Y por penúltima vez suena el "¡Cling!" que ya todos conocéis. Una vez más les toca cambiarse de asiento a los caballeros. Esto se acaba y ya solo quedan dos. Habéis aprendido lo corto que se hace el tiempo, así que... ¡mejor aprovecharlo!
Recordad: ¡hasta el martes a las 23.59!
-Hola, me llamo Eric. Encantado -me presenté, al acercarme a la mesa donde se encontraba la cuarta cita.
Se trataba de una joven delgada y con el cabello de un tono rubio apagado, casi ceniciento. Como forma de saludo, le di dos besos en las mejillas y luego me dispuse a sentarme frente a ella.
El tiempo pasaba volando…y a Grace empezaba a apabullarle la rapidez con la que se desarrollaba todo y lo fugaz de los encuentros. La dinámica era esa, claro, pero…¿volvería a quedar con alguien? Empezó a hacer pequeños círculos sobre la mesa, ensimismada, cuando notó una presencia. Dio un pequeño respingo al sentir el contacto. Aquellos dos besos la pillaron un poco desprevenida…Tras unos segundos de estupor, fruto de su habitual torpeza, sonrió tímidamente y le devolvió el saludo de la misma manera.
- E-encantada. Yo soy Grace.- se irguió en su sitio.- ¿Qué tal?-añadió, con una sonrisa amable.- Imagino que pasada la incomodidad de la primera cita todo resulta más fácil…me parece increíble que no haya metido la pata todavía.- bromeó, intentando romper el hielo. Dio un sorbo a su vaso a medio terminar y continuó.- Y bien…¿De dónde vienes?
Me llamó especialmente la atención la timidez de Grace, aunque al mismo tiempo transmitía la sensación de ser una chica muy amable y bromista.
-Pues vengo de Kansas City, en Estados Unidos -indiqué, con una sonrisa. Hice un gesto a un camarero para que se acercase y le pedí una nueva pinta de cerveza-. ¿Y tú? ¿De dónde eres?
- Yo soy escocesa. Nací en Inverleith, “Edinbra”.- pronunció Edimburgo con un marcado acento escocés y rió. No era la primera vez que le decían que tenían un acento demasiado…particular para el tiempo que llevaba en tierras inglesas, que costaba entenderla. Cuando lo hacían Grace lo forzaba más, como si experimentara un abrupto sentimiento de orgullo hacia su tierra.- Pero llevo varios años viviendo en Londres. Me mudé para estudiar Literatura y bueno…tras un tiempo y varios pequeños trabajos encontré un hueco en una editorial.
Hizo una pausa, mirando con más atención a su acompañante. Se le veía tranquilo, sosegado. Y seguro. No se parecían mucho…pero no era algo malo.
- ¿Y a qué te dedicas?
-Vaya, parece que la mayoría de las citas venís de Londres, ya eres la tercera que viene de allí -dije, con una sonrisa. Le agradaba el marcado acento que tenía Grace, e incluso parecía que lo forzase a propósito para hacerlo aún más marcado-. Pues, en mi caso, estudié Periodismo. Trabajo como reportero para un periódico de tirada local.
- ¿A-ah sí?- dijo con un ligero tembleque en la voz, mirando a las mesas de su alrededor.- No tenía ni idea de que había más chicas de tierras británicas por aquí...ahora me pica la curiosidad.- añadió, sonriendo. Era verdad…¿por qué solo podía conocer a los hombres?
Se lo quedó mirando cuando le habló de su trabajo. Oh, era una curiosa casualidad.
- Qué bien. Yo también escribí…algunos artículos para periódicos online. Ahora estoy de becaria en esa editorial…pero pretendo publicar algo, especialmente los poemas que escribo.