Partida Rol por web

RASTROJO:

- Te sientes razonablemente bien... esto es, pese a los descarados, pero fútiles, intentos de Pesadilla por maldecirte, naturalmente.

PONZOÑA:

- Una mañana te levantas y la luz te molesta en los ojos y te duele la cabeza. Te sientes débil.

- No le das importancia porque supones que se te pasará enseguida, pero las molestias parecen ir en aumento.

Intento recordar algún remedio par aliviar los picotazos y la reacción que me producen.

¿Era barro lo que se usabao boñiga de vaca?

SICOFANTE:

- Te encuentras razonablemente bien, pese a los rigores del viaje y las cabalgatas nocturnas, que te restan mucho descanso.

- Estás bien de salud y de ánimos, aunque el cansancio es inevitable. Te parece que Recio está igual que tú.

PIOJILLO:

- No encuentras boñigas de vaca, pero sí de caballo, por lo que es lo que al final acabas empleando.

- Durante horas esperas a que eso te ayude, pero dirías que al final más bien es al contrario...

ODIO:

- Sigues encontrándote en perfecto estado de salud, afortunadamente.

- En un momento dado escuchas una pisada, te parece que os acechan, aunque algo en los sonidos que oyes después te induce a pensar que es un pequeño grupo de miembros del Pelotón de Exploradores de la Compañía Negra.

- No. - le digo. Tenemos una misión que acometer. No debemos distraernos de nuestro comoetido pues nuestros compañeros dependen en gran medida de ello.

- Si tienen algo importante que decirnos ya mandarán a Sicofante para informarnos de lo que sea.

El Hiena miró hacia un lado y otro. El movimiento hizo que entrecerrara los ojos y se frotara el ceño. Se mantuvo un rato así, con los ojos cerrados antes de abrirlos. La luz le resultaba excesiva de modo que se puso la mano en visera, pero las punzadas de su cerebro permanecían. Gruño por lo bajo. Confiaba en recuperarse pronto de aquello que lo estuviera afectando. No podía permitirse el lujo de caer enfermo.

Loor ante la orden de Ponzoña revisa también en las cercanias, por si se encontraran varas que poder usar para improvisar unas parihuelas con las que llevar durante un tiempo a Michou

Por cierto Ponzoña, cuando he ido a por las gachas he estado hablando con Matagatos. Al parecer su grupo tiene problemas porque algunos de sus miembros han enfermado y no saben el porque. He preguntado si podía ser la comida mas Matagatos considera que no puede ser, puesto que a nosotros no nos ha afectado, así como no a todos en su grupo han contraído esa enfermedad. Están a la espera haber si logran saber algo mas.

He considerado decirte esto en privado antes de informar al resto del grupo.

Mientras Odio seguía a su mentora - quizás con demasiado ahínco - se paró en seco durante unos segundos, permaneció estático unos momentos y miró hacía atrás, agudizando la vista. No debió ser nada, o eso creyó él, puesto que siguió adelante sin más, aunque en su interior quizás albergase alguna duda.

Pesadilla permanece en silencio después de las palabras de Rastrojo, ¿Quien se creerá este chamán de tres al cuarto para menospreciar mis poderes?Está claro que sus visiones no le ayudan en nada,pobre desgraciado...

Piojillo merodea buscando palos largos, pero los picores que sufre por todo el cuerpo le mantienen distraído. Se observa los antebrazos para ver como empiezan a enrrojecerse algunas zonas e hincharse los picotazos. Cuanto más le pican, más se rasca, llegando a desesperarse.

Como estaba buscando cerca de Ponzoña le comenta a este.

Maldita sea, estos bichos me están devorando. Prefiero una lanzada que los mil aguijones que me han clavado. ¿No conocerás algun remedio para el picor? he probado con barro y hasta con las boñigas de Recio, pero nada reduce la hinchazon.

Ufff... tal vez Plumilla sepa lo que hacer...

-No diremos nada a los demás. Si no sabemos a qué se debe, mejor no decir nada. Estamos en tierras extrañas, lejos de la sabana. Aquí las reglas son distintas. Tendremos que aprender -dijo a Sicofante.

-No, Piojillo. Este territorio es desconocido para mí y no sé qué hacer para aliviar tus picaduras -dijo el Hiena-. ¡Plumilla! Piojillo ha sido picado por mosquitos y siente malestar -guardó silencio un rato antes de proseguir-. Yo mismo no me encuentro del todo bien. Me molesta la luz y me duele la cabeza. Parezco un cachorro débil y eso no es bueno. ¡Pelotón! ¿Cómo estáis los demás? -preguntó en voz alta-. No quiero que ocultéis vuestro estado, pero debo saber cómo os encontráis. Si curamos a tiempo nuestros males, mejoraremos rápido. Si no, solo empeoraremos y no haremos bien aquello que se nos ha pedido.

Cansado- responde el tagliano- el viaje es duro y las cabalgatas nocturnas me están quitando tiempo de descanso, pero por lo demás estoy perfectamente. A decir verdad no puedo quejarme

- - Estoy perfectamente, la Diosa cuida de mi - dice Loor tras meditar un instante- Creo que deberíamos tomar nuevas medidas, Ponzoña. Es preocupante que tan pronto varios de los nuestros caigan enfermos