La sala está conformada por varias filas de pupitres, sillas y todo lo que pudierais esperar de una clase de instituto.
Había algo realmente extraño aún así, las ventanas estaban tapadas con grandes planchas de metal y sujetadas con aún más gruesos tornillos. El nivel de la barricada es tal que no podéis saber si allí fuera es de día o de noche. También había unas pintadas en la pizarra que rezaban:
¡Bienvenidos alumnos de Hope's Peak!
La sala está conformada por varias filas de pupitres, sillas y todo lo que pudierais esperar de una clase de instituto.
Había algo realmente extraño aún así, las ventanas estaban tapadas con grandes planchas de metal y sujetadas con aún más gruesos tornillos. El nivel de la barricada es tal que no podéis saber si allí fuera es de día o de noche. También había unas pintadas en la pizarra que rezaban:
¡Bienvenidos alumnos de Hope's Peak!
Levantándose lentamente de aquel pupitre, aquel alumno vio con cierto desconcierto dónde se encontraba. Le dolía bastante la cabeza y estaba algo mareado al punto en el que tuvo que necesitar sentarse para no caer desplomado contra el suelo, pero al cabo de unos segundos, este pudo reconocer su entorno como un aula.
. . . - silenciosamente me iba recomponiendo de toda aquella extraña sensación de pesadez, como si hubiera estado en una de esas fiestas familiares en donde debido al exceso de alcohol, una de tus tías mas jóvenes se encontraba llorando al ver como su papa recién cocida se iba rodando por la habitación ... una experiencia fascinante...
Q-que extraña forma de decorar interiores... - rompería el silencio mientras poco a poco me iba sentando de manera mas natural, para entonces revisar mis ropajes... mis bolsillos y el pupitre; al fin y al cabo necesitaba recolectar información antes de siquiera llegar a una conclusión apresurada - S-sera un largo dia...
Esta persona pudo ver que en una de las 16 mesas de los estudiantes; había un pequeño panfleto, el cual al acercarse a este, pudo leer sin mayores problemas o inconvenientes acerca de qué se trataba. Al parecer, era un pequeño panfleto acerca de la Academia, en donde explicaba a groso modo la importancia de la Academia. Una mera propaganda... pero también tenía una carta.
Mr. Iñigo Nills O'Hara
Recientemente hemos abierto plazas para seleccionar entre los numerosos estudiantes ordinarios a unos cuantos notables en sus campos para atender nuestra prestigiosa Academia.
Como resultado de esto, usted ha sido seleccionado y nos congratula invitarle a unirse al resto de nuestros maravillosos e importantes alumnos como el "Ultimate Library Curator".
Se ha incluido una guía orientativa de la Academia Hope's Peak.
. . . Academia Hope's Peak. - mentaba ligeramente intrigado por todo esto, pues aunque como cualquier alma moza en este universo me interesara cursar en tan afamada academia, también no podía ser tan bobo como para confiar en el primer mensaje que leyera ... mas cuando mi definitivo era la preservación y clasificación de este tipo de recursos...
Tal vez por lo mismo me puse a analizar la carta en si, si su escritura fue hecha por una maquina o a mano... la calidad del papel y la decoloración del mismo, para tener mas o menos presente de hace cuanto tiempo se había escrito aquella carta y hasta ponerla a contra luz, por si era posible leer algo que hubiera sido escrito con otra clase de tinta.
Una vez satisfecho con mi investigación, lo siguiente fue revisar el resto del cuarto por si hubiera algo mas que resaltara y si este no era el caso, abriría con cuidado la puerta buscando salir del sitio haciendo la menor cantidad de ruido posible.
La vida de ese papel se remonta a los bosques del Amazonas en donde el árbol del que proviene era el hogar de distintas especies animales, entre ellos unos macacos muy adorables que empezaban a practicar en el uso de las herramientas y a formar un lenguaje propio para comunicarse entre ellos, hasta que una empresa maderera taló sin previo aviso el árbol y lo convirtió en papel para aquel panfleto. La tinta, por el contrario, vino de un proceso sintético, al sur de China, una empresa que vierte sus residuos tóxicos en el rio amarillo, como todas las demás, por lo que es complicado sacar algo en claro de ella.
Está escrito a máquina, una máquina alemana de hace 20 años como mínimo. El desgaste de los años ha hecho que algunas letras sean poco consistentes en cuanto a su impronta, y además de eso suele atascarse cada vez que se le da al espacio, por lo que en ocasiones hay que darle dos veces para que funcione.
No parecía haber nada de interés en el resto del cuarto, al contrario, las ventanas estaban cerradas a cal y canto con las planchas metálicas de las paredes, por lo que esto hacía imposible poder moverse con la libertad que uno deseara, siempre y cuando se tuviera en cuenta de que uno deseara tirarse por la ventana como si fueras un turista británico en un hotel con piscina en Ibiza.
Y así fue como Iñigo Nills O'Hara abandonó la estancia luego de obligar al narrador a explicar cosas más o menos innecesarias acerca del cuarto en el que se encontraba y aún más innecesario acerca de aquel papel del panfleto, de la carta, la tinta utilizada en ambos y su método de impresión.