Partida Rol por web

El Hiena apartó un segundo la mirada hacia Campaña. En sus palabras no había la malicia que probablemente hubieran encerrado las de otros.

-Sí, me hago viejo y débil, hermano -señaló con seriedad aunque en sus ojos brillaba una chispa de diversión, pese al dolor de cabeza que le azotaba-. Pero incluso hecho un despojo, te vencería con un brazo a la espalda. Siempre y cuando no me quisieras golpear con un árbol. Ahora, permanece a mi lado. Si los exploradores han llegado hasta aquí, es que algo ocurre.

Campaña rió aún más fuerte al escuchar la respuesta de Ponzoña, aunque en cuanto supo que parte de los Exploradores se acercaba dejó de reirse porque no quería molestar.

- Hermano, tú tienes que demostrar eso, Campaña puede vencerte sólo con las manos - respondió Campaña.- Cuanto tú y Campaña volver a campamento, Campaña peleará con Ponzoña, pero tú usas las dos manos...

Después dejó lo que estaba haciendo para recibir a los compañeros que llegaban, tal y como apuntaba Ponzoña aquello podía indicar que había problemas o que habían encontrado algo importante.

- Estate atento Sabandija. - digo. Se acercan algunos de nuestros Exploradores.

Miro hacia atrás y hago señas a Ponzoña y Sicofante para que estén atentos.

- Espero que me entiendan. - pienso mientras señalo en la dirección en la que he visto a los miembros de los exploradores.

Piojillo mira alrededor extrañado: No había visto a los exploradores por ningún sitio, aunque tampoco era de extrañar. Desde hacía rato solo vivía para el intenso picor que amenazaba con hervir bajo su negra piel.

¿Y que querrán los exploradores?

Dice susurrando casi para él mismo. Olvidando los palos y parihuleas por el momento, el guerrero toma su escudo y lanza, a la espectativa de lo que pueda pasar.

Plumilla había pedido permiso a Campaña y se acercó a Michou examinándole con cuidado en busca de algún tipo de dolencia, tras un rato, interrumpido por la voz de Ponzoña la joven alzó la cabeza y sonrió.

-No te preocupes Michou... solo es cansancio, necesitas mucho descanso-explicó- procuraremos que no hagas esfuerzos, podría acabar contigo el forzar tu cuerpo más allá de su aguante.

Se incorporó apoyando las manos en los muslos y arqueando ligeramente la espalda al enderezarse para acercarse con elegantes zancadas, propias de un baile hasta Piojillo y se mantuvo firme frente a él.

-Veamos-sonrió, era evidente que la chica descansaba bien y se encontraba en perfecta forma si bien de vez en cuando lanzaba un manotazo distraído a los bichos que se posaban sobre ella-¿te pica tanto?-se extrañó Plumilla examinando de cerca las picaduras de su compañero. Tenía mala pinta y la chica se preocupó- puede que uno de esos bichos haya puesto... ya sabes... sus huevos... -explicó aturullada- con un emplasto o similar se podría pero no conozco las hierbas lo suficiente como para... - levantó la mirada esperando que Piojillo supiera de hierbas, aunque no tenía pinta.

¡Claro, Plumi!¡¡Rastrojo!!

-Eh, Rastrojo... em... Chamán-sí, eso, así vendrá-necesitamos ayuda...

Plumilla se acerca a mirar los picotazos y eso le parece más importante al Piojillo que una legión de exploradores cubiertos de oro macizo.

¿Que un bicho me ha hecho qué..? -Comenta alarmado.

Yo no conozco el uso de las hierbas, pero si se qué es lo que tengo que buscar no se me da mal encontrarlas, ¿qué hierba necesitas? aunque dudo que haya nada en estas tierras lánguidas y tristes que sea saludable para el hombre...

Luego pIojillo se quedó epserando a ver que decía Rastrojo, no tenía mucha fe en aquél hombre malhumorado, pero cualquier cosa que se llamase chamán a si mismo era respetable para el supersticioso Piojillo, al menos hasta que se demostrase lo contrario.

Sabandija observa con los ojos en rededor pero no aprecia la llegada de los Exploradores. Aún así, no ve necesario comentarle esto a su compañero y se abstiene de hacerlo. En su lugar, asiente y dirige su mirada hacia su grupo.

¿Uhm?

Rastrojo levantó la cabeza de detrás de un zarzal que estaba rodeando en su búsqueda de palos.

¡¿Cómo que necesitan ayuda?! ¡¿Me están recriminando que yo no estoy ayudando?!

¡ESTOY AYUDANDO! ESTOY AYUDANDO, ¿VALE? PODRÍA HACER COMO QUE BUSCO PALOS Y EN VEZ DE ELLO DAR UN PASEO. PODRÍA ESCAQUEARME Y TUMBARME A LA SOMBRA DE UN ÁRBOL. ¡PERO NO! ¡ME ESTOY ESFORZANDO! ¡Me estoy esforzando y estoy buscando palos! ¡Y haremos una bonita parihuela para que Michou viaje comodamente tumbado! ¡¿QUÉ DIGO UNA PARIHUELA?! ¡CONSTRUIREMOS UN MALDITO PALANQUÍN! ¡Y LE LLEVAREMOS A HOMBROS COMO SI FUERA EL MISMÍSIMO REY DE LA SABANA!

Acompaña su indignación con grandes aspavientos, y sus brazos no paran de moverse y agitarse como si fueran el par de huevos de un elefante en estampida.

Plumilla parpadeó intimidada y miró a Piojillo moviendo los labios buscando una disculpa para Rastrojo... Pero sin encontrarla.

Loor escucha y mira. Luego menea la cabeza, toma un odre de agua, y conforme lo que ha dicho Ponzoña se acerca a donde están los exploradores

Observo el avance de los Exploradores de la Compañía en busca de alguna señal de este movimiento.

- ¿Por qué se acercan tanto a nosotros? - pienso extrañado.

De repente un pensamiento me viene a la cabeza.

- ¿Enemigos por aquí?

- Sabandija, permanece atento. - le susurro mientras cargo una flecha en el arco. Algo no me gusta.

Sabandija abre los ojos con sorpresa ante la advertencia de Ojopocho. ``¿Por qué tanto nerviosismo? ¿Acaso no son de los nuestros?´´

No obstante, no ignora la orden de Ojopocho y se prepara. Mira alrededor, buscando algún parapeto que les pueda servir a él y a su compañero si de verdad se encuentran en apuros y mueve la lanza corta en la mano de la posición de movimiento a la de combate.

Después de buscar algunos lugares seguros con la mirada se vuelve hacia el Hostigador y trata de ver lo que él.

Odio no puede evitar la cara de sorpresa ante las palabras de Rastrojo, aquél tipo realmente era un niño pequeño listo para patalear y refunfuñar en el momento más inesperado. Su expresión de sorpresa se torno, cómo era de esperar, en rechazo y hastío.

Siguió a Loor, su mentora, junto a los exploradores, dejando de lado toda aquella escenita.

RASTROJO:

- No encuentras nada de utilidad. Una vez más, tienes la extraña mirada de ojos azules de Pesadilla clavada en tu trasero...

¡Ojos azules! La señal de que es un espectro encarnado en forma de mujer o algo peor.

LOOR:

- Las tierras de Cho'n Delor son extrañas, oscuras y siniestras, pero sin duda estás segura de que podrías adaptarte y sobrevivir incluso en este lugar.

CAMPAÑA:

- Te encuentras casi completamente adaptado al clima de este lugar. Te sientes extrañamente a gusto.

- Enseguida te olvidas de que estabas buscando palos.

ODIO:

- Encuentras un par de ramas bastante rectas y fuertes que pueden servir para preparar unas parihuelas.

- Te preguntas si alguna vez te adaptarás a la vida en estas tierras oscuras y siniestras...

PONZOÑA:

- No logras concentrarte lo suficiente como para encontrar nada que pueda ser útil.

Masutsu, Enmascarado, Daga, Minowa y Malmirado llegan andando y cortan en seco el avance del grupo del flanco izquierdo de Hostigadores y Campamenteros.