Partida Rol por web

- Primera Isla -

- Hotel Mirai -

Vieja Cabaña

Oficina
La primera puerta a su derecha es una oficina con varias chucherías, libros y acceso a la energía y al aire acondicionado del edificio.

Aquella mujer llegó a la Oficina en donde, quizás la víctima y el pervertido habían estado trabajando el día anterior, si es que eso era lo que había pasado y no fue tan solo un mal sueño... colectivo. Algo más común de lo que parece creer la mayoría de la gente, pese a que esta sea la que lo padezca. Sea como fuera, al fin había llegado.

 Llegando a aquel lugar, la jinete recordó lo mencionado por su compañero pervertido. Sobre que había encontrado los documentos en algún lugar de aquella habitación. Lo que significaba que podría haber cosas sin mirar en algún lado que podrían resultarles beneficiosas para su elaborado plan de defensa en contra de todos los demás.

- Vamos a ver que hay en este lugar... ¡PUAJ! Polvo, suciedad, mugre... ¡este no es el lugar digno de una deportista de mi porte! Pero... supongo que hasta los más elevados en la cadena humana tienen que ensuciarse un poco para sobrevivir... Ugh...

 Sin perder más tiempo carcomiéndose la cabeza pensando en los traidores, Uma se dedica a la búsqueda de documentos. Tenía esperanzas de que sus antiguos aliados tenían puntos débiles que podían explotar, así como ella tenía sus puntos débiles.

Mientras rebuscaba por lo que podría ser aquel "documento" que hablaba de ella y de como esta no era parte de la Academia Pico de Esperanza, esta se percató de algo extraño a nivel del suelo, cuando esta se agachó para comprobarlo pudo sacar un pequeño trozo de papel cortado sin demasiado mimo de color blanco.

Por lo demás, no parecía haber en la zona nada que hablara ni de ella ni del resto de los miembros infiltrados en el grupo. En caso de que Yuki hubiera dicho la verdad, la pista que había presentado no se encontraba por ningún lado.

 ¿Solamente un pequeño trozo de papel? Ella no era ni una detective ni una persona muy analítica, por lo que poca información le brindaba aquella cosa. Y más allá de ese trozo, no había nada más que le ayudara en su investigación. Luchaba contra la desesperación, pero la falta de herramientas para defenderse lo hacía muy difícil.

- No puede ser que estén tan bien protegidos... ¡y a mi me delataron tan fácilmente! Seguramente ahora están reunidos pensando en que más evidencia arrojar en mi contra. Espero... ¿estarán reunidos ahora? ¡¿LO ESTARÁN?!

 Preocupada por los planes de sus compañeros, Uma rastreó las ubicaciones de los tres traidores. Por suerte para la jinete, ella tenía una habilidad innata para ubicar a la gente. Años de asegurarse de que sus contrincantes estuvieran detrás de ella habían servido de algo.

 Sin embargo, para utilizar su increíble habilidad de conocer la localización de sus compañeros, Uma necesitaba de la ayuda de la PDA. Y la misma todavía se encontraba en el buzón en frente de su cabaña. Por lo que la jinete se lanzó a buscarla sin mucha premeditación. No es como si en aquel corto tramo de camino se fuese a encontrar con algunos de sus compañeros.

- Estoy un paso... detrás de ustedes, traidores... pero ya los alcanzaré... porque Uma Yugana, ¡siempre gana!

Y la valerosa Uma Yugana salió del lugar, pese a que con las manos vacías, tenía el corazón lleno de pasión... y probablemente de sangre; el director de la partida no es médico, por lo que no sabe exactamente qué es lo que recorre las venas de aquella mujer, pero sí, probablemente sea sangre... ¡Sangre Pasional!.

Sin más opciones que tomar, la muchacha escogió la Vieja Cabaña para hacerlo, a fin de cuentas, el alcance de todo eso era demasiado corto como para que fuera demasiado lejos. Por lo que allí fue donde empezó a transmitir a aquel muchacho, teniendo mucho cuidado con de usar las palabras exactas antes de activar lo otro.

Y con esto, continuó con su plan. A fin de cuentas, hacerlo desde su habitación sería un suicidio. Si no para ahora, en un futuro bastante cercano.

Esquivando lo que posiblemente fuera la muerte, o al menos un ataque de Tsumiko Komachi; Uma Yugana se encerró en la Oficina de la vieja Cabaña. A fin de cuentas, la otra opción era el baño, y ya había sufrido allí dentro por demasiado tiempo, no iba a volver a caer en semejante humillación.

Detrás de ella una voz la sobresaltó.

"...Y entonces Tsumiko Komachi salió del interior del asiento en el que estaba Monokuma..."

Al girarse esta muchacha descubrió dos cosas, la primera una grabadora que era de dónde salía la voz, y la otra, un walkie-talkie con una cinta adhesiva manteniéndolo activo. Además de eso, la muchacha logró descubrir quién era la persona que estaba hablando, no era otra que Nanako Kanai.

 A Uma se le escapó de los labios un pequeño gritito al escuchar aquella voz detrás suyo. Ya para cuando estaba preparando una pose de pelea, se dio cuenta de que era una grabadora la que emitía el sonido. Un tanto avergonzada, toma la grabadora y la para, confundida de por qué alguien haría algo así. Alguien en particular: aquella niña Nanako.

- Kanai-san parece saber más de lo que aparenta... no es una simple niña amante de los gifs...

 La jinete intenta escuchar las grabaciones anteriores que tenía aquella grabadora. Quizá le diesen algo de información sobre quién había dejado una grabadora y un walkie talkie con cinta adhesiva. Algo extraño estaba pasando allí.

Uma Yugana escuchó la grabación, al parecer tan solo era una lectura de lo que podría ser un libro en donde narraba los eventos ocurridos en un juego similar, por no decir idéntico, al que ahora mismo estaban jugando ellos. En concreto, no pudo reconocer ningún implicado más allá de Katsumoto Obinata y Tsumiko Komachi.

Parece ser que el audio durará un par de horas.

Antes de poder escuchar mucho más, la conmoción que ocurría en el exterior hizo que Uma Yugana fuera a echar un vistazo. Al parecer, algo estaba ocurriendo y algo que estaba a ocurrir no era lo suficientemente bueno si Uma Yugana no estaba de por medio. Por lo que marchó.