdigado algún tipo de veneno que no pudiera detectar.

- Si la señorita Hemmens ha subido, intuyo que puede ser seguro volver sobre nuestros pasos.- No se lo creía ni él, pero necesitaba decirlo en voz alta para hacerse a la idea de que era el único camino viable ahora mismo.

Meditó seriamente durante unos segundos las probabilidades de cruzar por el otro lado, la opción de que fueran otros escalones o los mismos, un porcentaje demasiado elevado que no podía arriesgarse a correr.

- Escalón 5 y 13, ¿recuerdan? Eran los que hizo sonar el pitido.- Los dados eran su especialidad, un juego de manos donde el azar en contadas ocasiones era cuestión de complicadas matemáticas antes que de la reina fortuna. A quién quiero engañar, si siempre pierdo en las apuestas.- No sé si pudieron fijarse, pero los números 1 y 6 del reloj cayeron a la par. Creo que esos escalones también se activaron, por lo que deberíamos evitar los cuatro números. 1, 5, 6 y 13.

-Si no me equivoco, Miss Hemmens ha subido y bajado desde el ascensor, señor Bullocks -aseguró John Hallard, pensativo-. Al menos, bajar, ha bajado. Acabo de escucharla a ella y a Greg. Lo más probable es que en el ascensor haya una trampa que sólo se active cuando haya un único pasajero. Dark no busca ejecutarnos a todos de la misma manera, sino matarnos a cada uno de la forma más ingeniosa e inesperada posible. Disfruta con esto y dudo que quiera que sea rápido.

El británico recordó una película que había visto hace muchos años, española si no se equivocaba, en la que un pobre tipo acabó cortado por la mitad cuando intentaba salir de un ascensor. Durante un instante, se imaginó a sí mismo en el estado en el que había fallecido aquel hombre en la película, y sintió un escalofrío recorriendo su espalda. Incluso con las posibles minas, seguía prefiriendo las escalera.

-5 y 13, es verdad -asintió a las palabras de Bullocks, recordando los escalones que habían pisado Cavanough y el propio Bullocks-. Sugiero que bajemos por los escalones 21, 18, 16, 14, 12, 10, 7, 4 y 2. Todos ellos fueron pisados por Cavanough y por mí, por lo que, a priori, no debería haber nada bajo ellos. -La mención de Bullocks de los escalones 1 y 6 hizo dudar el británico un instante-. No estoy seguro de que los números del reloj hagan referencia a los escalones. Más bien, creo que somos nosotros, los invitados de Dark, cayendo como moscas. Relish pudo ser el 1 y Felicity el 6. Eso implicaría que ha caído otro número más, por Jenkins. Y quizá, y esto sólo es una teoría, por cada número que cae del reloj, uno de esos escalones se vuelve peligroso...

Escuché a todos y finalmente tuve que aceptar moverme con todos, pues Vanessa finalmente me hizo ver con sus palabras, que era mejor moverse que quedarse solo. A fin de cuentas, el guaperas, había decidido aislarse y su final ya había llegado... por lo que la soledad no era un recurso para sobrevivir.

Escuché a todos y asentí a lo dicho diciendo.- Está bien... bajaremos por las mismas escaleras que subimos y evitaremos los escalones 1, 5 ,6 y 13... y además intentar tocar antes que otros los  escalones 21, 18, 16, 14, 12, 10, 7, 4 y 2.

Asiente a todos,ella les seguirá por las escaleras por las que subieron aunque eso no garantiza que vivan.Si lo piensan por el otro lado subió el mayordomo y no le pasó nada pero claro ¿y si él es Dark o está compinchado? Vanessa resopla pasando una  mano por el pelo y clavando los ojos en Wallace esperando que salga para ir tras él