Partida Rol por web

Aunque aún estaba muy conmocionado por todo lo que pasaba a mi alrededor y me costaba seguir el hilo de todo lo que estaban diciendo, conseguí recomponerme lo suficiente para darme cuenta de que la gente empezaba a moverse y a salir del comedor.

- ¿Es eso buena idea? No creo que lo sea. Hay un asesino entre nosotros y no pienso facilitarle la faena.

- Creo que deberíamos mantenernos juntos. Sé que no he sido la persona más sociable de la "fiesta", pero si nos vamos separando, solo le haremos el trabajo más fácil al que sea que ha matado al señor... como se llame. Yo al menos no pienso moverme de aquí hasta que esto no se haya aclarado.

Declaro mientras intento adecentar mi traje y me siento de nuevo a la mesa.

Rojo,todo rojo en el lugar donde Hemmens estaba.Durante unos segundos la sangre tiñó su visión mientras veía a la desagradable mujer y un sinfín de torturas pasaban por su mente.Oh,sí,le cogería ese arrugado cuello y se lo retorcería hasta que la urraca sintiera que su vida estaba a punto de acabar.Entonces la soltaría,que respirase mientras con un martillo le rompía uno de esos frágiles tobillitos.Dios,le encantaría bailar desnuda sobre las vísceras de ese bicho,bañarse con su sangre y escupir sobre sus huesos

Vanessa clava los ojos en la vieja.No puede respetar a una mujer que se comporta de ese modo con unos invitados,indiferentemente del resto de circunstancias¿acaso piensa que son unos niños? Y por supuesto no piensa obedecer ninguna orden de ese esperpento

Lentamente se pone en pie sin dejar de mirar con frialdad a la mujer hasta que con un parpadeo sorprendido Vanessa mira hacia el pequeño grupo que se va a la cocina

-"Esperen,por favor,voy con ustedes"-dice avanzando hacia ellos

En realidad opina como el enorme hombre del puro pero también quiere ir a la cocina así que de momento ese será su grupo

La cocinera se libró de la garra de Caleb y se acarició el brazo donde la había cogido. La marca de los dedos del agarre se distinguían claramente en su delicada y blanca piel. Con una sonrisa apresurada que no respondía a su mirada de terror le dijo

"Oui, monsieur, suite Dublin, lo recogdagé. Merci, je ne fait pas... Yo ho ne hecho nada, yo he probado la comida y no me ha pasado nada. El ggesto del servicio comió en el comedog de segvicio otro menú, más sencillo. S'il vous plaît mademoiselles, siganme y las llevaré a la cocina"

Catherine guió a Nadia, Felicity, Vanessa y Wallace a la cocina. El mayordomo después de mirar con resentimiento a Caleb las siguió para buscar el arcón congelador que le había solicitado la señora Hemmens.

El bóvido esforzado y el capitán cara acelga, o lo que es lo mismo Caleb y Sir Gustave, abandonaron al unísono el comedor. En el mismo permanecieron Carl, Dylan, John, Natalie y Nate que disfrutaban de la inquietante compañía del cadáver de Clement.

Los caminos de Sir Gustave y Caleb se separaron en el vestíbulo. Caleb subió las escaleras mientras Sir Gustave se dirigió hacia la primera planta.

Había elegido mal... se había quedado con aquel que le había incitado a rematar a Relysh, y con el supuesto policía que casi lo mata por devolverle sus palabras con la misma acritud que él. Rozó con su mano el cuello donde hay se veía la rozadura de la mano de Nate y se dijo a si mismo.- Creo que la cocina será más amigable que esto....

Recogió su chaqueta y sin más salió corriendo al pasillo en busca del grupo para seguirlos hacía la cocina.

-Eh, no se moleste, Miss Hemmens. No es necesario que el señor Butler vacíe ningún congelador -dijo Hallard, esbozando una sonrisa mientras dirigía a la anciana una mirada de desprecio. Se acomodó la corbata con un gesto de mano mientras lo decía-. No quiero tener ninguna sorpresa desagradable en mi habitación.

Observó a los únicos invitados que permanecían en el comedor: el joven al que no había podido convencer de apuñalar a Relish, el rollizo señor Vincent, el irascible Nate Wallace, y la señora Stein, que a juzgar por lo dicho por Sir Gustave, debía de ser una auténtica viuda negra. Hallard vio que Dylan se dirigía a la cocina, adonde ya se habían desplazado otros.

-Señor Vincent -le dijo al obeso hombre de negocios-. Estoy de acuerdo con usted. Más nos vale no separarnos. No pienso quedarme aquí rodeado de tantos desconocidos de los que desconfío -Sus ojos se posan en la pequeña Miss Hemmens-. Le veo en la cocina, la mayoría se están reuniendo allí.

Sin esperar palabra y caminando con la cabeza bien alta, el británico se dirige a la cocina detrás del veinteañero que acaba de salir de la estancia.

Una sonrisa de satisfacción rencorosa se asomó a los descarnados labios de la señora Hemmens mientras asentía lentamente. "Oh, está bien señor Hallard, daré órdenes en  ese sentido si es así como lo desea. Le pediré al señor Butler que disponga del cadáver del señor Relish con respeto y cautela. Solo nuestro señor Jesucristo volvió de entre los muertos" dijo santiguándose con desgana "pero si se va a sentir mejor dispondré de las medidas para que si se levanta entre los muertos no vaya muy lejos"

Le tendió su brazo mientras le decía

"Acompáñeme a la cocina, mis viejos huesos ya no están para ir de un lado al otro de la casa. Y ustedes" dijo diciendo a los que se quedaban en la sala "Si se levanta avísenme"

- Maldita sea - murmuró a regañadientes Nate - ¿Que parte no han entendido de permanecer juntos?. Señor Vincent... estoy con usted. Ir separandonos solo le dará facilidades al asesino. Vayamos a la cocina. Acompañeme, por favor. 

- Pues sí, señor Wallace. Mucho mejor reunirnos todos en la cocina, el lugar con más armas de la casa. ¿qué pretenden con esto?. En fin, le acompaño. Si lo que pretendemos es no separarnos, mejor movernos en manada.-

Contesto mientras me levanto trabajosamente de la mesa y me acerco a la puerta del comedor.

Natalie no se habia quedado muy conforme. No creia que la solucion fuera todos correr como animalillos de un rincon a otro. Las acusaciones y los diferentes puntos de vista de cada uno habian sido mas que claros. Queria ir a su habitacion, encerrarse, llorar y simplemente pasar el tiempo hasta el lunes, pero la pega de estar separada de todos era que si sucedia algo y nadie podia explicarlo, la señalarian a ella. Angustiada se quedó sin opciones que barajar y finalmente recogio su bolso de la mesa, casi con desgana.

Dedicó una ultima mirada al cadaver antes de a regañadientes, coger camino hacia la cocina, junto con el resto. Pero la idea era unicamente estar ahi de paso y rezar por que le dieran los viveres que necesitaria para permanecer el fin de semana encerrada en la habitacion sin salir, con la puerta bloqueada. La unica con la que contactaria seria con su compañera de baño.

Cuando Nadia y Vanessa entraron en el comedor tuvieron la sensación de que era la primera vez que lo hacían, como si toda aquella pesadilla entre la comida y la cena hubiera sido algo sacado de la imaginación de un guionista de películas de serie B. La opulencia del comedor las golpeó exactamente como la primera vez pero las pequeñas diferencias se habían percibibles a simple vista. El lugar de anfitrión era ocupado por aquel misterioso mayordomo que respondía al nombre de Señor Butler, ya que la anfitriona original había fallecido trágicamente con la caída del ascensor, los carteles con los nombres de la mesa habían desaparecido y todas las botellas de vino y de agua sobre la misma estaban tapadas aunque eso evitara que los vinos respiraran, por lo demás, y salvando la presencia de todo el servicio en la sala parecía que se preparaban para otro banquete a cargo del señor Dark.

Con un gesto de la mano el mayordomo les conminó a ambas a tomar asiento donde ellas quisieran mientras les decía

"Por favor, tomen asiento donde quieran. Dadas las circunstancias el protocolo no será tenido en cuenta y cenaremos todos juntos. Esperaremos 5 minutos de cortesía a que lleguen el resto de invitados antes de empezar la cena y de que les comunique lo que va a pasar en esta casa a partir de ahora."

Greg permanecía sentado en una silla con la cara hundida entre las manos mientras el ligero temblor de las lágrimas se evidenciaba a todas luces, con voz temblorosa y ajeno a lo que sucedía solo alcanzaba a repetir

"Ellos la mataron, los señores le mataron, pobre señora Hemmens"

A continuación llegó la cocinera arrastrando otro carro con comida junto a la doncella, Gloria, que iba dando saltitos como una colegiala exhibiendo su nuevo vestido y saludando con una sonrisa calurosa al mayordomo que apenas controlaba la irritación que le provocaba su comportamiento.

Finalmente llegó un Wallace que parecía haber visto un fantasma. Arrastraba los pies y tenía la mirada perdida, apenas consciente a lo que pasaba, era la viva imagen de la desolación. El mayordomo carraspeó y el muchacho dio un salto que recordó a un pajarillo asustado mientras el mayordomo le ofrecía sentarse en la mesa, la cena empezaría en 5 minutos y tal vez sería la última.

No levantó la cabeza para saber a dónde se dirigía, siguiendo el sonido de los murmullos y las baldosas del suelo, recordando el camino que hizo en la comida. Sólo alzó levemente el rostro al cruzar la puerta, aunque su perdida mirada, ahora vacía carente de vida, paseó rápidamente por todos y cada uno de los presentes sin detenerse en nadie. Ya no le importaba que la sirvienta se pavoneara cerca, sintiéndola sólo por el perfume y sus andares saltarines, ni los sollozos del jardinero quien parecía afectado por la muerte del Ama de Llaves.

Ya no importaba nada.

No saludó, ni se detuvo a entablar conversación. Quería estar solo y que el tiempo siguiera su curso, yendo directo a una de las sillas más alejadas y dejando caer su cuerpo sobre ella.

Nadia se aproximó a donde se encontraba Greg y posó una mano con suavidad sobre su hombro

- Siento mucho tu perdida - le dijo en tono apagado. Le entristecia mucho ver el sufrimiento ajeno. Lanzó una mirada a Wallace cuando entró por la puerta. Parecia sumido en el mismo mutismo en el que le habían dejado. Quería dividirse para consolar a los dos, pero no podia

Tomó asiento al lado del gigante y se inclinó hacia él - Entiendo tu dolor -

Vanessa miró al "anfitrión" con desconfianza,seguía pensando que uno de los tres era Dark así que ¿por qué no ese hombre?Suspirando se dirigió al lado contrario de la mesa y se sentó frente a Nadia mirando a Greg

-"Nadie está preparado para la pérdida de un ser querido"-se dirige a Greg como continuación a las palabras de la embarazada aunque en realidad está pendiente de la puerta y del mayordomo,al parecer allí el servicio se cree con unos derechos que en ningún otro lugar se tolerarían pero por el momento no diría nada a ver qué era lo que tenía que decir Butler/Dark

El mayordomo miraba con insistencia a la puerta de la entrada del comedor esperando que alguien apareciera, mientras Catherine temblaba al montar unos platos que desde la distancia olían a pescado al horno. Cuando se agotaba el plazo entró Carl en el comedor sudando profusamente mientras se enjugaba las gotas de la frente con un caro pañuelo ignorando el gesto contrariado del mayordomo, ignorando al resto de invitados y tomando asiento junto a Wallace, no por preocupación por el aspecto maltrecho del muchacho sino por estar lo más alejado de la puerta posible.

Con gesto de rabia cogió un sacacorchos y descorchó la primera botella de vino que tenía a su alcance y se sirvió una buena copa que despachó de un trago antes de decir

"El escritor ha entrado en la habitación de Dark, o en su habitación, ha sido muy raro. El lector de la huella y de pronto ha acertado el código y se ha metido en la habitación y ha cerrado la puerta sin dejar pasar al policía. El policía está haciendo guardia en la puerta para impedirle salir, así que deberíamos estar seguros, siempre que Gustave sea Dark, ahora mismo tengo dudas de si yo podría ser Dark sin saberlo" - dijo sirviéndose otra copa de vino.

El mayordomo hizo un leve gesto de asentimiento y los platos se fueron poniendo uno tras otro en la mesa. El mayordomo se sentó en la cabecera (1) y  la doncella a la izquierda de Greg(3) . Frente a ellos y dejando una silla de separación con el mayordomo se sentaban Nadia (4) y Vanessa (6). En el extremo opuesto se sentaban Wallace (16) y Carl(18). La cocinera iba pasando uno tras otro sirviendo los platos y sonriendo débilmente les fue explicando lo que llevaba el plato

"Monsieurs, Madames, pegdonenme de la sencillez de la cena pego la señoga Hemmens me dio la ogden de usag solo alimentos hogneados paga eliminag el peliggro de envenenamientó, la cena se compone de salmón en papillôt con patatas provenzal y vegdugas al hognó"

Y tras servir todos los platos se sentó frente a Wallace mirando hacia la puerta con inquietud antes de que el mayordomo tomara la palabra

"Señores, no tengo que explicarles que la situación es difícil. Aunque la señorita Simmons dice y se pavonea de que está segura no creo que nadie de los que están aquí estén a salvo. Por ese motivo los miembros del servicio no se ocuparán de sus necesidades. Eso quiere decir que a partir de mañana tendrán que colaborar en las tareas de la casa como uno más y que serán tratados con la misma cortesía que demuestren. Por otro lado, para evitar suspicacias la comida será manipulada únicamente por la señorita Rennard y las personas que ella designe y el vino y el agua será descorchado delante de la mesa. He escogido personalmente 50 botellas de vino de diferentes marcas de gama media para minimizar los riesgos y asumiré la responsabilidad en caso de que alguna esté envenenada. Si tienen preguntas es el momento, si no.... bon apettite"

Y con el fin de su discurso se metió el primer bocado en la boca sin esperar a lo que tuvieran que decir nadie.

Greg siguió temblando hasta el final del discurso del mayordomo antes de levantar la cabeza y cruzar una mirada de tristeza infinita con los de Nadia y alargar la mano hacia ella, de forma inútil puesto que la mesa era demasiado ancha para que pudieran tocarse. Con un hilo de voz apenas audible acertó a decirle

"La señora Hemmens me protegía y ellos la mataron. Yo lo vi, el niño la apuñalaba una y otra vez, yo intenté abrir las puertas del ascensor pero no pude, la sangre, todo resbalaba... Tenía que haber ido con ella, protegerla, conmigo cerca no se habrían atrevido. La señora Hemmens era buena con Greg y ahora Greg vuelve a estar solo"

Retrayendo la mano otra vez a su regazo apartó el plato de comida antes de mirar a Vanessa y decirle con voz quebrada

"Tu fuiste mala con la señora Hemmens...no creo que entiendas nada. Greg no es muy listo, pero sabe que fuiste mala"