"Con que anoche eso no estaba así quiero decir lo que he dicho. Faltan muchos utensilios. Ollas, cuchillos... cuando ayer visité este lugar estaba todo intacto." la miré, ella me seguía mirando confundida. "...Me entró hambre, ¿vale?" reconocí bajando el tono de voz, algo avergonzada. "Podría haber ido a supermercado pero tenía miedo de que me encontraran. Pensé que ir aquí era la mejor idea... pero me topé con uno de ellos." ...Tsk, ahí estaba yo otra vez, contándole cosas, cosas que me vendría mejor mantener la boca cerrada. Ella no paraba de ayudarme, sí, pero el miedo, o la precaución, o el instinto de superviviencia... estaba ahí. Ya fui traicionada varias veces en el primer juego. ...Este no tenía pinta de que fuera a ser diferente, de hecho, ya directamente era peor. Había perdido a Obinata, joder... y a este paso, el sacrificio de Tafuna iba a ser completamente en vano...
Kimura me habló del marinero. Al parecer no se llevaban bien. Él le había reventado la puerta para protegerme, decía él. Ella no le creía. Pero al final, había sido uno de los que intentó salvarme... ...Quizás si que podía contar con él. Aunque tampoco demasiado... ¿Y qué había de Kimura? Ahora me hacía aún más preguntas... "Humh... Sobreviví a un juego igual que a este." dije, cruzándome de brazos. "Fue... desagradable."
Era consciente de que mis palabras podian malinterpretarse con que fui yo la asesina y gané. ...Quizás eso era lo que buscaba. Temerosa de acercarme demasiado a nadie, de dejar a nadie que se acercara demasiado, levantando, una vez más, un muro de espinas en mi corazón.
Eché a andar hacia ella... no, en realidad, hacia la salida. Esquivé a la Betatester, para dirigirme sin mediar más palabras hacia el despacho. Allí, encontré justo lo que estaba buscando. ¡Un Walkie-Talkie encendido deliberadamente con celo! Quité la cinta adhesiva y tomé el Walkie-Talkie inmediatamente, fijándome muy atenta en la numeración del display, la frecuencia con la que debía estar conectado todavía...
Master no olvides darme info de esto que quiero averigüar quién podría haber estado al otro lado del walkie. Saber la frecuencia a la que estaba vinculado es un buen primer paso.
Seguí a Tsumiko al despacho en silencio, no quería molestarla mas de lo que ya estaba. ¿Estuvo en un juego antes con ese chico de la playa? Ganaron, ¿Acaso mató a sus compañeros? No, no puedo dudar, se nota mucho dolor cuando habla de esa época seguro que es una superviviente... pobres y tienen que pasar por esto otra vez, una vez ya es bastante duro, no puedo imaginar vivirlo dos veces.
Con esto dicho, el grupo conformado por Akira Kimura, Joshua Josef, Suigin Shita, Uma Yugana, Yoshimatsu Arai y Yuki Aimi marcharon al exterior de la cocina de la Vieja Cabaña, pasar a través de toda la vieja cabaña, y salir al exterior en donde pudieron todos ver una nube de humo en contraste con el atardecer.
Aquel grupo, o quizás mejor dicho dúo, decidió investigar la Primera Isla en busca de algo que les pudiera servir, por desgracia en aquella Piscina no parecía haber nada que pudieran relacionarlo con ningún asesinato, al menos que encontraran. Con las manos vacías regresaron a explorar otro sitio. Eso sí, el paseo romántico bajo la luna era lo que les quedaba como premio de consolación.
Aquel grupo, o quizás mejor dicho dúo, decidió investigar la Primera Isla en busca de algún objeto más que les pudiera servir para usar en el aeropuerto. Y aunque llegaron sin demasiados problemas hasta allá, el carrito de la compra no podía subir las escaleras tan cargado como iba. O se separaban y una entraba sola a investigar, o luchaban por subirlo... o dejaban el carrito atrás.
Vez... y por eso es util llevar siempre un carrito de supermercado a todos lados, nunca sabes cuantas vueltas con objetos relativamente pesado se tiene una que dar en estas situaciones - comentaba cuando por fin llegábamos de vuelta a la primera isla, aunque al notar una vez el discriminante diseño que tenia este sitio en contra de las cosas con ruedas, no me queda mas que bufar a la vez que soltaba el carro.
Tu espera aquí con el cacharro, total lo que buscamos es una plancha... tampoco es que pese un mundo - me apresuraba a comentarle a Kimura - y tranquila... es un sitio cerrado, tampoco pienso escaparme si la idea aun ronda por tu cabeza..
Me aventuro sola al Trastero de la cabaña.
Espera... Antes de poder decir nada y ya estaba dentro de la cabaña... Maldita sea... Escapar quizá no pero esconderse algo...
Me quedé esperando como dijo pero eso no quiere decir que luego no fuera a registrarla.
Y así fue como Barbara Custik se adentró en la Vieja Cabaña para poder armarse con cuchillos afilados, cuchillos punzantes, cuchillos dentados, cuchillos serrados, machetes de carnicero, navajas, sacacorchos y la peor arma de todas, cucharillas para tomar el té. Pues nadie se espera un asesinato usando esta arma... y eso hace que su guardia baje...
Finalmente Barbara Custik saldría de aquella Vieja Cabaña, no le había tomado mucho tiempo en agarrar aquella Plancha, y aunque era algo pesada, esta tenía la fuerza suficiente como para sujetarla sin quejarse demasiado, cosa que podía quejarse, a fin de cuentas la plancha no es otra cosa que la peor figurita del monopoly.
Finalmente Barbara Custik saldría de aquella Vieja Cabaña, no le había tomado mucho tiempo en agarrar aquella Plancha, y aunque era algo pesada, esta tenía la fuerza suficiente como para sujetarla sin quejarse demasiado, cosa que podía quejarse, a fin de cuentas la plancha no es otra cosa que la peor figurita del monopoly.
...y hablando de figuritas del monopoly, aunque en este momento Akira Kimura no se había movido lo más mínimo desde la última vez que la vio, ella poseía el coche del monopoly, si es que le echamos imaginación y pensamos que el carrito de la compra con un microondas es un el coche del monopoly, claro está...
Caso curioso, al final si que había una plancha en aquel sitio - comentaba como quien no quiere la cosa cuando llegaba al lado de Kimura y dejaba en el interior del carrito de supermercado aquel avejentado objeto - ¡Y deja de mirarme así !... que no agarre nada sumamente relevante o importante para proteger mi propia existencia - me aseguraba de agregar antes de que ella misma siquiera digiera algo del echo.
S-solo prendí un fosforo... cerca de los artículos de fiesta - mientras me acercaba mas al carro como si quisiera tomar total posesión - veras... sentía que esta isla se podía sentir con ligera envidia si se enteraba que la una de sus hermanas tenia su propia hoguera gigante, soooo.... un poco de labor cibica mas tarde - ensanchando ligeramente la sonrisa - Pero vamos~Vamos, hay cosas mas interesantes que tratar... ¿ no ? - y empezar a jalar del carrito como si no me importara nada de mi propio discurso .
Si Kimura no se Niega nos movemos al Aeropuerto, si ella entra al sitio me voy sola al Aeropuerto ^^
Vi como volvía y me la quedé mirando con sospecha, obviamente se dio cuenta aunque no quería ocultarlo.
Entenderás que dude ¿No?
Escucha el resto del discurso hasta que oí...
¿QUE HAS HECHO QUE? ¿Pero quieres ahora pirómana?
Estuve debatiendo durante unos minutos, queria entrar para pagarlo, pero a la vez dejarla sola no era una opción y podía haber sido una distraccion para que la dejara sola, si, eso no iba a pasar. Los buenos que sabía que los demás estaban todos juntos... Me lleve la mano a la cara y suspiré.
Pfrf bien, voy contigo... ¿Era necesario?
Y así fue como aquel grupo se alejaba lentamente de una posible escena del crimen, al menos un crimen contra la propiedad y un crimen bastante incendiario.... pero el lado bueno es que ahora tenían lo que andaban buscando, no solo el microondas, sino también una plancha. - El objetivo, el aeropuerto.