Partida Rol por web

La explosión de las criaturas lo paralizó por un segundo. Recién en ese momento fue consciente del poder que tenía ese ser, y no estaba seguro de que le gustara. Lo miró fijamente mientras le hablaba mirando alrededor y luego así mismo. El hombre parecía pensar que iban a ser una especie de heroes. "Yo?" Miró alrededor para asegurarse de que más gente no había aparecido de repente. -Un mago quiere gobernar el mundo.... y esas.... cosas, son su poder? - Repitió para estar seguro de haber entendido. Se cruzo de brazos mirando al tipo, y pensando seriamente su oferta. No era como si pudiera dejar que esas sombras atacaran a todo el mundo. Se encogió de hombros - De acuerdo, lo haré, pero quien eres tú?

Aquel hombre parecía que iba a responder a aquellas cuestiones, aunque el término que todos deberían prestar atención era el "parecía", puesto que dando la espalda a ambos chavales, un portal negruzco apareció a los pies de aquellos dos jóvenes, los cuales, lentamente comenzaron a hundir los pies y las piernas de los dos chicos, reduciendo su movimiento y cada vez tragándolos más y más.

¡Nos vemos más tarde!

Me encontraba expectante por la respuesta del desconocido, venga ya ni siquiera se había presentado, nosotros tampoco pero teníamos excusa. Pero como no podría ser de otra manera el tipo con aires de misterio no se digno a decirnos nada e incluso nos daba la espalda. Alcé la mano y me fui a acercar para ponerle la mano en el hombro pero... no podía mover las piernas, en cuanto baje la vista pude ver un remolino de oscuridad que nos estaba tragando a ambos.

- ¡Eh! Ni se te ocurra dejarnos así... -suponía que estas cosas las había causado él, no se sentían dolorosas y fuera quien fuera él parecían tener un interés en nosotros o mas bien por que desempeñáramos la labor que el quería así que no lo veía como un peligro real- ...ni siquiera nos has dicho como podemos usar esas keyblades.

Trataba de apoyarme en el suelo y hacer fuerza para no ser tragado... inútilmente.

-Hey- Tramposo! - Se quejó Al suponiendo que ese remolino era obra del tipo para no responder a sus preguntas, al fin y al cabo ni siquiera les había dicho más que lo minimamente indispensable. Se revolvió intentando safarse del remolino con nulos resultados, hasta que todo se puso negro.