Partida Rol por web

El aseo de cortesía estaba junto al comedor para facilitar el acceso de los comensales. Su tamaño, como casi todo en aquella casa era descomunal. Los suelos eran de mármol y las paredes estaban forradas de madera de haya. Al fondo del aseo destacaba un retrete de estilo japonés con multitud de botones para satisfacer las necesidades de los culos más exigentes junto a un lavabo donde se podían encontrar toallas de hilo bordadas a mano.

Cerró la puerta tras de sí y se dirigió de forma inmediata al lavabo, abriendo el grifo de agua fría y echándosela en la cara y en la base del cuello para frenar tanto la sangre que recorría su cabeza como el hinchazón de su pantalón. Cerró los ojos mientras dejaba correr el agua y soltaba de forma abrupta el aire, moviendo sus manos y dando pequeños saltos para despejar mente y cuerpo.

- Soy fiel a Brooke, sólo con Brooke.- Abrió los ojos para mirarse en el espejo. El rostro cubierto con perladas gotas de agua fría descendían por la frente y mojaban el cuello de la camisa. Cogió la toalla de hilo y se secó la cara, dejándola a un lado hecho un harapo mientras cerraba, ahora sí, el grifo.

Aprovechando que estaba en el baño, se acercó al retrete mientras se quitaba el cinturón y levantaba la tapa, bajándose después los pantalones para mear. Ni se percató de los botones que había en un lateral, sólo pulsó el correspondiente a la cadena al terminar y recolocarse la ropa, lavándose posteriormente las manos.

Aunque sabía que tocaba salir se concedió unos minutos de más para recapacitar que los estaban esperando, la estaba esperando. Puso una mano sobre el bolsillo de la chaqueta que contenía el dibujo de su hija, sabiendo ahora que tendría que controlar sus impulsos más primarios para completar la tarea que le habían comentado.

- Vamos allá.- Echándose un último vistazo al espejo y peinándose como puso, se marchó dejando atrás al baño y aquella fantasía pelirroja.

Bien hecho Wallace!!!! No sucumbas al zorrón de Gloria!!!. Gloria era una de mis mejores amigas hasta que nos empezó a gustar el mismo chico, se lo dije y un día "se cayó" encima de él y bastó que pusiera sus sucias tetas encima para que Zack pasara de un chico encantador a un zombie sin cerebro.....No entiendo por qué, si solo son grasa y tejido mamario.... Hombres.... Cuanto más los conozco más quiero a mis ovejas.

Por una vez deseó no ser tan perspicaz y haberse equivocado, que el cuerpo de aquella mujer que había anhelado no fuera el que se encontrara en el cuarto de baño sino que fuera otra de las tretas de Dark, una grabación de un grito de mujer, otra invitada imprevista como el francotirador que había librado a Nadia de una muerte casi segura. Era demasiado bonito para ser verdad pero era su esperanza, la esperanza de volver besar esos labios, una esperanza que se vio truncada nada más abrir la puerta del baño.

La puerta no estaba cerrada, algo extraño teniendo en cuenta el grado de intimidad que les gusta disfrutar a las mujeres en el servicio, y nada más abrirla la pudo ver, sentada, desnuda de cintura para abajo y con su ropa interior a la altura de los tobillos, mientras su cuerpo estaba contorsionado hacia atrás de una forma violenta. La cara expresaba un intenso sufrimiento y de los ojos todavía brillaban un par de lágrimas que se habían resistido a caer una vez fallecida la famosa cocinera. Aparentemente no había herida, ni sangre, solo un dolor desagradable y un pequeño siseo parecido al de una pastilla efervescente al derretirse en un vaso de agua.

No había conseguido salvarla, a pesar de todos sus esfuerzos siempre parecía ir un paso por detrás.

Gustave cerró la puerta en silencio y con gesto adusto. Después, sin mediar palabra bajó al recibidor a encontrarse con el resto dispuesto a terminar lo que había comenzado. Encontraría a Dark y acabaría con él. Registraría cada habitación de aquella casa si fuese necesario, empezando por la de la recién fallecida. Estaba convencido de que allí encontraría respuestas, aunque quizás a preguntas que no quería siquiera formular.