Partida Rol por web

- Primera Isla -

- Hotel Mirai -

Vieja Cabaña

Baño unisex
Es un baño con tan solo un retrete y una ventana de rejilla diminuta.

Por suerte para ella, la grandiosa Uma Yugana no se encontró a nadie por el camino, pese a que pudo ver a aquellos dos en el despacho cortando papeles de colores, y escuchar los quejidos de los otros dos luchando por mover las mesas; esta al final llegó a su destino, el baño.

En donde se sentó y cerró la puerta con llave para así, al final poder aliviarse en paz, sin cámaras, sin testigos.

 Uma finalmente llegó al baño, con los retorcijos en su panza sacándole todas las fuerzas. Se preguntaba realmente qué era lo que le estaba pasando, pues ella no solía tener semejantes problemas intestinales. Su estomago era de hierro, diseñado para soportar cualquier clase de comida de cualquier región a la que viajase por sus competencias. Esto no era usual.

- Ughh.... ¡Ngh!

 Se sentó en el inodoro y espero poder aliviar sus tensiones rápidamente. Se sentía algo mal por dejar a Suigin sola en la Granja... pero aquella chica no era ninguna tetrapléjica. Solo era parapléjica; que no se quejara.

- Uff... uff... agotador... extenuante... irri... irritante...

 Finalmente, Uma logró aliviar sus dolores estomacales en lo que fue una sesión larga y extenuante, que había durado algunos minutos pero se sintieron como unos 15 días. Tenía las piernas acalambradas y el sudor le corría por la frente, pero por lo menos no fue nada que ella no pudiera manejar.

- Uff... uff... hace falta más que una indisposición... para acabar con Uma Yugana... ¡he dicho!

 Uma seguía sentada en el inodoro, con la sensación de que se estaba perdiendo algo más que la fiesta (si bien no podía poner en palabras esa sensación). Era lamentable para ella, pero más lamentable era para sus compañeros que no podían disfrutar de su presencia. Ese es una de las ventajas de ser Uma Yugana: siempre estás en presencia de Uma Yugana. ¿Y qué más se puede pedir?

- Supongo que estaré aquí un rato más... todo culpa de este inepto sistema digestivo. ¡Deberías estar a la altura de las circunstancias, Estomago-kun!

Finalmente Uma Yugana había sido capaz de salir por la puerta y ante ella un Monokuma que acababa de abrir aquella puerta bloqueada estaba esperándola para guiarla a lo que parecía ser un lugar bastante lejano, al menos fuera del Hotel, todo mientras se quejaba de que ya llegaban tarde.

Aquel grupo, o quizás mejor dicho dúo, decidió investigar la Primera Isla en busca de algo que les pudiera servir, por desgracia en aquel Baño Unisex no parecía haber nada que pudieran relacionarlo con ningún asesinato, al menos que encontraran. Con las manos vacías regresaron a explorar otro sitio. Eso sí, el paseo romántico bajo la luna no, porque estaban a cubierto, bajo techo mejor, el paseo romántico bajo techo era lo que les quedaba como premio de consolación.