Partida Rol por web

Patricia sería la primera en llegar a aquel Laboratorio; no fue demasiado complicado dar con el, puesto que era el único accesible por la joven; pese a ya haber pasado la hora de la reunión, Patricia no se encontró con nadie en aquel lugar. Se encontraba sola en aquel laboratorio vacío. Hacer referencia a la soledad que Patricia percibía por sus sentidos no indica una sorpresa de que hubiera realmente alguien ahí... probablemente.

Sea como fuere, entre los brazos robóticos y las herramientas, las máquinas y los cables, lo único que sobresaltaba era un pequeño ordenador portatil sobre la mesa de trabajo. En dicho ordenador había una nota: "Abreme".

Claro estaba, la los aparejos, aparatos, metales ensamblados con ignota complejidad, y otras palabras malsonantes para describir a robots, seguían despertando la desconfianza de Patricia. No era para menos, antiguas y nuevas experiencias corroboraban que los seres de mente binaria eran el enemigo. Además le recordaban que era demasiado tonta como para entender como funcionaban, y era un momento de soledad, y en soledad podía permitirse derrumbarse con fuerza. Se tocó la herida del hombro a través del agujero en la ropa, amablemente tratada por un agradable ser de carne y hueso. Frunció el ceño, dejó que se la cayeran las lágrimas solitarias como caca a un bebé, e insultó a los robots. 

Tontos. Malos. Padres. Tontos. Curiosidades del inconsciente. Suerte que nadie la estaba viendo, debía ser bastante gracioso verla llorando sola en ese laboratorio.

Acobardada al instante, tonta, seguro que ahora se despiertan y te matan, inspeccionó el lugar a través del velo acuoso y salado de sus ojos... no parecía haber nada. Se aproximó al ordenador, encontró la nota, se acobardó aun más, y reflexionó unos instantes. Si no está Obake, ¿debería llevar el ordenador a Élan y Zaki, y lo abrimos entre los tres...? Pero entonces consideró la posibilidad de que fuera un ordenador igual de tonto y malo que los robots, y que explotara o algo, y entonces sería mala idea llevarlo con el resto. Si había una bomba asesina, mejor que la asesinara a ella sola. Seguro que son amigos míos porque doy pena...

Acabando de llorar de imbecilidad, levantó la tapa del ordenador, cuidadosa de que no explotara. Cuidado que, por otro lado, no impediría la explosión del mismo.

El ordenador a simple vista no parecía guardar ningún peligro y aunque Patricia no era una experta en tecnología, presentía que nada malo iba a ocurrir una vez que abriera el ordenador; al menos no de forma inmediata... mejor dicho, al menos no en forma de veneno, explosión, brazos robóticos que imitaran a cierta escena de S.A.O.

Una vez que Patricia abrió el ordenador tan solo apareció un vídeo, parecía en directo. Era una cama de hospital vacía, nada más.

La mente detectivesca de Patricia aumentó de golpe, como un power-up injustificado. Sus neuronas se gritaron eléctricamente unas a otras, dibujando un mapa de conceptos itinerantes en las profundidades de su cráneo. Cama. Una idea que conocía bien. Hospital. Otra idea que conocía bien. ¡Y no solo eso! Si unía las dos ideas en un solo sintagma... Cama de hospital. Sí, lo había entendido. ¿¡Pero qué significa!? ¿¡Qué significa!? Forzó los ojos para concentrarse mejor. Había una tercera idea que había pasado por alto la primera vez, y que codificaba la información de maneras imprevistas a priori: vacía. Solo hacía falta proceder con el mismo método de antes: sintagmizar. Y en un solo sintagma, Patricia juntó toda la información de la que disponía: Cama de hospital vacía. Oh, frustrante conclusión esquiva, que te escapas de las redes intelectuales de la transexual más bonita del pueblo, no le des más dolores de cabeza a la pobre, ¡preséntate! ¡Presente clara y distinta!

Con cara de Sócrates - no sé nada - , se acabó de limpiar las lágrimas del post anterior porque romperle el himen a la cuarta pared es gracioso , y repasó todo lo que sabía sobre la situación actual. Élan. Zaki. SFIT. BOOM. Hamburguesa. Obake. Hamburguesa y Obake llevan B, que curiosamente es la letra con la que empieza Bob, y BOOM. ¡Se sobresaltó! ¡Bob estaba supuestamente en una cama de hospital! Se tapó la boca, preocupada. ¿Sería que Obake había secuestrado a Bob? Y si el portátil estaba ahí substituyendo a Obake... ¡Oh, no!

Tuvo un primer momento de ¿Qué hago? Izquierda derecha, adelante atrás, casi se cae ella sola de los pasos indecisos. Hasta que finalmente tuvo una idea clara y distinta: Élan y Zaki son más listos que yo. Decidida, agarró el portátil sin cerrarlo, y se puso a caminar por el SFIT con el ordenador en brazos, mirándolo de vez en cuando como a un GPS gigante.

Patricia consiguió salir de aquel laboratorio sin mayores problemas, y lo que era aún mejor, sin que en su camino activara ningún robot sangriento con rayos laser y condimentos en formato viscoso. Lo que era un alivio para ella y posiblemente para los limpiadores del SFIT que aún sin tener que limpiar mostaza de las paredes y ketchup del suelo, tenían mucho trabajo.