Uma no se lo había planteado hasta el momento, pero notó como al ducharse el agua se regulaba automáticamente a su temperatura preferida sin tener que modificarla. Era increíble como esto había pasado por encima de su cabeza durante todo el tiempo trascurrido, pero recién ahora era percibido por ella ahora que sabía sobre la realidad virtual. Como si sus ojos estuvieran más abiertos al entorno.
- Tch... siempre estuvo delante de nuestras narices...
Mientras más pensaba en todo lo que pasó y estaba pasando, los asesinatos, la realidad virtual y los chicos que todavía estaban atrapados, la chica no pudo evitar llorar en silencio. Mientras el agua agradable pero falsa caía en su ilusión de cuerpo.
- Esta gente... estos chicos no merecen esto. Ahora me queda más claro que nunca... ¿Por qué... por qué Izan, Shita y yo colaboramos con ese maniático titiritero? ¿Por qué nos consumió tanto nuestra envidia? Cielos santos...
La jinete suprema estaba completamente destruida, sintiendo que todo sentimiento de seguridad que tenía se había desvanecido ahora que era la última "conspiradora" viva. Cuando murió Izan, pensó que simplemente había sido una excepción por su propia estupidez. Pero el titiritero había desaparecido y la lisiada había sido asesinado. No había final feliz para los malos. Ahora es la única loba negra en el grupo. Ya no creía en su causa, pero... ¿qué importaba?
Sus días virtuales estaban contados.
- Lo... lo siento... lo siento tanto, chicos... Tsumiko...
El tiempo de Investigación ha terminado... venid a Monokuma Rock para el Juicio Escolar.
El tiempo había terminado, y por desgracia Uma Yugana lo había pasado enteramente tratando de limpiarse del vómito que le había caído encima. Al parecer ahora más que nunca iba a tener que confiar en sus compañeros, aunque quizás con un poco de suerte podía lograrlo...