Tras el día agotador, lleno de emociones y misterios, cuando llegas a la habitación y cierras la puerta a tus espaldas, una imagen ronda tu mente, la de el mayordomo, Alfred Dyle, y su subordinada, Eleanor Morstan, cuchicheando tras hacerse los encontradizos, contra toda norma de etiqueta y moral.
La velada ha sido agotadora, tanto física como mentalmente. El recuerdo de aquel sucio negocio de la guerra ha salido inexplicablenmente
"no tanto, alguno de esos oficiales de intendencia a hablado finalmente"
Con manos ligeramente temblorosas saco un par de píldoras de mi maletín y me las trago en seco, poco despues los nervios parecen disolverse y paso la siguiente hora contemplando placidamente las vistas desde mi habitación
Hasta que a las 11 me pongo en pie y me voy a la biblioteca para encontrarme con Fausto, tenemos mucho de que hablar
Agotado por las tensiones del día, cuando llegas a la habitación y cierras la puerta a tus espaldas, una imagen ronda tu mente, la de Sir Gustave Cavanough y Penny Barrow, haciéndose gestos mutuamente, contra toda norma de etiqueta y moral.
"esos dos volverán a intentar encontrarse esta noche, no cabe duda"
su comportamiento es de lo mas indecoroso, e incluso sospechoso ahora que sabemos que hay asesinos que se mueven por la mansión con libertad por la noche
Aunque ya no tengo razón para salir se que no voy a poder dormir esta noche, no sin ayuda de mis pastillas. Pero decido prolongar un poco la cosa y vuelvo a ir a la biblioteca a leer un poco y ver quien pasa hoy
voy a la biblioteca
Por la mañana al despertar, algo te llama la atención. Algo que antes no estaba ahí. Sobre una repisa, un cuadro de medio metro de lado descansa con intención de ser bien visible. El cuadro no contiene ningún dibujo o paisaje, contiene el texto de una canción infantil popular.
Tu espíritu aparece en tu antigua habitación. La visión de la misma, donde no parece que los huéspedes hayan tocado nada de la habitación más allá de lo indispensable, te hace rememorar tus últimos días entre los vivos, y eso hace que un sentimiento agrio te embargue por unos instantes.
Después de eso, resuelves salir de allí. Tratas de abrir la puerta, pero tu sustancia inmaterial no es capaz de agarrar el pomo de la puerta. Lo atraviesa con los dedos. Entonces resuelves que si atraviesas el pomo con los dedos, quizá no sea necesario abrir la puerta. Y así lo haces.
Sales al pasillo exterior, donde el salón principal, o hall, se abre a tu derecha*1. Al fondo se encuentran las escaleras, que habrás de tomar para ir a la biblioteca*2 tras tu deambular por la planta baja.
*1Sigue en la escena del hall y *2en la escena de la biblioteca. Ambas en paralelo.