Partida Rol por web

-Pero no puede ser. El chico que conocimos antes no habría matado ni a una mosca. -dije, alarmado. Aquello estaba empezando a pasar de inquietante a siniestro. Aquel tipo parecía estar obsesionado con un pobre chaval hasta el punto de ponerse un mote por él. -No, tiene que haber algo más en todo esto. Me preocupa que Bob esté en peligro en manos de ese lunático. Si vamos ahora al hospital le estaremos siguiendo el juego otra vez, pero tampoco se me ocurre que otra cosa podemos hacer... -La propuesta de Patricia tampoco parecía mala. -La mujer aquella, la profesora, ¿no se había quedado cuidando de él? Patricia, tienes razón, deberíamos intentar encontrarla.

Era una teoría difícil de pensar pero debía seguir firme en mis sospechas me pare frente a Saiki no podía dejar hacer algo tan arriesgado como ir a buscar a Mrs. Granville -No podemos buscarla no sabemos si Bob se espera eso además ella misma fue la que nos dijo que la explosión había causado daños neuronales a Bob,si tengo razón Obake buscará eliminar a los que conozcan su identidad- me quede pensando por un segundo que podría querer alguien así de mentalmente afectado -La máquina,la información quiere recuperar lo que pueda la que estalló cuando le di- me quede quede congelado y solo pude terminar mi oración en susurros -La dinamo- me puse firme en mi decisión -¡Saiki no iras buscar a Mrs. Granville!.

Patricia no entendía.

Se daba cuenta de que aquella era una situación muy preocupante, y estresante, y que sus compañeros lo pasaban mal... S-seguro que todo saldrá bien... Y no se le ocurría qué más decir... la pobre seguía repasando mentalmente su inutilidad. A pesar de estar enfrentándose a severos traumas robóticos, la realidad no la premiaba con otro momento de alta utilidad como el de las bolitas luminosas. La gravedad hizo mella en su cabeza, seguro tendría contracturas en el cuello si seguía con esa actitud tan cabizbaja. Con lo que le había costado ir sola a ese laboratorio... y al final solo vengo con un ordenador... pobre Bob... S-se n-nos ocurrirá a-lgo... La primera persona del plural la hacía sentirse incluida, aunque seguramente no formaba parte de ese grupo, seguro que si se iba un rato se pondrán a reírse de mi por emocionarme con lo de ser amigos... seguro... Ay, el victimismo autocomplaciente de una adolescente insegura, lo que llega a hacer. Sí, que se rían de mi, al menos se estarán riendo...

¿Y si hacemos como antes... y yo voy al hospital a buscar a Bob... y vosotros investigáis al burger-boy, y buscáis la dinamo? Si Obake ha preparado una trampa puedo hacer como iba a hacer antes, intentar hablar con él... A lo mejor quiere ser mi amigo...

-Zaki, no sé si te sigo del todo. ¿De verdad estás diciendo que crees que Obake y Bob son la misma persona? Por mucho que así fuera, ¿como iba a montar este tinglado si estaba herido en el hospital?. Ya oíste a Miss Granville. -dije, aunque en realidad ya no sabía bien que pensar. Empezaba a dolerme la cabeza intentando encontrar un poco de sentido.

Me ponía nervioso la escasa confianza que parecía tener Patricia en nosotros y sobre todo, en sí misma. Por cada momento en el que parecía que todo iba bien y salía hacía adelante había otros tantos en los que volvía a retraerse. Se me estaban agotando las formas de probarle que realmente estaba siendo muy valiente por meterse en todo aquel berenjenal. ¿Por qué me estaba preocupando tanto por una chica a la que acababa de conocer? Y sin embargo...

-No, no creo que debamos hacer eso. -dije a la propuesta de Patricia de ir sola al hospital. -Una cosa es separarnos un momento y que nosotros estemos en la habitación de al lado y otra es que cualquiera de nosotros vaya solo a la aventura, sin saber que va a encontrar exactamente. Como poco, un loco peligroso. Debemos permanecer unidos. Lo de la dinamo me parece un buen primer paso. Volver al lugar donde empezó esto. No sé como no se nos ha ocurrido antes. -concluí.

-Hi!. I am Noodle Burger-Boy!.

Eso fue lo que dijo el Robot mientras aquellos jovenes hablaban sobre sus cosas, de forma risueña y fijándose especialmente en las reacciones de los adolescentes; como si estuviera atento a cada palabra que soltaban los niños. Pese a ello, no parecía dispuesto a atacar a nadie, al menos no de momento.

Solo di un suspiro parece que ya se había tomado una decisión -Entiendo,miremos la máquina que estalló y luego iremos a ver al hospital,¿Que haremos con el Burger-Boy? No parece que lo pueda reprogramar- El Burger-Boy sería un grandioso aliado pero también un molesto enemigo.

-Exacto. ¿Qué hacemos con este? -dije, señalando al Burguer Boy. -No nos ha atacado. Al menos, no en serio. -recordé mi humillación hace unos minutos. -Me daría chungo destruirlo así por las buenas. Además, creo que estoy empezando a cogerle cariño a este montón de chatarra. Y no me fío un pelo de dejarlo suelto sin vigilancia. -añadí en voz baja. ¿Burguer Boy, do you want to come with us? -le pregunté por pura cortesía al robot -aunque ya me olía que sudaría de nosotros, pues parecía ir bastante a su bola- rascando del poco inglés que conocía del fondo de mi mente, con un acento marcadísimo pero suficientemente inteligible.

Sí... vamos al hospital... espero que Bob esté bien... 

Patricia volvió a mirar la pantalla del ordenador, como esperando ver algún signo de esperanza. O al menos, algo que no hubiera visto antes. Y luego al burger-boy. Se notaba que todavía le tenía miedo al robot, pero aniquilar a un pobre niño-hamburguesa que no quería hacerle daño a nadie, aunque fuera un robot, no la haría sentirse bien... ¿quien era ella para pegarle a alguien solo por ser un robot que había intentado asesinarles? A lo mejor dse hace amigo nuestro... ¿Want to be friend? Acabó preguntándole con un inglés un tanto... mecánico.

Noodle Burger Boy no parecía entender ese comando de voz, por lo que se limitó a ladear la cabeza y volver a preguntar nuevamente acerca de lo que estos adolescentes querían tomar para comer; algo que a todas luces iba a ser algo imposible de ofrecer, puesto que no había hamburguesas presentes en varias centenas de metros a la redonda.

Cansados y sin mayores sobresaltos los estudiantes se dirigieron al viejo laboratorio, encontrándose con un cordón policial precintando el lugar; a juzgar por el estado del mismo, este no había sido traspasado, por lo que probablemente tampoco aquella persona misteriosa que los estaba mareando, Obake, hubiera entrado allá.

Patricia suspiró cabizbaja al no encontrar ninguna pista importante. ¿Entonces vamo s abuscar a Bob...? Espero que esté bien...