Isen paseaba con tranquilidad por la amplia zona verde que rodea el enorme castillo de la Academia... Increible pensar que hay tanto espacio libre aquí, cuando fuera de la Academia la ciudad está tan repleta de edificaciones y lugares tan variados. Sí, hay parques y tal, pero ninguno tan grande como este.
Deambulando por el Jardín de Flores, un prado lleno de flores de todos los colores y formas, se encuentra con una de las profesoras, quien parece estar recogiendo hierbas. No muy lejos está la entrada al bosque.
La profesora de Alquímia, clase que tendrán justo el día siguiente del presente, se encuentra revisando el estado de algunas de las flores. Riega unas, recoje otras y va guardando las que le llaman la atencion en una pequeña cesta. Debe estar recogiendo materiales para la clase...
Cuando se percata de la presencia de Isen, deja la cesta en el suelo y se pone en pie, saludandole con una pequeña reverencia.
-¡Ho... Hola! Uh... Yo... Uh... ¿Me buscabas para algo...? - , parece ser una mujer algo nerviosa.
---Oh...lo siento profesora Steins, no pretendia molestarla, simplemente paseaba por aqui, queria ver el bosque y practicar un luego un rato....
La profesora tartamudea un poco de tanto en tanto en sus respuestas, parece ser alguien bastante nervioso...
-A... Ah... Uh... C-claro, este... No me molestaba. Si quiere, puede seguir al bosque, no le entretendré.-
Y con eso dicho se volvió a reverenciar.
---Gracias, no hace falta que me haga una reverencia, profesora, no soy nadie importante- digo sacudiendo la cabeza,no sé quien estaba mas nervioso o ella o yo-Continuaré mi camino, nos vemos mañana en clase, Adios
Tras despedirse de la profesora, Isen se encamina al bosque. Es bastante frondoso, el verde de las hojas es claro y agradable a la vista... Aún brillan con el soleado color del verano.
El paseo es bastante tranquilo, ayuda a Isen a relajar su mente y calmar su alma: Los olores, los colores, el sonido del arrollo cercano... Es agradable estar por allí.
Parecen haber algunos animales dando vueltas por ahí, en general ardillas, conejos y otras criaturas pequeñas.
Se escucha a lo lejos el sonido de algo clavarse contra la madera cada cierto tiempo, como si alguien practicase arquería.
Cierro momentaneamente los ojos disfruntando del ambiente relajante del bosque, de hecho, busco un lugar para sentarme y saco la esfera de nuevo dispuesto a tratar de concentrarme, en aquel ambiente tan tranquilo y relajante quizas lograse que funcionase mi magia en aquel ambiente, aunque el sonido distante de algo clavarse llamaba la atención...
Isen permanece con tranquilidad sentado en el bosque, tal es la paz que poco a poco algunas criaturillas se le acercan a olisquearle antes de escapar nuevamente, escondiéndose entre la arbolada.
Aún así, incluso consiguiendo concentrarse mucho más que en clase, no consigue demasiado... Sí, la gema se ilumina un poco, pero no demasiado. La práctica no es en vano: Se siente un poco más cómodo canalizando esa energía, y dejándose llevar se le podría ir la tarde entera en ese estado de relajación, pues la forma en la que el cristal toma la energía que él le ofrece se siente muy armónica, de cierta manera.
Asiento satisfecho ante la clase, a este paso tenia la esperanza de haber dominado la iluminación de la esfera antes de que llegase la proxima clase de magia; así que decidí salir de la tranquilidad del bosque y me dirijí hacia uno de los lugares que me llamaba la atención desde que ví la distribución de las clases, los Altares de los Dragones, no sabia que eran, pero habia "algo" en mi interior que me impulsaba a visitar esos lugares, así que me decidi a caminar y visitar el Altar del Dragón Azul situado en la 1º planta
Definitivamente, el objetivo que se propone Isen de conseguir dominar el cristal antes del siguiente Martes es bastante asequible. ¿Quien hubiera dicho que sería tan fácil...? Todo este tiempo la magia parecía algo tan complicado y extraño, y resulta que es natural en él. ¿Estarán pasando los otros alumnos por un descubrimiento similar?
Justo antes de la hora de la cena, Isen pudo llegar hasta un precioso mirador en la Planta 1: El anaranjado del cielo estaba iluminando la amplitud del campo verde de la academia, bañando las copas de los árboles y reflejando contra el arrollo. En el centro del mirador se puede ver una estatua azulada que representa a una gran criatura reptileana. Parece haber sido contruida con mucho respeto. En su pedestal, en cada uno de los cuatro lados que rodean la estatua, se pueden encontrar sitios para dejar sahumerios. Parecen haber algunos encendidos, huele bastante agradable.
La figura es algo así:
La tarde sigue cayendo, ya queda poco para la cena...
---Vaya...no esperaba un altar así...- digo en voz alta mas para mi que para alguien cercano, aunque no habia nadie,cosa que le extrañaba, pensaba que habria sacerdotes o algo así en la zona...- Es sin duda impresionante....
Camino hasta la estatua mientras deposito la mano sobre esta impresionado no solo por su tamaño, sino por su belleza...
Quizás uno habría esperado una revelación o sensación extraña al tocar la estatua, sin embargo simplemente pudo sentir el material sobre el cual estaba hecho, una piedra meticulosamente pintada y tallada.
Aún así, algo en su interior le hace sentir que hay algún tipo de familiaridad con esa criatura... Quizás algo relacionado a ese extraño talento suyo para congelar lo que toca, para generar frío y hielo donde antes solo había aire.
---Hola? No hay nadie al cargo de esto? - pregunto mientras acaricio la piedra de manera distraida, no podia ser que aquel lugar supuestamente sagrado estuviera tan solo...
Nadie le responde a Isen. Si es que hay un encargado, no está allí ahora mismo... De todos modos, parece que el cuidado de la estatua es algo comunitario, después de todo esos sahumerios fueron puestos por quienes respetan a la figura, no por monjes o sacerdotes.
Ya deberiamos ir cerrando esta escena pronto, que está empezando a estar muy desincronizada (temporalmente hablando) con la otra.