Sales al pasillo, te deslizas por delante de la habitación número trece y entras por la puerta que conduce a los ascensores y al baño.
El aspecto del baño es impoluto y, por suerte, no está ocupado.
Sally apenas había dormido esa noche. la noche anterior sospechaba que algo malo iba a pasar, pero pudo conciliar el sueño. Esta vez no eran solo temores, si no hechos. Habían muerto tres personas la noche anterior y otra de un infarto al día siguiente. Había que ser de hielo o dar igual lo que pasara para poder pegar ojo.
La viuda fue al baño, los nervios y la vejiga no se llevan muy bien. Además, aprovechó para lavarse la cara... no pensaba que pudiera dormir mucho más esa noche y estar despejada podía no ser tan mala idea. No con asesinos sueltos.
No has sido incordiada en el baño por ningún visitante nocturno, así que regresas a tu habitación para descansar.