Partida Rol por web

La noche avanza. Hace mucho que los restantes habitantes de la casa duermen a pierna suelta. Pero no todos, pues en la habitación del servicio entra alguien a hurtadillas. Se abre la puerta que da a la cocina y Jacqueline Dupont entra, armada con un bate de baseball.

Se acerca a la cama donde duermen Owen e Yvette, pero algo anda mal, Yvette no está allí.

- ¡Pssst! - Yvette hacía un buen rato que se había despertado y aguardaba sentada en una silla, a unos cinco metros de la cama donde dormía el señor Cray. Su semblante es duro, adusto y severo. La cara de Jacqueline es un poema, mezcla de incomprensión y de sentirse atrapado. Mira su arma, a la mujer que le llama la atención y a Owen dormido. Parece como si medite si atacar a la sirvienta de frente, pero se lo piensa mejor cuando Yvette, lejos de reaccionar con temor o con violencia, se levanta con tranquilidad y camina hacia la puerta de salida de la habitación, la que da a la cocina.

Le hace una seña a Jacqueline para que la siga hasta allí.

Ambas salen por la puerta y no dejan tras de sí nada más que un Owen durmiente e inconsciente de lo que ha sucedido a su alrededor.

Ambos espectros os intercambiáis una mirada de estupefacción. Sabéis que los que os liga al mundo de los vivos es tenue y sus reglas infranqueables, por ello maldecís vuestra suerte por no poder seguirlas a la estancia contigua.

A pesar de todo, oís que mantienen una conversación durante un rato. Al cabo de un tiempo, un ruido sordo, como el de un cuerpo al desplomarse al suelo. Nada más hasta el amanecer, pues Yvette no regresa a la habitación.