Partida Rol por web

Mañana será el día: Mañana finalmente podrá escaparse de la opresión constante que es su hogar... Si no fuese por su madre, ¿Podría él haber sobrevivido en tal entorno...? Los ojos que le despreciaban, las voces que no le hablaban... Isen es la oveja negra de la familia sin que haya hecho nada para merecerlo.

Pero hoy, sábado, es un día de festejos: Es la víspera de un nuevo año, la víspera de una oportunidad de ser alguien... Sus familiares se vieron más que contentos de escuchar que él se mudaría a la academia, refiriéndose al hecho como si se estuviesen descargando de un gran peso de las espaldas. Su madre es la única que se muestra algo triste, haciéndole prometer que escriba o visite cuando pueda.

La casa de su familia está en La Gran Escalera, cerca del gran portón que separa el Circulo Medio del Circulo Superior. Hacia abajo, recorriendo una de las dos hileras de escaleras que se encuentran a los costados de una rampa, pueden verse las luces del festival brillar, gritos, música, ruido y espectáculos. Está cayendo la tarde, la mitad inferior del Circulo Medio ya está sumido en la oscuridad nocturna, lamparas mágicas repelen la penumbra.

La última carta que recibió de la Academia le indicó que ha de pasar la noche en una posada lujosa (más cercana a un hotel que otra cosa) en el Circulo Superior, por la zona de las Torres de Marfil. Está bastante cerca de su hogar actual, pero protegido por el portón que separa los Círculos. Afortunadamente, la misma carta contenía los documentos necesarios para poder pasar, un salvoconducto.

Isan sabe, como ciudadano de Issaera, que pasar la noche anterior a la ceremonia de apertura en algún lugar del Circulo Superior es una tradición nacida para facilitar la organización de la ceremonia de apertura que se realiza dentro de la Academia, en particular cuando la mayoría de los nuevos alumnos suelen venir de lejanas tierras, ¡a veces incluso del otro lado del gran mar!

Cuando Isen estaba despidiendose de su madre, alguien toca la puerta de casa. Uno de los tíos de Isen abre y pronto llama con desgano a Isen. Al bajar, el joven de orejas puntiagudas se encuentra con una figura... Algo extraña.

-Oye. Tu eres Isen Uroboros, ¿Verdad?-, dice con un tono que denota que está hastiada.

Esta extraña figura de largos cabellos de color rosa porta dos orejas sobre su cabellera y dos colas saliendo de la parte inferior su curioso traje que recuerda a una bata de laboratorio. Es una híbrida seguramente, una particularmente extravagante.

Las horas pasaban lentamente, la verdad es que estaba bastante nervioso por el tema de la universidad, siempre habia vivido "comodamente" gracias a los cuidados de mi madre y ahora tenia que dejarla y ademas abandonar a mis amigos del círculo medio, asi que en vez de estar despidiendome durante todo el dia me había encerrado en la habitación mientras preparaba la maleta con las cosas que iba a llevarme, lo cual no era mucho pero era un pretexto para estar solo y que no le molestasen, así no tendria que sufrir esas miradas y esos recelos de su familia.

Sin embargo, por la tarde fue peor aun cuando su madre le hizo prometer que la visitaría y le escribiria cuando pudiera, pacientemente le dije que lo haría cuando tuviese un rato libre; estaba pensando cuanto timepo libre tendria en la academia cuando uno de mis "agradables" tios me llama, al parecer una persona reclamaba mi atención.

--- Si, soy yo ¿ Quien eres y que deseas?- digo asomandome por la puerta mientras junto las cejas al ver que la que me habla es una híbrida- Estoy algo ocupado, así que si puedes ser rápida lo agradeceria...

-... Todos iguales en esta ciudad...- murmura entre dientes, apartando el rostro y apoyándose una mano en la cadera. Tras unos instantes de observar al horizonte, desvía los ojos hacia él sin girar la cabeza. -Me han enviado a traerte algo, y un mensaje y tal.- bufa desganada.

-No te quedes solo en ningún momento hasta que estés dentro de la Academia, mañana por la mañana.-, y acto seguido se gira un poco para quedar del todo frente a él. Mete una de sus manos en su bolsillo y retira un... Artefacto metálico algo más pequeño que un puño, un cordón de cuero da la sensación que es algún tipo de pulsera. -Te recomendaría que nadie lo vea. Ah, y... Una cosa más: Padre estará atento. Eso es todo.-

Y con eso dicho, simplemente espera a que Isen recoja el artefacto.

--- ¿Traerme algo? -digo inclinandome ligeramente, cuando escucho el mensaje  entrecierro los ojos- Eso es facil decirlo, pero no tanto hacerlo, tengo que pasar una noche solo en una posada antes de entrar en la Universidad ...aparte de que todavia no me has dicho quien eres

Recojo el artefacto y lo miro unos segundo y luego a la chica.

--- ¿quien es Padre?

-... Padre es Padre.-, bufa nuevamente, rodando los ojos como si estuviese hablando con un primate inculto. No parece la persona más amable del mundo. -... Puedes llamarme Mía si tanta ilusión te hace.-, niega un poco con la cabeza.

-Me da igual realmente como lo hagas, a mi solo me han dicho que te traiga este mensaje. ¿Bien?-, su tono es bajo y hastiado.

-Ah, y... Si te sirve de ayuda, el de la mascara dorada no es buen tipo.-, y dicho esto se da la espalda, alzando un poco la mano como despedida. Dos colas rosadas con punta en blanco se ondean con suavidad tras ella, saliendo de debajo de su traje blanco.

Suelto un nuevo bufido  ante su comportamiento.

--- Bien gracias por tus comentarios y por traerme esto, adios- digo cerrando la puerta con cierta brusquedad, pese a que no me iba a dejar intimidar por semejantes advertencias guardo el  objeto en un bolsillo y me dirijo hacia mi habitación, una vez dentro cierro la puerta y tras cercionarme de que nadie va a molestarme, abro el misterioso artefacto para examinarlo mejor.

El artefacto parece tener un pequeño pestillo, lo cual parece hacer que se abra como una... ¿Puertita? Algo así, parece que se puede volver a cerrar presionándola contra allí, de todos modos no se sale del todo. Dentro parece haber algo así como... Lineas en cruz, cubriendo algo de metal abajo. También hay una superficie algo blanda, parece un poco más alta que el resto del artefacto. No hay nada más a resaltar.

No es que Isen haya visto algo así antes. De todos modos, le quedan algunas horas hasta que deba ir a la posada para la cena.

Curioso y algo temeroso de romper el artefacto "trapicheo" un poco mas con este  mientras reflexiono sobre lo que ha dicho Mia, permanezco en mi habitación hasta que sea la hora de irme, cuando lo sea, recogo mis cosas y me despido de mi madre antes de partir al circulo superior rumbo a mi nueva vida.

La madre se despide, un tanto emocionada y otro tanto orgullosa. Es la única que muestra alegría por él, el resto parecen alegres de su pronta ausencia.

Camina rumbo al Circulo Superior, encontrándose con el gran portón que lo separa del Circulo Medio. Tras mostrar los papeles que se le dieron junto a la última carta de la Academia, se le permite el acceso.

Nunca antes había estado por el Circulo Superior: Se encuentra a si mismo en una versión más amplia de la gran escalera, parece ser el final de la misma. A los costados hay grandes edificios que parecen hechos de marfil, son los hogares de múltiples familias adineradas. Más adelante se encuentra el acceso al famoso Gran Parque de Issaera y al fondo del camino el Barrio Alto, donde está el acceso a la Academia. De todos modos, el objetivo de Isen es en una de las calles secundarias por la zona de las Torres de Marfil, donde se encuentra una amplia posada de múltiples pisos, construida en blanca piedra. Parece ser algo similar a un lujoso hotel pequeño.

Tras la despedida procuro no volver a mirar atras, ya estaba seguro que no volveria con mi madre en mucho tiempo, así que mientras me hacia la idea subia los largos escalones del círculo medio donde entrego la documentación necesaria para poder pasar, cosa que consigo sin ningun problema.

Al pasar, me paro unos segundos para contemplar mejor el lugar, sin duda se parecia a donde vivia yo, eramos una familia adinerada, aunque nuestra fortuna no podia compararse a lo que tenian aqui, aparte de la sangre noble que circulaban por las venas de los habitantes de este circulo. Tras pedir unas indicaciones consigo a llegar a la posada, aunque mas bien parece un hotel, me quedo parado unos segundos contemplando y admirando la estructura del edificio cuando me decido a entrar.

Una vez dentro miro a mi alrededor y avanzo a paso lento hacia el mostrador.

--- Buenas tardes, tengo una habitación reservada- digo mientras saco los papeles de la Academia- a nombre de Isen Uróboros...

El interior del edificio está adornado por una lujosa alfombra carmesí, adornada con dorado y negro. Al final de la misma hay una mujer de mediana edad sentada tras un largo escritorio de roble, detrás suyo estanterías que guardan diversas llaves.

Levanta la mirada cuando Isen habla, asintiendo: -Isen Uróboros... Uróboros, Uróboros...-, dice mientras pasa algunas páginas de un cuaderno que tenía cerca. -Ah, aquí, mis disculpas joven señor Uróboros. Por favor, proceda al comedor.-, señalando hacia su izquierda, donde se puede ver un gran arco que da hacia un enorme comedor, ahora mismo solo poblado por mesas y sillas de madera tallada. -Es usted el primero en llegar, se supone que serán... Ocho personas acompañándole a la cena, y siete tomarán habitaciones en su mismo piso. La cena comenzará cuando lleguen todos.-, le sonríe amablemente, -O cuando pase media hora del momento estipulado. Tome su llave, su habitación está en el segundo piso, la que tiene el número trece tallado en madera.-

La posada era sin duda  magnifica, ni siquiera en mis mejores sueños habia visto nada igual, asiento con paciencia ante lo comentarios de la mujer, así que iban a ser 8 personas mas, la idea de cenar con ellos me ponia algo nervioso, al contemplar la llave de la habitación 13 me quedo quieto un instante con la mano a medio camino, no era una de esas personas credulas que se creian toda clase de tonterias pero nunca estaba de mas ser precavido.

- Gracias- digo mientras cojo la llave- dejaré mis cosas y ahora vendré...

Subo a mi habitación y la examino a ver si era tan impresionante como la entrada de la posada, despues de mi pequeño examen me cambio de ropa, hacia un poco de calor así que me quité la camisa y los pantalones y busqué algo mejor para bajar,tras escarbar un poco encuentro lo ideal, una camiseta de tirantes que dejaba libre los hombros y los brazos y unos pantalones bastante cortos, con eso no iría desnudo pero tampoco iría acalorado con las prendas, antes de bajar guardo el extraño artefacto en uno de mis bolsillos para tenerlo a buen recaudo hasta que tuviese idea de para que servia.

Tras esto, entro en el comedor y busco una butaca cómodo y lo mas elegada de la fuente de calor

Isen no tiene ninguna dificultad en alistarse en la nueva habitación: No es una cámara real, pero es ciertamente bastante más grande de lo que él estaba acostumbrado: La habitación es amplia, un largo ventanal cubierto de finas cortinas que dan vista a las montañas.

Está equipada con una cama de dos plazas y media de aspecto bastante cómodo, las sabanas y almohadas tan refinadas como el resto de la sala.

También hay un cuarto de baño y un gran armario de roble viejo. El cuarto de baño es bastante simple, pero nuevamente la materia prima de cada uno de sus elementos es excelsa. No es que las duchas sean extrañas en Issaera, pero tampoco son de lo más común: No hay en ningún barrio del Circulo Medio e Inferior, a excepción de donde vive Isen.

Una vez llega al comedor, tendrá unos momentos de tranquilidad antes de que lleguen más personas...