Partida Rol por web

- Tercera Isla -

- Cine -

Sala de Cine

Uma Yugana llegó a la Sala de Cine, la cual se encontraba en la más completa oscuridad; pues a diferencia del Recibidor Principal, aquí no había ventanas que dejaran pasar la luz del exterior. Aunque a parte de esta oscuridad reinante, el calor que había en la zona se notaba mucho más, quizás por la falta de ventilación de la zona.

Uma Yugana colocó un rollo de cinta de película en el reproductor y le dio al Play... pero nada pasó. Quizás porque no había electricidad en el cine...

 Encontrándose completamente enfocada en su propia angustia y enojo, Uma parecía no haberse percatado de la falta de electricidad en el edificio. Algo que, ahora que lo notaba, era bastante evidente. Algo avergonzada consigo misma, se queda sentada en uno de los asientos cercanas a la puerta de la salida. Ofuscada y con los brazos cruzados.

- ¡Puff! Nada parece salir bien últimamente... quizá...

 Uma sacó su MonoPad y se fijo en el nombre de Suigin Shita, mordiéndose el labio inferior de pura rabia. Aquella chica era una enemiga de ella. Una traidora. No podía confiar en ella. Y sin embargo... si no la tenía a ella, estaba completamente sola en aquella isla. No tenía opciones.

 Con los dedos temblorosos, Uma se comunica por el chat con ella.

 Ante las constantes negativas de Suigin para reunirse y hablar un poco (a pesar de que no esperaba mucho de una traidora), Uma deja de intentar contactarse con ella. Después de todo, ante aquella actitud de la lisiada, no había mucho que pudiera hacer. Parecía que ella quería integrarse al grupo y dejar su pasado como infiltrada detrás... por supuesto, dejándola detrás a Uma Yugana. Quien ya había sido delatada como una alumna rechazada.

 Sin embargo, aquellos pensamientos en la cabeza de la jinete eran tapados por un pensamiento mayor: el pensamiento de la soledad, de la desesperación... y de la muerte. Sabía que estar sola por mucho tiempo lo causaría problemas en su cabeza, y haría que fuera un blanco fácil para los potenciales asesinos.

 Por lo que, a pesar de que dudaba que fuera una buena idea, Uma fue al restaurante en búsqueda de algo de compañía.

Decidir si confiar o no en una persona es como decidir si trepar o no a un árbol porque puedes obtener una vista maravillosa desde la rama más alta o simplemente puedes cubrirte de savia y, por esta razón, muchas personas optan por pasar su tiempo a solas y en interiores donde es más difícil astillarse.

La confianza que Uma Yugana tenía en Suigin Shita se vio claramente afectada por este acto continuado de ignorarla. O quizás la ignoraba porque le había pasado algo, a saber... Ahora mismo lo que le interesaba a la muchacha era ir al Restaurante de carretera para poder conocer a alguien que pudiera hacerle compañía en esos momentos difíciles. Aunque... ¿Quién?.

Shishio Uke llegó a la Sala de Cine, la cual se encontraba en la más completa oscuridad; pues a diferencia del Recibidor Principal, aquí no había ventanas que dejaran pasar la luz del exterior. Aunque a parte de esta oscuridad reinante, el calor que había en la zona se notaba mucho más, quizás por la falta de ventilación de la zona.

Pufffff... sí, debería haberse esperado eso. No podría distraerse ni por un segundo, ¿eh?

No se podía imaginar que esperar en una isla desierta a que alguien muriera pudiera ser tan increíblemente aburrido. Ahora, podía intentar buscar la caja de fusibles y darle un par de toques, pero no sabía dónde estaba ni cómo hacerlo ni por qué molestarse tanto cuando podía hacer cualquier otra cosa en la isla.

...

Shishio se fue otra vez al recibidor a buscar la forma de conectar la electricidad.

Shishio Uke veía su futuro negro, o al menos veía su presente negro. Por lo que para iluminar un poco la situación se marchó a la sala anterior con la esperanza de hallar la caja de fusibles que pudiera poner en marcha el cine, quizás una película interesante podía darle la dosis de entretenimiento entre asesinatos que merecía.

Llegando a la sala de Cine, Barbara Custik apenas podía ver puesto que la única luz que se emitía en el lugar era la de las llamas que poco a poco estaban cubriendo toda la estancia causando riesgo de colapso. Por suerte para ella pudo localizar tanto a B-Rabbit como a Shishio Uke... sin rastro de nadie más.

     Dicho y echo, el caminar por aquellos pasillos llenos de humo toxico y temperaturas cada vez mas insoportables eran para mi casi un paseo por el parque, casi que si no fuera por que nunca e sida muy amiga de ir en monos de trabajos fácilmente mente podría haberme pillado el titulo de Bombera definitiva.

   Pero... lo importante no era yo en estos momentos, lo importante... era que mucho mas temprano que tarde estaba al fin en aquel gran salón, el cual estaba repleto de humo dificultando ver bien siquiera mas alla de dos o tres palmos de distancia ... ahora que lo pienso... Uma dijo que no logro conseguir que la luz funcionara... debo cuidar mis palabras sobre esta sala... 

  A pesar de ello... cierto detalle me hizo quebrar de manera inmediata aquel exceso de confianza que llevaba desde hace un rato...

          .... - miraba con total horror lo que tenia enfrente mío, pues no necesitaba ser ningún títere con forma de Vampiro para saber que la cuenta de sacrificios solo llegaba hasta el 2 .... ¿ por que?, ¿por que?, ¿por que?, ¿por que?,¿ por que?,¿ por que?... 

    Girando de manera brusca y ciertamente ortopédica mi cabeza por encima de las sillas, intentaba ver si por casual lo que alguna vez fue la señorita Kanai se hubiera resbalado hasta quedar entre debajo de los felpudos sillones.

  Pero.... nada...

Ni un mecho...     Ni una sonrisa...

Solo... Nada...

   Y lo peor... Tsukomi y el resto estaban ya al caer ...de seguro ya debe hacerse una idea de quien puede ser.. vamos... era la única que se encontraba lejos de... ¡¡ Momento...!!, Kanai tampoco esta.... hmmmmmmmmmm..... hmmmmmmm.... Hmmmmmm.... q...quizás p...pueda....

    M...muy bien Uke muchacho - agarrando desde el cuello de su camisa, para inmediatamente cogerlo y cargarlo cual saco de papa gracias a su ligero peso - parece que tu destino no quiere que te vuelvas una batata rostizada... - y sin comentar mucho mas dar media vuelta y empezar a marchar fuera del lugar, pues de ahora en adelante... mi suculento plan.... pasaba por fin a la parte de la sartén ... solo medir tiempo y evitar que se quemen los argumentos en las esquinas...  

Cargando a Shishio Uke, Barbara Custik junto a su saco de patatas particular, volvieron al recibidor del cine esperando encontrarse ahí con Tsumiko Komachi y con lo que sea que esta hubiera encontrado, si es que encontró algo en un primer lugar, claro está.