Partida Rol por web

En la pequeña plaza las dos comían sus cosas, hablando y divirtiéndose~ Sabrina asintió contenta ante la solicitud de Ami.

-¡Claro! ¡Te mostraré mi Dragón!-, se puso en pie. -Mami no está aquí para reñírme, jeje~-, ella tomó aire y junto sus palmas como si rezara, bajando la cabeza e inspirando profundamente.

Poco a poco la empezó a rodear un aura oscura, un color entre azul oscuro y obsidiana profundo emana como energía desde su piel, ¡La fuerza de su alma se hace visible mientras se concentra!

-¡Dragón Negro Zaphira!-, ella alzó la mano al cielo, toda contenta y divertida una vez consiguió concentrarse lo suficiente y acumular la energía necesaria~

La energía que le rodeaba, ese fuerte aura negra se disparó hacia arriba, rodeando cual espiralado tornado el brazo de la pequeña para luego dividirse en el aire y volver a juntarse. La energía empieza a acumularse hasta que finalmente comienza a formar una garra. Y luego otra. ¡Y otra! Finalmente aparece, un dragón semi-translúcido que si uno lo midiese desde sus garras de obsidiana hasta su cabeza mientras se encuentra erguido, seguro mediría unos tres metros. ¿Y si se parase en sus patas traseras? Quizás llegaría a los cuatro o cinco metros de altura.

Aún así, no parece ser del todo físico: ¡Parece semi-etéreo! El suelo reacciona ante su peso desquebrajandose un poco pero mucho menos de lo que debería, como si no estuviese allí del todo.

-¡Zaphira! ¡Mira, mira, esta es mi amiga Ami! ¡Es super mona! ¡Y este es su zorrito Roth!

El dragón parece muy manso. Baja la cabeza, dejándola frente a Ami y la olisquea, ¡el aire le revuelve todo el pelo! Finalmente le da un toquesito con la nariz, ¡casi la hace caer de culo al hacer eso! Pero parece intentar demostrar que es una dragona maja.

... ¿Y la gente del parque y la calle? Está corriendo y escapando aterrada porque ha aparecido un dragón negro en medio de la nada. ¿Y Min? Está persiguiendo unos pajaritos de por ahí, sin preocuparse. Los animales de la zona no parecen asustados por la criatura, como si Zaphira no estuviese ahí o como si fuese algo normal.

Me puse a mover la colita alegre cuando me dijo que iba a llamar a su dragón. Mis orejas temblaron de emoción. Nunca había conocido un dragón y por fin iba a conocer uno, seguro sería super mono. Miré maravillada como lo invocaba, era como los grandes magos que describían las historias que los bardos cantaban en las fiestas. No podía salir de mi asombro. Para ser tan pequeña Sabrina poseía una gran energía y una impresionante magia. Al ver como la columna llegaba al cielo, alcé la vista y mis ojos se abrieron como platos cuando vi al dragón surgir de los cielos cual criatura fantástica venida de otro mundo.

El dragón se posó en el suelo tranquilamente y nos miró cuando Sabrina le habló. Estupefactos, a Roth y a mi se nos cayó al suelo el pastel de arándanos que nos estábamos comiendo. Los dragones de los cuentos eran grandes como casas, pero siempre me había pensado que era como los lobos de los cuentos, en los que se les describía como enormes monstruos come hombres, pero que en realidad no eran mayores que un perros. Siempre había creído que los dragones serían del tamaño de un caballo y de aspecto mucho más corriente. Pero la realidad era mucho mejor de lo que creía.

Zaphira bajó la cabeza para olisquearnos y me dio un toque que casi me tiró. No me importó. De pronto, mis ojos echaron chispitas y empecé a dar saltos de alegría. La dragona parecía de lo más maja y adorable, y yo quería hacerme su amiga. Puse mis manos en su morro y empecé a acariciarlo con energía.

- Zaphira, eres una dragona increíble, ¡me encantas! - dije contenta sonriendo a Sabrina. Roth también la olisqueó receloso, pero luego soltó un chillido y la tocó con la patita para saludarla. 

En mi entusiasmo no me di cuenta del terror generado a mi alrededor, ni de que Min había optado por perseguir pájaros.

Sabrina río con alegría, acercándose a Zaphira y abrazándole la pierna. Zaphira le dio un toquesito con la uña a Roth, devolviéndole el saludo

-¡Es muy mona! ¡Y buena! ¡Ven, ven, vamos a dar un paseo!-, dijo ella, ayudando a Ami a subir al lomo del dragón.

Mientras terminan de subir llega Min con algunas cajitas, diciendo: -¡Min ha ido a buscar un almuerzo, nya! Miau... ¡Nya!-, se da cuenta de que están montando en el dragón y se acerca alarmada, ¡parece que va a reñirlas! Pero entonces dice: -¡Min también quiere ir, miau~!-

Y así montan los tres con pequeñas viandas en las manos. No es mucho, son sandwiches que quizás compró, quizás robo o quizás pidió a nombre de la Academia, para que tengan un almuerzo todas~

Pronto Zaphira despega, tomando altura con fuertes aleteos. No sube demasiado rápido pero definitivamente está alta, pronto ya están a medio camino hacia el Círculo Superior de Issaera.

Sabri se dirigió a Ami: -¿Y ahora hacia dónde vamos?-, miró el horizonte. Desde donde se encuentran ahora se puede ver toda la ciudad y alrededores.

¿Acaso aquello podía mejorar? ¡Iba a dar una vuelta sobre Zaphira, iba a volar en dragón! A punto de explotar de emoción y alegría, subí a la dragona con ayuda de Sabrina y me acomodé a su lado. Cogí a Roth, que parecía tan emocionado como yo, y lo até a mi con uno de los lazos de mi quimono. 

Luego, vino corriendo Min con los almuerzos y se unió a nosotras. Por un momento, pensé que no nos dejaría, pero al final venció el espíritu aventurero y divertido, decidió que quería venir. De un ágil se subió y le sonreí, contenta.

Zaphira se elevó en aire y grité llena eufórica, mirando a todas partes - ¡Esto es genial! - La gente corría por todas partes, todavía asustada de la dragona. Cuando se elevó más, empecé a señalar todo lo que veía y exclamaba llena de alegría. Roth, me chilló, señalando unos pájaros, como si quisiera jugar con ellos.

- Podemos ir al bosque o al lago que me dijisteis el otro día - le respondí a Sabrina cuando me preguntó donde ir y luego, le señalé al horizonte - o podemos ir a ese castillo. Podríamos encontrar tesoros en él. (Castillo Humomn)

-¡Yay!-, ella rió con alegría mientras se abrazaba al cuello de su dragona, la cual aletea con fiereza. Ami nota una sensación algo... Familiar al estar sentada sobre esta criatura. No se había dado cuenta antes, pero de cierta manera la dragona le inspira una sensación similar a la que percibe cuando está cerca de Roth.

De todos modos pronto es distraída por el viento chocar contra ella. Su zorrito se mantiene aferrado a Ami para no caer~ Vuelan por los aires, primero sobrevolando un bosque y luego una amplia llanura. Hay casas de campo y sembrados desperdigados por aquí y por allá: La distancia entre una casa y otra ha de ser de kilometros. Todo parece tan pacífico...

Los pájaros, que no reaccionan negativamente ante la presencia del dragón, vuelan cerca de ellos de tanto en tanto~ ¡Afortunadamente Ami tiene bien abrazado a Roth para que a este no se le ocurra saltar a cazar ninguno!

Pronto llegan al castillo, parece una fortaleza instalada a medio camino subiendo por la montaña. Pasan por encima de las murallas metálicas que lo protegen y descienden justo detrás de ellas. Es un lugar con una arquitectura extraña, no tiene nada que ver con Issaera ni el resto de los pueblos y ciudades que vio Ami: Parece más bien el exterior de un hangar con una mezcla entre edificio y castillo al fondo. No hay ningún vehículo a la vista pero si varias compuertas metálicas cerradas.

Pronto sale una figura del edificio...

Parece ser una mujer híbrida con un felino. Tiene dos colas que se mueven de lado a lado y viste con ropa blanca y tan estéril como el resto del lugar donde se encuentran.

Min se baja de un salto, saludandola con la mano felizmente.

-... ¿Que hacen todos ustedes aquí? A mi nadie me ha avisado de visitas.-, parece ser una cascarrabias esa mujer.

Min, en cambio, reacciona bien: -¡Nya! ¡Min viene con amiguitas a visitar! ¡Min quiere que Mía le diga a Ñyan y que nos hagan galletas y nos inviten a comer galletas!-, y para contrarestar el mal humor de esa tal Mía, Min carece de cualquier semblante de etiqueta.

Mía suspíra, mirandoles. -... Pf... Bien, bien. Ya le aviso a Padre...-, ella levanta su muñeca hasta la altura de su boca, toca algo en un brazal y dice: -Padre. Min, Sabrina y lo que asumo que es una alumna de la academia con su mascota están en la puerta. ¿Los puedo echar?-

Una voz responde desde el brazal, algo cubierta de interferencia. ¡Gatos tecnológicos, por supuesto! La voz dice: -Que sean bienvenidos. Tu tarea será dirigírlos al mirador. Emprenderé mi ruta hacia allí.

Ante esa respuesta, Mía suspira, derrotada. -Acompañadme...-, y camina dentro del 'castillo'. Una vez dentro, les dirige hasta una plataforma redonda que está dentro de un círculo de vidrio. Una vez se paran en ella, Mía toca algo de su brazal y la plataforma empieza a elevarse, dejando fluir algo de energía mágica, ¡Algún tipo de mecanismo tecno-mágico de levitación! O algo así, quién sabe.

Una vez en el piso adecuado, siguen un pasillo y terminan en una amplia sala con una mesa, silla y algunos sillones. Una de las paredes es de vidrio, un mirador con vistas a todo el valle, ¡Issaera incluída!

Llegar hasta el el castillo a lomos de Saphira fue como ir de un barrio a otro a lomos de un caballo, seguro y rápido. El edificio me pareció grande e imponente desde el aire, pero en cuanto pisamos tierra y lo miramos, no pude contener una gran exclamación de asombro, Era increíble, magnífico y quería explorarlo. ¿Cuantos misterios, tesoros y aventuras podría haber allí escondidos? 

Roth comenzó a quejarse. Lo había atado y ahora estaba colgado de mi ropa - uy, perdón Roth - lo desaté y lo puse sobre mi cabeza - ¿Preparado para ir a explorar? - les pregunté a mis compañeros - Esto será muy divertido.

Pero antes de que pudiera echar a andar, salió una chica que se parecía un poco a Min, pero sólo en apariencia. Aquella no era tan simpática como Min y se puso a reprendernos. Parecía que conocía a Min y Sabrina y que no estaba muy contenta de vernos allí, pero la voz que salía de su muñeca sí era simpática, alguien llamado Padre. Reprimí las ganas de sacarle la lengua.

Nos llevó dentro y empezamos a levitar en una plataforma. No dejaba de asombrarme de todas las cosas que estaba viendo ese día. Seguro que el Padre era alguien genial que nos enseñaría grandes misterios y nos contaría muchas historias. 

AL llegar arriba, pude contemplar las magníficas vistas y me apoyé sobre el vidrio para verlo todo bien - Min, Sabrina, ¿qué lugar es este? ¿Y quien es el Padre? ¿Es algún anciano cuentacuentos o un cocinero como el abuelo de Sabrina?

Min no pudo responder a la pregunta de Ami: Estaba ocupada llenándose la boca de galletas que Mía sirvió. Por más que la felina de cabellos rosas intentó apartarla, resultó imposible evitar que se llene la boca de las galletas y que Mía deba salir a buscar más.

¿Y Sabrina? Respondió con un "¡Esta es la casa de Ñyan! Y no sé por qué le dicen Padre...", pero la respuesta más extensa llegó en forma de una mujer entrando a la sala. De ojos apagados y aspecto serio, esa figura portaba una bonita bata blanca de científico. Pronto tomó asiento, Mía sirvió tazas de té para todos y rellenó las galletas.

-Este lugar es mi centro de Investigación y Desarrollo. Mi nombre real es Padre pero los diferentes miembros de la Academia han optado por darme el apodo cariñoso "Ñyan".-, bebe un poco de su té y le hace un gesto a Mía, quien finalmente se sienta, aburrida.

-Sabrina, Mín.-, asiente un poco con la cabeza. Min le saluda enérgicamente, Sabrina no tanto (¡difícil igualar en energía a Min!) pero de todos modos se la ve contenta. "Ñyan" se fija en Ami: -Aquí conduzco diversas investigaciones y desarrollo varios tipos de tecnologías. Es de los pocos lugares en el mundo donde no hay ninguna presión política rodeando mis quehaceres. ¿Eso responde tus dudas?-

Min era injusta. Se había comido todas las galletas la muy glotona. Yo también quería galletas. La miré con rencor infantil primero, y luego con ojos llorosos. Cuando Sabrina me contestó, volví mi mirada apenada hacia ella. La niña me estaba respondiendo la duda como podía, pero no tardé en tener otra respuesta.

Con la llegada de la chica de la bata, llegaron más galletas, por lo que mi mirada se alegró. Cogí un par de ellas, lancé una mirada de advertencia a la gata golosa y le di una de las galletas a Roth, que comenzó a comerla con entusiasmo. 

Miré a Padre, también llamada Ñyan, con asombro. No había entendido de su explicación ni la mitad, demasiado complicado para mi ingenua mente de niña - ¿Qué es la presión política? ¿Son gente que te molesta cuando investigas cosas? Por cierto, soy Ami y este Roth - señalé al zorrito que seguía concentrándose en su galleta sin prestar atención a nadie más.

-... Algo así.-, no exactamente pero, ¡Eh! Se entendió la idea, eso cuenta.

Pasan la tarde con Ñyan, Min, Mía y Sabrina~ Ñyan no es muy habladora pero parece ser una persona muy culta, quizás demasiado seria. Mía parece no llevarse bien con nadie, es una cascarrabias. Min está siempre contenta y no para de jugar con Roth y Sabrina está siempre hablando y diciendo cosas, súper alegre~

Horas después, cuando el sol empieza a caer, Ñyan les dirige a la salida, donde Sabrina vuelve a invocar a su dragona~ Tras dar algunas vueltas sobre el lomo de Zaphira, volando por los alrededores de Issaera, descienden en la academia, donde parece que les espera la madre de Sabrina: ¡La directora, Lunaire...!