Partida Rol por web

Aeropuerto

Una ubicación bastante inútil a menos que esté buscando un lugar tranquilo, con aire acondicionado... ¡Oh, pero la cinta transportadora en el reclamo de equipaje ocasionalmente escupirá una maleta con productos dentro! A los aviones aquí les faltan sus motores, pero se necesitaría un Mecánico SHSL o algo para poder deducir eso...

Llegas al Aeropuerto.

Y Shishio llegó al Aeropuerto y mira tú que sorpresa no había nadie dentro. Vale, eso ya no era inesperado. Estaba claro que en esa isla no iba a haber nada que los... ¿15, eran? Los que estaban en la playa.

Pero la misión que le había encomendado Renga no era encontrar personas, sino ayudar al grupo a salir de la isla. De hecho, puede que incluso fuese mejor que estuviese solo. Shishio no... funcionaba bien. Con las personas. Si estaba sólo no tendría que negociar ni pedir favores ni bajar la guardia.

Ahora, el aeropuerto. Había venido aquí a buscar alguna información sobre dónde se podían encontrar. Si este lugar había estado en algún momento funcional, debería tener algún mapa de la región, ¿no? Y si no había ninguno en el mismo edificio, al menos debía haber algún radar en el avión. O una radio. Algo que puedan usar para comunicarse con el exterior.

Empezó a buscar, primero por la propia terminal. Principalmente, buscó cualquier cosa que fuese un despacho o una sala de control, o algún sitio donde gente importante se reunía. Buscaba lugares con mesas, básicamente. A ver si en algún lugar había algo interesante.

No parecía haber nada fuera de lo común más allá que todas las puertas se encontraban cerradas y por mucho que Shishio hiciera con tal de forzarlas, nada parecía poderlas abrir. Más allá, no parecía haber nada interesante, los Aviones que había apostados también se encontraban cerrados a cal y canto.

Por otro lado; el único vestigio de cosas que pudiera haber o dejar de haber eran las maletas que venían por la cinta transportadora y luego desaparecían de la vista. En particular, una maleta con los colores de Monokuma, de metal, atrajo la atención a Shishio Uke, pues al bajar por la rampa, hizo un estruendo.

Sin ninguna opción para salir ni para saber siquiera dónde estaban, el joven legocultor se quedó sentado en uno de los bancos de la zona de llegadas, algo decepcionado, si no desesperado. Iban a morir allí. Y... *¡bing!* sonó su MonoPad. ...¿Al parecer los otros rehenes querían celebrar una fiesta? ¿En serio?

Y en la piscina, además. Buf. Es decir, que iban a verle. Unos desconocidos. Sin camiseta. Eso no iba a ser incómodo ni nada, no. En fin, siempre tenía la posibilidad de excusarse y sal- *¡bing* Si te invitan a algún sitio, deberás siempre acudir. ¡Oh, venga ya! ¡Esa regla está hecha para ser abusada! ¡¿Y si te "invitan" a caminar hacia el mar en 30 minutos?!

En fin... Shishio Uke no iba a ser el primero en romper las reglas y ganarse la ira del oso monocromático, eso desde luego. Pero si iba a ir, necesitaría un bañador. Le habían secuestrado y no le habían dejado nada más que lo que ya llevaba encima, después de todo. Y no iba a ir con ropa normal, que luego le empujaban al agua. Eso lo había visto ya.

Afortunadamente, estaba en el lugar perfecto para encontrar uno. Si este sitio había sido alguna vez funcional, estas maletas debían ser de turistas, ¿no? Y los turistas no venían a islas paradisíacas si no es para bañarse en la playa.

Shishio empezó a buscar en las maletas normales en busca de algún bañador de niño, que fuera de su tamaño. Realmente era bajito para tener 15 años, ¿no?

Miró de reojo la maleta metálica que también había caido. No debía, porque era pesada y ominosa, pero... no, no podía resistirse. También tenía que mirar en ella. Era demasiada curiosidad.

Shishio se acercó a la caja en aquella cinta transportadora y con cierto esfuerzo logró abrirla y mirar lo que había en su interior; lo que allá vio le sorprendio y si no fuera porque alguien le empujó por la espalda para meterlo dentro del cofre, quizás este tuviera más tiempo para concentrarse en mirar qué era lo que allí había.

Sea como fuera, ShiShio había caído dentro del cofre y el que le había empujado, cerró el cofre tras de sí, encerrando a Shishio en aquel lugar. Aunque, por suerte para el joven, logró escuchar algo, en concreto las puertas del aeropuerto abriéndose y las voces de dos de sus compañeras.

-AAAAAAaaaaaahhh_hhh...- Gritó Shishio Uke mientras le encerraban dentro de la maleta metálica. Oh. Oh, dios. Dios, no. No quería morir. Era demasiado joven. ¡Aún no había visto Detective Pikachu!

Shishio (¿o era Uke? Este narrador no sabe muy bien si el creador de este personaje siguió la nomenclatura japonesa típica) estaba en modo pánico, pero consiguió mantener la razón lo suficiente para darse cuenta de que lo mejor era no agitar la maleta. Solo faltaría que el objeto de dentro fuese una pistola desintegradora hipersensible. Sí que se puso, sin embargo, a gritar "¡Ayuda!" a los cuatro vientos. Habían más personas allí, ¿no? ¿A lo mejor podían ayudarle?

El interior de la maleta era oscuro e incómodo, ya que normalmente no se usan para llevar cuerpos humanos, sin importar lo pequeños que fueran. Aunque sí que se sorprendió que cupiera perfectamente ahí dentro. Entre gritos de ayuda, sacó su Monopad. Como última instancia, podría usarlo para pedir ayuda por chat. También se le ocurrió la brillante idea de usar la luz de la pantalla para mirar el objeto con el que había sido encerrado. A lo mejor era algo que podría usar.

Barbara y Suigin llegan al Aeropuerto, en la enorme estancia del mismo se puede observar a Akemi Eiji mirando como una maleta de acero con los colores de Monokuma alejarse y desaparecer por la cinta transportadora, por lo demás, la enorme estancia proporcionaba una buena vista a los Aviones.

Es el... *digo fijandome en el marionetista, pero en ese momento escucho el sonido de la PDA, examinandola para ver de que se trataba y enseñandosela a Barbara* Parece que debemos marcharnos y bueno... creo que seria lo mejor estar alejados de el *digo mirando al marionetista* En fin, vamos entonces al hotel, no? *suspiro* Lamento estar haciendo que me lleves todo el rato de un lugar para otro, con suerte conseguiremos alguna silla electrica... aunque bueno, sin duda seria demasiada coincidencia encontrar una *suspiro cansada mirando con precaucion a Eiji*

   Por fin un sitio que se veía descente... aclimatado... espacioso... fácil de manejar a Shita sin esa molesta arena interrumpiendo cada dos o tres metros.

.... Aghhh Rukajo... Siempre tan Inoportuna...

     S-si... pero se le ve bastante tranquilo... - mientras miraba al muchacho pelirrojo.

     Tranquila chica... tampoco es que tenga mucho que hacer en esta isla, aunque... si damos con una cocina... puede que mientras esté preparando algún aperitivo vayas a necesitar alguien más que te lleve..  no te voy a engañar... - le respondia sin perder de vista aquella maleta con la que se alejaba el pelirrojo ... no me gusta estar perdida en estás cosas...

     ¡¡¡ Oye !!! - le gritaba al misterioso sujeto desde donde me encontraba - No se que tanto tengas que respetar las reglas, Pero hay una fiesta en la piscina en la noche... y no quiero saber que nos pasara si no asisten todos los que están invitados... así que vete preparando - ​​​​​-mientras empezaba a llevar a Shita nuevamente al hotel - Ahhh... y la que lo organiza prefiere que te presentes en tanga... ni idea de dónde saques una... -  y sin más que decir ... mientras esté lejos y no le cabreé no debería haber problemas... - Volvamos entonces señorita Shita... antes que la musculosa haga algo estúpido...

. . .

Por su parte, Akemi no dijo nada, tan solo resopló mientras salía del lugar, a fin de cuentas, no tenía ganas para hablar con ellas, ni siquiera de usar sus marionetas para simular hablar con aquellas dos; su plan ya se había ido a la mierda, por lo que sus ganas para-con todo se redujeron.

Las puertas del Aeropuerto se abrieron para dejar pasar a los dos estudiantes más fuertes que había en esos momentos en la Isla; y estos aunque echaron un vistazo por encima, no vieron a nadie a simple vista. Y más aún cuando parecía que todo el aeropuerto se centraba en aquella estancia, pues las puertas, por mucho que trataban de abrirlas o romperlas, no podían.

No parecía haber nada fuera de lo común más allá que todas las puertas se encontraban cerradas y por mucho que estos hicieran con tal de forzarlas, nada parecía poderlas abrir. Más allá, no parecía haber nada interesante, los Aviones que había apostados también se encontraban cerrados a cal y canto.

Por otro lado; el único vestigio de cosas que pudiera haber o dejar de haber eran las maletas que venían por la cinta transportadora y luego desaparecían de la vista. En particular, una maleta con los colores de Monokuma, de metal, así como una simple piña hicieron su aparición por la cinta. ¿Quién diablos empacaría una piña?.

miré a mi alrededor confundida y ví la maleta con los característicos colores

porque diablos monokuma nos ha echado...?

al menos podremos buscar al niño

podemos buscar a shinshio....eso que ganamos....después de todo esto necesito una ducha...

Tomo la piña y la pruebo si esta bien.

Una piña, podemos cultivarla y para luego tener comida al rato. me llevo la piña 

Bueno, parece que el enano se ha ido. Me pregunto si la caja con colores de Monokuma sera útil a futuro.

Tomo y la agito para sabe que hay, y me la llevo también.

Bueno parece que no podemos ir a la fiesta, y ya nosotros tenemos traje de baño.

Me voy a una de las cámaras. y con voz de chaman: 

Monokuma yo te invoco.

En el interior de la caja hay algo bastante grande y pesado, el cual, al bajarlo por la cinta transportadora, choca contra una de las paredes del baúl. Por fortuna para aquel grupo, el baúl no estaba cerrado con llave, tan solo con un cerrojo de pasador simple, por lo que se podría abrir en cualquier momento.

Mmmmmmmmmmmmmmm

Abro la caja. 

¡Y la caja explotó llevando por delante las vidas de Joshira y Joshua!

Eso es lo que hubiera pasado en caso de que la caja contuviera una bomba, por suerte para ellos, en el interior de la caja no había bomba alguna, más allá de una bomba metafórica, en este caso, la bomba metafórica significaba que Sishio Uke se encontraba dentro de aquella caja, tratando de respirar aire como un loco.

dios santo....estas bien...?! como has acabado ahí dentro...?!

abrí la caja del todo con suma rapidez para que el pobre respirase

alguien te ha metido ahí dentro?

las teorias iban y venian en mi cabeza como locas imposibles de estarse quietas y dejarme pensar con claridad

Al salir, Shishio inhaló fuertemente. No se podía creer que llevaba en esa isla unas pocas horas y ya había sido casi ahogado en dos ocasiones diferentes. Miró a sus dos salvadores entre dos bocanadas de aire. Vió a Joshua comerse una piña y le entró hambre. ¿Cuánto tiempo había pasado ahí dentro? ¿Era de noche ya? No podía verlo desde donde se encontraba.

-Gracias... gracias...alguien... me empujó... dentro... No pude ver quién era... Sonaban como dos chicas...-

Salió cuidadosamente del baúl para no caerse y miró dentro. Al fin podría ver el misterioso objeto que seguro que se encontraba dentro y que no iba a ser un engaño para obligarle a mirar en el aeropuerto. También echó un vistazo por el suelo de la habitación. No parecía haber nada de especial. Lo que era un problema.

-...No quiero molestar más... pero... ¿Habéis visto mi MonoPad? Se me cayó durante el empujón.-