Sin mayores problemas Tsumiko Komachi llegó al supermercado de la primera isla, tan solo tuvo que cruzar dos puentes y una mini-isla de por medio. Realmente esto le daba una sensación completamente distinta a lo que esta había vivido en el pasado, en aquella academia... todo tan apretado, claustrofóbico... en cambio aquí era libre de explorar las islas... y ahora estaba en un supermercado...
Examinaría las estanterías en busca de una linterna y, ya que estaba, algo que pudiera servirme de palanca también.
Para fortuna para Tsumiko Komachi ahí sí que logró encontrar ambas cosas, tanto una linterna en la sección de "Pesca, Caza y Vida Salvaje", como una palanca en la sección de "Perfumería", lo cual es una sección un poco extraña como para encontrar un set de palancas pero... ¿Alguna vez has trabajado en un supermercado?. Esas cosas son extrañas de por sí.
Perfecto. Una vez con ambos objetos, linterna y palanca, me encaminaría al velero.
Aquel dúo de caníbales, salió del aeropuerto y llegaron hasta el centro comercial "Rocketpunch Market" en donde se pudieron encontrar como este estaba ligeramente desabastecido por culpa de la vida diaria que estaban teniendo en la isla. Pero al menos había carritos de la compra disponibles, lo que era una ventaja si querían transportar cualquier cosa.
Solo por que respeto el pacto de no agresión, pero.... me parece muy feo que sigan sin querer depender de los cocineros para comer como se debe - iba comentando una vez llegábamos a coger una de los carritos - no se... minimo degustar un par de canape o de la petit comitiva antes de abrir esas papitas en bolsa, que seran tan poco salubres como mis preparaciones, pero las nuestras son frescas y con todo el amor de unos expertos culinarios...
No se... piénsatelo - para entonces tomar uno de esos carros volteado, levantarlo - cada vez nuestro tiempo en este sitio se acaba... y quedarnos con ese mal sabor de boca solo por afectarnos por nuestros prejuicios como que... no se.... me sabe mal...
Dando una rápida mirada por encima al sitio ... por si la plancha o el microondas se encontraba por este sitio... retomaríamos nuestro andar hacia la tercera Isla.
Yo comí, a pesar de que uno me hizo comer carne humana... Y no era una situación normal, estábamos todos nerviosos no era excusa para esa liada que hiciste.
POr cierto, ¿Para que querías todo eso? Espero que no sea otro plan genial de los tuyos...
Aquel dúo de caníbales, habiéndose hecho con un carrito de la compra, decidió marchar hacia la tercera isla en busca del microondas tan ansiado por todos los presentes para desentrañar los misterios que había en la tercera isla. Aunque era algo claro, la situación no parecía ser la más óptima de todas.
¡Este mercado tiene una amplia variedad de productos que incluyen frutas y verduras frescas, souvenirs, pasatiempos y artículos deportivos, ropa, decoración del hogar e incluso armas! La tienda permanece abierta fuera del horario laboral (9 AM-5PM) y algunas excepciones. ¡Visite la Tienda para obtener más información sobre la máquina expendedora MonoMonoMahcine en la parte posterior!
Y Barbara logra llegar hasta el Supermercado del cohete, aquella enorme estancia se había abierto ante ella y al menos ahí sí había aire acondicionado, como en el aeropuerto, por lo que era un lugar agradable para estar y pasearse para comprar. Algo que claramente era mucho más humano que la tercera isla.
Mientras Barbara Custik estaba haciendo sus cosas en este lugar particular tan curioso, a fin de cuentas no se sabía del todo bien el porqué esta había escogido este lugar en particular ni lo que esta estaba buscando en aquel lugar; esta superviviente recibió un mensaje en su PDA... de un muerto... o al menos de un desaparecido.
¡NOS VEMOS EN LAS RUINAS DE LA 2º ISLA DE INMEDIATO!
-Akemi Eiji
Era curiosamente tranquilizante el caminar por aquellos pasillos con aire acondicionado, como si por un instante al cerrar los ojos volviera a la vida lejos de este infierno, pero... Eso era imposible.
Por lo que sin perder el tiempo camine hasta la zona de los vicios en dónde me pillaria unos cuantos encendedores con el diseño del oso, para luego pasar hasta la zona de perfumería y hacerme con unos desodorante, cosa de tener una especie de lanzallamas improvisado con que mantener a raya a esas visiones que antes llame compañeros.
Eso sí... mi Solipsismo no me dejaba nunca tranquila y antes de tener un tiempo para meditar mejor las cosas... Un nuevo mensaje asalto mi Pda.
Da'fuck ?... - totalmente extrañada re~leeria un par de veces aquel mensaje, solo para caer en cuenta de que si esto solo eran visiones que me estaba haciendo ver mi mente, esto fuera un último intento ahogado de que esté sueño se encaminará a lo que se suponía que debía ser
Cuando despierte, voy a tener una charla muuuuuuuy larga con mi psicólogo...
Equipada con. Mis nuevos objetos me muevo a las ruinas.
Y así fue como Barbara Custik, equipada con aquellas cositas, se dirigió hacia la segunda isla para poder encontrarse con Akemi Eiji, o al menos con quien estuviera usando su PDA en estos momentos. Quizás esto pudiera ser una trampa o quizás simplemente sea la fase final... a saber...