Partida Rol por web

Los días dos días fueron bastante movidos. Sí, haber escapado de casa hace algo de tiempo y haber pasado por estar viviendo a la deriva fue definitivamente difícil. Todo el tiempo que estuvo casi sin sustento y por su cuenta resultó de lo más complicado para ella, sin embargo nada pudo prepararla para lo que sucedió.

La madre de Nayja siempre se quejó de la poca seguridad que tenía la casona que tenían en un bosque relativamente cercano a Gaheic. Sí, solo la utilizaban para fines de semana y vacaciones, pero seguía siendo una bonita y elegante casa, típica de nobles que querían alejarse de la presión de la sociedad sin prescindir de sus usuales comodidades.

Fue hace dos días que hubo un asalto, dos días desde que se llevó el susto más grande de su vida, desde que pasó terror y temió por su vida, y cuando se quiso dar cuenta acababa de accidentalmente devastar no solo la casona y los asaltantes, sino también parte del bosque. ¿Un kilómetro a la redonda, más? Difícil saberlo con exactitud, su estado emocional no era de lo más estable por ese entonces... Su cuerpo y mente se sentían idos tras todo lo que pasó. ¿Daños físicos? Ninguno, pero aún así no se podía mover.

Llegaron dos personas, horas después: Una mujer pelirroja acompañada de un joven espadachín de cabellos violetas. ¿Y luego? Las imágenes se van borrando poco a poco. Recuerda por un momento pasar por el bosque, siendo cargada... Luego despertar y estar volando, sentir las nubes antes de que todo se vuelva negro de nuevo... Una cama cómoda, y negrura.

-¿Hola? ¿E... estás bien...? Creo que está despertando...-, una voz algo nerviosa dice, antes de escuchar una seguidilla de pasos alejándose.

Cuando Nayja consigue entreabrir los ojos, está en una camilla algo cómoda, en lo que parece una sala médica dentro de un castillo. Parece estar cayendo la tarde.

Pronto la joven que le atendía regresa. -Si-cielos, cielos... P-pobre... Tranquila, tranquila, n-no te muevas...- le comunica con preocupación antes acomodarla un poco, ajustar su almohada y ponerle una mano en la frente. -Ya no tienes fiebre... Que alivio...- dice, sonriendo un poco.

-Ya lle-llegar-rá la Directora...

Nayja se despereza en su cama... ¿Qué ha pasado realmente? ¿Dónde se encuentra? Todo son misterios para ella. Se siente como si los últimos tres días hubieran sido un sueño.

- ¿D-d-dónde me encuentro? - dice con una voz algo desconcertada. - No consigo recordar nada de nada...

La desconcertada chiquila intenta observar sus alrededores para orientarse e intentar averiguar dónde se encuentra y quién es la persona que la acompaña.

-¿N-nada...?- murmuró la joven mujer con preocupación. Sus manos se elevaron para cubrir la parte inferior de su rostro mientras su mirada denotaba más y más preocupación. -¡Cielos...! ¡Eso es... terrible! Pobre, el... El trauma de lo que pasó... N... No te preocupes, ¡Te ayudaremos!-, por su tono de voz se nota que genuínamente está empatizando con Nayja, apenada por su condición y decidida a hacer todo lo posible.

Una mujer de cabellos rojos entra en la sala. Vistiendo una elegante túnica carmesí de corte bajo, se acerca a la camilla donde reside la joven lobo.

Cruzandose de brazos mientras le analiza con al mirada, responde a una de las preguntas que formuló Nayja: Debe haberlo escuchado mientras entraba.

-Te encuentras en la Academia de Issaera. ¿Como te sientes?- consulta antes de dar más explicaciones. -Haibara me dijo que no tenías heridas... ¿Puedes incorporarte?

Nayja asiente levemente con la cabeza, mientras murmura:

- S-sí, por supuesto, no es nada... - susurra mientras intenta incorporarse en la camilla - A decir verdad, no noto mucho dolor, más que la pérdida de memoria... ¿Pero quienes son ustedes? - dice con cierta confusión.

La mujer se percata de que no se ha presentado y sonríe con suavidad cuasi maternal. Nayja consiguió sentarse sin problemas.

-Me llamo Lunaire. Puedes decirme Luna. Verás... Has estado en un accidente, te hemos encontrado y traído aquí, a la Academia de Mágia y Alquímia de Issaera.

La mujer parece buscar palabras unos instantes, mirandole. ¿Como sería mejor explicarle sus intenciones...?

-Creo que tienes un potencial mágico muy fuerte. Sé que esto debe ser muy repentino para tí... Pero me gustaría que tomes residencia en la Academia mientras investigamos un poco más sobre tí, para ver si podemos contactar con algún familiar o conocido tuyo. Aunque eso tomaría su tiempo...-

Parece estar buscando mejores maneras de expresarselo, de todos modos: Quiere inscribirla, ¿Pero como decirselo sin que parezca que no tiene otra opción? La realidad es que si Nayja no recuerda mucho, estará perdida y este tipo de cosas pdorían agobiarla... Pero los ojos de la peliroja la traicionan, demuestran interés por la chica lobo y sus talentos.

-Tendrías libertad de participar de las clases si así lo deseas, después de todo no sabemos cuanto tardaremos en dar con algún conocido tuyo.

Nayja escucha atentamente, pero abre los ojos como platos cuando Lunaire menciona poderes mágicos:

- No, no, no, no - dice apresuradamente mientras niega con las manos - Debe ser un error, ¡yo no tengo poderes mágicos! Es completamente imposible.

Nayja mira entristecida hacia el suelo, de forma pensativa, y dice:

- Debería irme. No tengo nada que ver en este lugar, lo siento.

La mujer de cabellos rojizos se ve un poco decepcionada ante la respuesta, pero no parece desistir. Niega un poco con la cabeza mientras dice:

-Estoy segura de ello. Se nota que no estás en control de esas habilidades...- , y con eso dicho se dedica a mirar el contorno de su cuerpo, como si estuviese observando algo que no está ahí. -Se nota que tienes potencial y que ha despertado hace poco.- asiente ella.

-Incluso si me equivocase... Albergas una gran cantidad de energía dentro de ti, al menos para alguien que nunca ha hecho mágia concientemente en su vida. Si realmente no tienes ningún talento para esto... Bueno, sería importante de todos modos ayudarte a controlar esa concentración de Mana, para evitar accidentes.

Le mujer sonríe, relajando la expresión. -¿Que dices? ¿Lo intentarás?

La joven mujer que atendió a Nayja permanece escuchando, no se mete en la conversación de las dos por ahora.

Tiene sus manos juntas, se le nota la preocupación en la expresión.

Nayja la mira a los ojos, y por un momento el miedo que siente se ve reflejado en su mirada.

- Bueno... No es como si tuviera otro sitio donde ir, de todas maneras... - dice mientras mira hacia otro lado - Pero yo no puedo pagar la matrícula de un colegio tan caro...

-No deberías preocuparte por eso.- dijo ella intentando calmar sus miedos.

-Me resulta un desperdicio que una persona con talento pierda la oportunidad de desarrollarlo por meras causas económicas.- comenzó a explicar, acomodandose un poco la túnica.

-Que unos pocos paguen mucho lo que permite que otros puedan acceder a altos niveles de educación.-, una sonrisa confiada se dibuja en su expresión, como quien está orgulloso de haber encontrado como romper el sistema. -Ayuda a balancear un poco las cosas, ¿Verdad? Si la nobleza se define por talento explotado mediante educación y la educación es exclusiva para nobles, entonces no hay diferencia entre una meritocracia y una aristocrácia hereditaria.

-Si el acceso a la educación es costoso para quienes pueden costearselo y gratuito para quienes demuestran merecerlo, todo encaja donde debe.

La mujer peliroja le ofrece la mano, formando una suave y amáble sonrisa.

-En este contexto, el permitirte explotar los talento que sé que posees latente es algo inherentemente bueno para tí y para nuestra sociedad.

-Lo único que pido a cambio es que estés dispuesta a llegar a tu máximo potencial, tarde o temprano.

Nayja la mira con una media sonrisa que intenta disimular lo mejor que puede, y abre la boca para decir algo, pero la situación la abruma, realmente no tiene ni idea de qué debería decir... La presencia de Lunaire la abruma, se siente como una madre protectora, pero a la vez un ser de gran poder que la impresiona.

Cuando finalmente logra recomponerse, la mira con su mejor sonrisa y le dice:

- Bueno... Entonces daré lo mejor que pueda.

La mujer parece alegrarse cuando escucha eso, es la noticia que esperaba y quizás incluso pretendía escuchar.

-En ese caso, será un placer darte la bienvenida a la Academia de Mágia y Alquímia de Issaera.

Con eso dicho, la Directora se dio la vuelta, comenzando a emprender la retirada. Una vez llegó al marco de la puerta, posó su mano contra la misma y observó una vez más a Nayja, agregando: -Duerme aquí por esta noche, Haibara se encargará de cuidarte, pidele lo que necesites.Para mañana tendré una cama y un uniforme listos para tí. Si todo va bien, podrás comenzar las clases dentro de dos días.

La directora le sonríe y asiente: -Hasta entonces.