Partida Rol por web

Entrar a la ciudad no fue un problema, puesto que se había declarado el luto oficial en el lugar a causa de la presunta muerte del emperador, y gracias a los conocimientos de Kuzko en cómo colarse en el Palacio, llegar hasta allá tampoco fue problema alguno para aquel variopinto grupo de dos humanos y dos... menos humanos.

El mayor obstáculo llegaría para cuando estos se toparon con las palancas y, por algún motivo, Archival tiró de la palanca equivocada, mandando a Kuzko al foso de los cocodrilos, del cual regresó con un reptil mordiéndole la cola, del cual se libró dándole una leve coz. Mientras se quejaba del motivo por el cual tenían dos palancas...

Tras superar y ser malamente vestidos de trajes de laboratorio, aquel grupo de cuatro ya estaban en el interior del laboratorio, rodeados de mesas, de tubos de ensayo, de probetas y demás material científico que Kuzko no comprendía, le importaba o prestaba la más mínima atención a ello. Puesto que fue directo al estante de las pociones.

Cuando vi a Kuzko aparecer con el cocodrilo mordiendo sus cuartos traseros, no pude contener la risa. Tan rápido como pude me tape la boca e inspire hondo para que no se notará que me reía de su, más que merecido, castigo -jmpff...lo...lo siento su majestad, aunque en mi defensa diré que es absurdo poner dos palancas para entrar en un laboratorio secreto-.

Tras la que quizas sea la experiencia más absurda de mi vida, aterrizamos disfrazados de científicos en el dichoso laboratorio, y como loco comence a buscar el antídoto para Kuzko, ¿pero que rayos tenía que buscar exactamente?, a mí nunca se me dieron bien las ciencias.
 

Me puse a remover frasco tras frasco, y nada, no había ni rastro de algo que pareciese un antídoto -¿Chicos lo encontrais?, a unas malas... podríamos ir probando los frascos uno a uno ¿verdad?- mire hacia Kuzko con un poco de malicia, por una vez parecía que el karma estaba funcionando como debía.

Rika:

Oh, no he traído mis gafas de cerca, ¡os lo dejo a vosotros, chicos! ¿Los gatos no teníais mejor visión?

Le dice la chica a su compañero Kamui

Acompañaría sin mucho problemas al dúo que llevaba consigo a una llama, por como habían llamado a ese antílope peludo. Por lo visto el era como ellos y debían ayudarle a volver a su forma de mono calvo, no entendía el por que, a fin de cuentas con mas pelo podían protegerse mejor del frió, pero bueno decisiones de monos, por algo nunca cuestionaba a Rafiki en sus enigmaticos proverbios.

Al llegar al lugar nos topamos con un camino sin salida, solo un muro con un animal de piedra del que por lo visto, habían dos colmillos que llamban palancas. No entendí el por que necesitaban "bajarlas" pero al ver el resultado se me abrieron los ojos como platos y deje caer aquel colmillo de piedra brillante de mi boca al ver desaparecer al tal emperador. Me acerque a ver por el agujero por donde este cayo. Pero este se sello casi de inmediato.

-Otra vez otra vez!!!!- Me llamaba demasiado la atención lo que había pasado y ya fuera que Archival accionase la palanca o no, yo probaría con la misma una y otra vez hasta el momento en que la llama volvería, trayendo consigo un cocodrilo que le mordía sus pompas. -Por que el si puede comerselo y yo no?- bufe molesto hasta que finalmente, esta vez, accionaron la palanca correcta y fuimos trasladados por un raro artefacto, mucho mas complejo que aquel agujero autorellenable. La velocidad era emocionante y no podía evitar disfrutar y gritar de gusto al sentir el viento contra mi melena con tanta fuerza, nunca había tenido tanta velocidad corriendo.

Quizás lo mas curioso fue descubrir al llegar al momento de calma, o fin del recorrido, que ahora también tenía una segunda piel muy extraña y un par de artefactos transparentes que hacía que todo se viera de color rojo. Era divertido.

El sitio a donde llegamos estaba repleto de colores bonitos y gases extraños, muchos objetos brillantes que honestamente, no tenía ni la mas remota idea el como funcionaban o que proposito tenían, pero por lo visto lo que buscabamos estaba en un sitio que estaba repleto de pequeños objetos brillantes de color rosa, o rojo mas pálido. Y viendo todos los objetos allí no entendía que estabamos buscando, por lo que la idea de Archival me resulto de lo mas útil.

-No encuentro para nada lo que buscamos....que buscamos?, yo digo que hay que ir probando, y ya que la llama es la que tiene que cambiar.- Clavando una de mis garras en el corcho de una de esas botellas, destaparía la misma y le pasaría la misma botella a Kusko. -Hasta el fondo-

Kuzko probó aquella pócima, a fin de cuentas, nada malo podría pasar por tomar ampollas llenas de líquido extraño de un estante apartado del Laboratorio Secreto de la ex-Niñera Real, probablemente. Sea como sea, en el peor de los casos tendría una muerte lenta y dolorosa, y en el mejor de los casos ganaría pulgares oponibles.

El resultado cayó entre medias...

KuzKonejo

¡Hecho de menos mi forma de llama!

El resultado de que Kuzko bebiera aquel brebaje fue en cierta medida algo mejor, se había vuelto un pequeño conejo que si me resultaba mas apetecible. Sin darme cuenta me relamía mientras veía al pequeño conejo con claras intenciones de zamparmelo, aunque me habían dicho que no podía hacerlo estaba empezando a dudar si debía hacer caso en ello.

-Yo creo que te ves muy bien Kuzko- Me iba acercando a el paso a paso, lentamente y de forma mas que imponente e intimidante, mostrando mis afilados dientes en un claro intento de intimidarlo al punto de que no pudiera correr. -Estas seguro que quieres ser un mono calvo de nuevo? yo puedo encontrarte un buen sitio donde vivir- tenía bastante hambre y hasta ahora era lo mas comestible que había visto hasta el momento, cuando era una llama se veía muy huesudo, ahora era menos carne pero seguro sería mas tierna.

Pues tendría que ser al azar, no era el método más rápido ni el más efectivo, pero tampoco nos quedaba otra opción.

-Bueno... , pues habrá que seguir probando- comenzaba a preocuparme seriamente por la seguridad del peludo emperador, nuestro nuevo y felino compañero no dejaba de mirarlo con claras intenciones de convertirlo en su cena, y aunque no es que estuviera precisamente en contra de esa idea, algo dentro de mí no me dejaba permitir tal carnicería.

-Venga Kuzko vamos, cuanto antes demos con el frasco correcto antes volveras a ser un "magnífico" emperador- .

El tiempo seguía corriendo y aquel lugar no me daba buena espina, solo quería encontrar el dichoso frasco correcto y poder salir de allí cuento antes.

¿Acaso buscábais esto?

Una voz rasposa y anciana apareció detrás de las dos personas y los dos antropomórficos animales -en sus mas o en sus menos- al parecer era aquella mujer que habían visto en el pasado, en concreto, en el restaurante de comida rápida en la salida de la selva, hacia las montañas.

¡Kuzco no volverá a ser un humano, JAMÁS!

¡Y yo me convertiré en la Emperatriz por... por...

Yzma en esos momentos recordó que ella tan solo era una niñera real que, por algún motivo, siguió en el cargo durante largos años aún cuando Kuzco no necesitaba de niñera o algo similar. Pero sea como sea, parecía ser que la burocracia en el Imperio Inca era demasiado lenta como para echarla del puesto.

de eso ya me las apañaré!

De la impresión, la joven se giró ante la anciana y sin siquiera pensarlo demasiado casteó un hechizo en contra de la recién aparecida vieja-pelleja, congelando el aire que estaba alrededor de ella y sus compañeros, las gotas de agua que flotaban alrededor y habían aparecido de la nada, se conformaban en pequeños cristales de hielo que finalmente se juntaron a modo de una gran estalactita que fue lanzada contra la mujer.

Rika:

¡AAAAH, UN MONSTRUO!

HIELO+

Sin venir a cuento, la estalactita se clavó en el nulo pecho de la anciana, haciendo que esta buscara, desesperadamente, bocanadas de aire, aire helado, que se encontraba a su alrededor; perdiendo el equilibrio y las fuerzas, el frasco que parecía contener el remedio para ser humano voló por los aires.

Para el asombro de todos los presentes; no sería otro que Kuzco el que tomaría la iniciativa, calculando hacia dónde iba a aterrizar, se preparó para saltar usando sus nuevas y portentosas habilidades como conejo; ya habiendo localizado, el Emperador Conejil se dispuso a dar el salto que juzgaría el destino de su vida, como humano o como conejo.

Por desgracia para él, este tropezó con sus aún más portentosas orejas de conejo, cayendo de bruces contra el suelo sin siquiera moverse del lugar en el que estaba. Y el frasco terminó cayendo ante las patas de Kamui, disipándose en el aire a su alrededor.

Una vez que la nube se disipó, ya no había más un león, sino... algo... más familiar.

Evidentemente el resultado final no era el que se esperaba, de hecho, nadie se esperaba un resultado tan desastroso; aunque teniendo en cuenta que uno de los presentes murió a manos de monos y hay una anciana empalada en el laboratorio secreto a causa de la poca habilidad de controlar los nervios de una niña, todo salió bien para los supervivientes.

Kuzco aprendería respeto, compasión, humildad, a usar esas orejas de conejo para espiar lo que decían los aldeanos de él a sus espaldas y tener más motivos para lanzarlos por las ventanas y con tal de ocultar a todos la muerte de Yzma, Kronk sería el que ocuparía su lugar como niñera real, cargo que, por algún motivo, equivalía a ser la consejera del Imperio.

Sea como sea, a Kronk le sentaba bien los trajes de Yzma.

KINGDOM

UNDER

THE SUN

Quizás no fuera el mejor final para esa aventura, pero al menos con las cosas que había en el laboratorio, Rika pudo crear una espada que no solo podía transferir los poderes de algún animal de las botellas que tenía Yzma guardada, sino que era un efecto facilmente reversible. Quizás así Kamui no se sintiera tan... poco peludo...

Los días pasaban y no había novedad alguna de nada que les permitiera salir del lugar, y aunque Kuzconejo les permitió quedarse en Palacio por tiempo indefinido, estos podían notar cierta tensión en el ambiente, quizás un poco de celos por Kamui y su habilidad de convertirse en humano a placer -aunque eso fuera alreves- o algo de desprecio porque no hubieron logrado restaurarle a su forma sensual y humana... o a la de llama al menos.

Cierto día, un portal se abrió en la sala del trono. Mismo portal que había traído a los tres adolescentes principales desde Ciudad de Paso, por lo que ya sabían lo que deberían hacer con el.

Rika:

Esto... no volveremos a hablar de esta aventura a nadie más, ¿vale? sobretodo no a mi maestro, me hará limpiar el doble si descubre que utilizo la magia tan libremente.

Decidimos entrar por el portal luego de despedirnos de todos en el Palacio.

Esto del cambio de cuerpo era extraño y molesto hasta cierto punto, no me agradaba eso deusar una segunda piel, pero aquellos monos calvos decían que debía ser de ese modo por varios motovos que realmente no comprendía del todo, pero bueno era su cultura.

Los días pasaban y aunque no tenía problemas con ayudar a Kuzko a tratar de volverlo humano o llama, ya esperaba que encontraremos una forma de irnos de ese sitio, quería regresar a mis tierras y asegurarme de que todo estuviera bien, debía proteger la frontera y a los cachorros del rey.

Un día un portal apareció frente a nosotros, todos decidimos cruzar aunque antes Rika nos dejo unas palabras.

-Mmm está bien- suponía que había sido imprudente y por ello tenía miedo a un castigo. Luego de eso simplemente iría hacia el portal.