Partida Rol por web

La motosierra seguía ronroneando en el pasillo pero no parecía que se estuviera moviendo. En cambio el sonido de la puerta del balcón parecía haberse hecho de forma manual porque se había hecho de forma muy cautelosa, demasiado para un actuador domótico.

Vanessa captó la sutil fragancia de la loción de afeitado de Dark antes de que saltara el metro y 20 de balcón y se plantara frente a ella. No iba armado con una motosierra, sino que portaba una katana de samurai puesto que la habitación contigua era la Osaka, la habitación a la que habían arrastrado el cadáver de Clement Relish. El filo de la katana brillaba, como los ojos del asesino.  Dark sonreía con un brillo divertido en los ojos mientras evaluaba a Vanessa, esperando que cometiera un error que le permitiera segar su vida.

Desde donde estaba escuchó ruido en el balcón y se acercó a la puerta intentando que Dark no la viera, posicionandose en un lateral, con la jeringa en la mano mientras se arremangaba con la zurda la manga derecha para que nada estorbara.

- ¡Vanessa ven! ¡He encontrado algo! -   gritó alto sin importarle que él la oyera como si no supiera que él estaba allí. Su pulso le temblaba un poco, pero el peso de su pequeña dentro de ella era suficiente para que peleara con uñas y dientes por ella y su supervivencia. Si el se asomaba y veia dificil clavarle la aguja, siempre podia dispararle el liquido en la cara. Así lo cegaria mientras el cloroformo hacia su efecto y lo dormia

Se sorprende un poco de la agilidad del hombre y de su rapidez pero apenas se permite pensar un segundo al ver al monstruo y escuchar a Nadia entendiendo a medias su idea por lo que poniendo cara de pánico entra de nuevo al dormitorio corriendo a la par que grita

-"¡Corre,tiene una katana!"-dice mientras es pone al lado de ella con la escopeta preparada para golpear a Dark en cuanto éste entre por la puerta del balcón

Tirada de ataque de Dark.

Vanessa vio aparecer a Dark saltando por encima de la pared medianera mientras que Nadia la llamaba a su lado para poner en práctica su plan. Vanessa se dio la vuelta y empezó a correr mientras que Dark balanceó la katana por encima de la cabeza y en un gesto calculado la lanzó hacia la escritora que en su huida le daba la espalda. La espada silbó siniestramente por el aire, dando una vuelta antes de clavarse en la espalda de Vanessa en una trayectoria descendiente, algo por debajo de las costillas sin llegar a sobresalir la punta por el otro extremo.

Vanessa consiguió llegar donde estaba Nadia, trastabilleando y sintiendo su cuerpo pesado se abrazó a Nadia sintiendo como la sangre le subía a la boca.

Dark reía mientras decía dirigiéndose a Nadia

"Y solo quedó uno." - Dark la miraba desde el balcón con una sonrisa angelical mientras le decía "y ahora señorita Stinson tenemos que hablar de negocios. Me ha dado muchos problemas y mucho que pensar y creo que tiene usted razón, su hija no tiene la culpa de sus pecados y yo no mato inocentes, así que, puede usted salvar a su hija rindiéndose y yo respetaré su vida hasta el momento de dar a luz. Su hija vivirá y no le faltará nada, será feliz... O puede decidir resistirse, y entonces, bueno, entonces yo no seré el culpable de la muerte de su hijita sino usted. Que va a ser señorita Stinson? Me forzará a ser un monstruo?"

El muy hijo de perra había ganado y había conseguido que Vanessa perdiera la vida pero sus últimas palabras llegaron hasta ella mientras se abrazaba a Nadia y la miraba con los ojos vidriosos mientras la sangre le resbalaba por la barbilla y la herida del costado le manchaba su precioso vestido.Vio a su querido,fiel e imaginario amante y supo que todo estaba bien.Ella era probablemente la persona que más merecía morir de aquel lugar pues realmente era una asesina,ella había matado a sus padres y lo había hecho con gusto y si la hubieran dejado habría disfrutado matando a la vieja urraca y a Dark aunque se consolaba con la muerte de ese idiota del jardinero así que para ella todo estaba como debía estar

Miró a Nadia sabiendo que ella no era una asesina y por lo tanto no merecía que aquel lunático la matara así que con las pocas fuerzas que le quedaban consiguió susurrarle a la mujer a la que poco antes le había salvado la vida

-"Vive...no dejes que se salga con la suya.Vive por ella"-puso una mano en la tripa de la mujer antes de caer al suelo con los ojos aún abiertos y fijos en un punto inconcreto de la habitación.Un punto que para ella era su Diablo

Todo pareció ralentizarse mientras Vanessa entraba en la habitación y la katana volaba hacia ellas, ensartandose en el cuerpo de la pelirroja. Un grito de sorpresa y miedo brotó de la garganta de la rubia mientras con la zurda intentaba sostener el cuerpo que se aferraba a ella. La otra mano colgaba inerte, con la enorme manga de la chaqueta ocultando lo que aferraba.

Sus ojos azules se empañaron al escuchar a Vanessa y tuvo que apartar la mirada al ver esa mirada vacia mirando más allá de donde se encontraban. Alzó el rostro que demostraba lo asustada que estaba mientras tragaba saliva con fuerza. Sentia la boca seca y el pulso acelerado mientras intentaba cubrir su vientre con el brazo izquierdo.

- ¿Promete que se la va dar a mi marido? - preguntó con un atisbo de esperanza y cierta desconfianza en su voz  - ¿Lo...lo promete? - 

Dark sonreía divertido mientras veís como Nadia temblaba de miedo, como si estuviera viendo un espectáculo en el teatro y estuviera pasando el mejor rato de su vida. La miró de arriba abajo analizándola y negó con su dedo como se le niega a un niño pequeño

"Tsk, tsk, tsk. Su marido no morirá pero es tan culpable como usted, no debería haberle dejado conducir, no debería dejar que tuviera coche, es culpable pero su castigo será peor que la muerte. Nunca encontrarán su cuerpo y jamás encontrará descanso, pero vivirá como le pasó al padre de la niñita nonata que atropelló aquella noche. Es justicia poética, no cree señorita Stinson?. Usted segó dos vidas y yo solo segaré una, soy mucho más bondadoso que usted.... pero no tengo todo el día, como comprenderá tengo muchas pruebas de las que deshacerme y no tengo quien me ayude, uno no puede confiar en el servicio" dijo con una risita entre dientes "Le puedo prometer que su hija tendrá una buena familia, será querida y nunca sabrá que es adoptada, le puedo prometer que respetaré su vida hasta el momento del parto, que fallecerá sin sufrimiento y que una vez que fallezca su cadáver será enterrado según sus preferencias." dijo extendiendo una de sus manos a modo de platillo de una balanza "O bien puede elegir luchar y morirán las dos" dijo extendiendo la otra mano "Cual es su decisión, señorita Stinson? Debería ser algo sencillo pero esperar decencia en una asesina puede ser algo demasiado ingenuo..."

Los ojos de Nadia se abrieron con horror - Qu.. - apretó más el brazo sobre su vientre mientras bajaba la cabeza para mirarlo - No... yo... ella.... - se quedó mirando el rostro ausente de la pelirroja que iba cobrando lividez. Un sollozo le arañó la garganta mientras volvia a alzar la mirada asustada hacia Dark. Querría sentir rabia hacia él, pero ahora mismo solo podia sentir odio hacia si misma.

- Si... salvala... salva a mi pequeña - murmuró abatida mientras se agachaba a cerrarle los ojos con lentitud a Vanessa. Cuando se incorporó la esquivó  para acercarse a él pero guardando un poco las distancias - ¿Qué...que tengo que hacer? - preguntó con las lágrimas resbalando silenciosas por sus mejillas.

Dark se levantó de la silla y avanzó hacia Nadia, colocándose  a 2 pasos de distancia, respetando su espacio como si fuera la persona más considerada del mundo y sufriera por verla llorar. Con su dedo hizo un pequeño gesto circular dándole a entender que debía darse la vuelta mientras le decía con voz divertida

"Dese usted la vuelta y ponga las manos detrás de la espalda. Eso será suficiente. Si intenta algo, bueno, casi estoy deseando que lo intente... Manos detrás de la espalda, a cada segundo que pasa creo que estoy siendo demasiado bondadoso con usted"

Metió una mano en el bolsillo del pantalón y extrajo dos bridas largas de color negro. Se las enseñó mientras hablaba con ella, monstrándole como pensaba inmovilizarla.

Nadia miró através del velo de lágrimas el rostro de aquel hombre con gesto apenado y destrozado por el dolor. Rico, apuesto y...un completo psicópata. Ya la habia engañado una vez. Bueno, varias, si contaba el hecho de haberla traido aquí. ¿En serio se creia que iba a engañarla con esa burda mentira de que la otra joven estaba embarazada? Se habría enterado. ¿En serio pensaba que se iba a tragar que se la iba a dar a una buena familia? ¿Que no haria daño a su bebe? ¡¡Si mató a su propio hermano!! Viviria, o al menos lo intentaria. Llevaria a su pequela junto a su padre, y si no, se irian juntas al cielo.

Respiró con pesadez mientras seguia mirando el rostro de aquel hombro y alzó el brazo derecho, como si fuera a apartarse un mechón de pelo pero en realidad disparó la jeringa a la cara de Dark intentando dar sobre todo en ojos y nariz. Luego dió un paso hacia atrás, sabiendo que la escopeta de Vanessa estaba allí y se agachó por ella*

Nadia no iba a creer ni una palabra de lo que dijera aquel demente, ni una sola. Había intentado manipularla desde el principio, desequilibrarla para que hiciera lo que él quería pero no esta vez, no mientras el corazoncito de su hija estuviera latiendo dentro de su vientre, lucharía como una leona protegiendo a su camada, lucharía por su hijita.

Dark sonreía confiado pero su cuerpo estaba en tensión, esperando que Nadia le atacara de algún modo aunque su cara mudó de la confianza a la sorpresa cuando la mujer le disparó el contenido de la jeringuilla apuntando a la cara. El líquido voló por el aire y la mano de Dark voló intentando interponerse entre el chorro y su cara pero no consiguió pararlo todo aunque Nadia no estaba segura de la cantidad que le había impactado ni si sería suficiente para un hombre de su corpulencia.

Dark retrocedió tres pasos, trastabillándose pero sin llegar a caer al suelo mientras la miraba entre furioso, sorprendido y ¿asustado?. Podía estar fingiendo que estaba peor para encargarse de ella o podía estar afectado por el anestésico. Podía ser su oportunidad para huir o de intentar acabar con él. Sus vidas dependían de su elección porque no parecía que Dark fuera a respetar su vida después de aquello.

El corazón iba a salirse de su pecho, pero la euforia de haber acertado le daba un nuevo impulso. ¡Tenia una oportunidad! No podia huir. Si no, no saldria nunca de allí. Necesitaba que cayera incosciente. Necesitaba rebuscarle en sus ropas. Seguro que tenia la llave para salir de alli.

Cogió la escopeta por el cañón mientras en su ángulo de visión entraba la katana que aún seguia clavada en la espalda de Vanessa, pero no le daba tiempo. No podia pararse a intentar sacarla pues cada segundo era precioso. En su lugar enfrentó al psicopata con todo el odio de su mirada - NO TOCARÁS A MI BEBE - gritó mientras creaba un arco con sus brazos para después lanzarlos hacia el hombre y golpearle en la cabeza con la culata de la escopeta como si ésta fuera una raqueta y la cabeza la pelota de tenis que le lanzaba su contrincante