Partida Rol por web

Jian y Gazo se dirigieron hacia la zona del refrigerador de la fábrica. Gazo había derrotado al pokémon de Jian y éste lo había atrapado añadiendo el segundo miembro a su equipo. Ahora le tocaba a Gazo escoger a uno de aquellos pokémon que correteaban por la zona.

Todos los que había por allí eran del tipo indicado. Podían encontrarse de pequeños seels hasta la extraña variedad de los vulpix de Alola. 

Sin duda la temperatura del refrigerador era más baja, aunque a Gazo parecía no importarle. No era mucho de ponerse al sol, prefería ambientes más fresquitos como aquel.

Al final el hombre del hotel tenía razón, aquello estaba plagado de pokémon tipo hielo. La cabeza del pintor no paraba de mirar de lado a lado, buscando a uno que le llamará la atención. Sus cascos reposaban sobre sus hombros, el combate estaba cerca y la música le sobraba cuando luchaba. Su mirada era de emoción, parecía una persona completamente distinta a la que demostraba ser de normal.

¡Allí! Señaló a la derecha a un redondo y rechoncho Spheal. ¡Prepárate Jian! Gazo esperaba que le ayudara como él había hecho hace un instante.

El muchacho se acercó al Spheal y cuando estuvieron a una distancia prudente dejó a Abra, que había viajado en sus brazos, con cuidado en el suelo. ¡Adelante Supun! Vuelve a usar tu Psicocarga. Ordenó. Tenía la esperanza de que fuera tan bien como contra el Cyndaquil y el Bulbasur de Jian.

Jian tiritaba, llevaba un chubasquero para la lluvia y el calor no le molestaba en absoluto. Pero el frío era otro cantar. Suerte que solo era una cámara refrigerada y no estarían mucho tiempo allí. Varios escalofríos recorrieron el cuerpo del entrenador, allá donde miraba, entre los hierros de la fábrica se escurrían rastros escarchados de pokemon. Era un sitio asombroso.

Jian sacó a Bulbasaur a sus pies, definitivamente Supun era más rápido, pero confiaba en que Bulbasaur fuera más rápido que ese extraño pokemon, para el que Jian sacó su movildex con tal de identificarlo, ya que venía de un lugar de montañas, apenas había tenido contacto con aquella clase de pokemon

Bulbasaur, somnífero sobre ese... - Ojeó la información de la Dex - .... Spheal

Miró a Gazo, realmente era un pokemon muy redondito y monísimo, sería genial

Spheal está basado en un otario, mamíferos similares a las focas pero que cuentan con orejas y son capaces de caminar por tierra.

Este Pokémon se desplaza en grupos mientras rueda por su hábitat congelado, realmente son muy lentos a la hora de caminar por lo que la forma más fácil para ellos de desplazarse es rodando, debido a su forma esférica. Se alimentan de peces en las orillas. Poseen una gruesa capa de suave pelaje que les protege del frío cuando se revuelca por el hielo.

Cuando se alimentan dan palmas, produciendo fuertes sonidos, tal vez sea para avisar a otros Spheal de que hay comida disponible, por esto es conocido como el Pokémon aplaudidor. Además, cuando se ven amenazados, ruedan produciendo ruido para alertar a la manada. Es muy utilizado en concursos Pokémon pero también sirve en batallas Pokémon en especial cuando evoluciona a Walrein. Aunque tiene un aspecto muy adorable, es un Pokémon muy fuerte. Rueda por los témpanos de hielo hasta la orilla, aunque parece que su cuerpo no está bien adaptado para nadar, cuando lo necesita puede alcanzar velocidades impactantes en el agua, esto sorprende mucho a los científicos.
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El pokémon no tardó en asustarse al verse rodeado por ambos pokémon y sus entrenadores, pero lejos de asustarse cambió su adorable cara por una con connotaciones mucho más agresivas y rápidamente se dispuso a lanzar una fuerte ventisca contra sus dos oponentes. Pero antes de que pudiera ejecutar los movimientos, Abra ya había lanzado su rayo psíquico y Bulbasaur había espolvoreado unos polvos sobre él que lo dejaron dormido.

Spheal herido y dormido se tumbó en el suelo para descansar ajeno a cualquier peligro que se cerniese sobre él.

¡Qué bien! ¡Ha salido todo a la perfección! Dijo Gazo emocionado. ¿Te importa hacer que Bulbasur acabe de debilitar a Spheal? Preguntó a su pequeño compañero mientras sacaba la pokéball y la agrandaba pulsando el botón.

El Pintor espero paciente a que Jian ordenara a Bulbasur atacar. Estaba deseando ver al pokémon planta en acción, pues debido a la velocidad de Supun aún no había podido lucirse y mostrar toda su capacidad.

Jian se giró hacia Gazo, se le iluminaron los ojos frente a aquella posibilidad. Gazo se acababa de convertir en el tercer entrenador pokemon favorito de Jian. Asintió con emoción y señalando al pokemon de hielo lanzó su ataque. - ¡¡Bulbasaur Rayo Solar!! - A lo que el pokemon de Planta dió unos pasitos hasta un lugar en el que se filtraba algo de luz por la ventana, y se mantuvo allí quieto mientras el brillo del tubérculo aumentaba despacio.... era como ver una excavadora a punto de atropellar a un villano que se encuentra todavía a doce metros. Jian permaneció señalando a Spheal, excusándose pobremente.... solo un poquito má~ás - Dándose cuenta que tal vez Bulbasaur no era el pokemon más adecuado para combatir

Spheal seguía dormido mientras Bulbasaur se acercaba a la ventana a recoger algo de luz para lanzarla sobre su oponente. El pokémon podía tomarse si tiempo que quisiese pues Spheal parecía seguir bajo los efectos del somnífero que le habían lanzado. Mientras tango, Gazo había decidido no intervenir en ese combate y dejar a su compañero y su pokémon que se encargaran de ello.

Los ojos de Gazo se abrieron como platos cuando Jian ordenó a Bulbasur ni más ni menos que rayo solar. Era un ataque muy muy potente y estaba deseando verlo en acción, la espera se le iba a hacer eterna. ¡Increíble! Exclamó emocionado. ¡Tú puedes Bulbasur! Animó al pequeño pokémon verdoso.

El chico peliazul siguió jugueteando con la pokeball a la espera de que Bulbasur acabara con Spheal, en cuanto ello pasara la lanzaría sin esperar ni un segundo.

Spheal seguía dormido ajeno al combate que estaban disputando en el interior de aquel refrigerador. Gazo y Jian podían sentir como su temperatura corporal iba descendiendo lentamente, no aguantarían mucho más tiempo allí. Así que tendrían que derrotar lo antes posible a su oponente si no querían terminar como un carámbano de hielo.

Por suerte, el rayo solar de Bulbasaur salió con una gran potencia que unido a lo debilitado que estaba fue suficiente para dejarlo fuera de combate.

Era el momento para lanzar la pokéball  atraparlo.

¡Increíble! Gritó Gazo dando un salto al ver el magnífico rayo solar del pokémon de Jian.

En cuanto se disipó el ataque, el pintor fijó su objetivo y lanzó la pokéball haciendo un arco diagonal de arriba abajo, como si diera un trazo descontrolado con uno de sus pinceles. Ya eres mío Spheal. Masculló entre dientes.

Con un nuevo pokémon de hielo en su equipo lo primero era ir al centro pokémon para recuperarlo. Que frío. Dijo Gazo con rostro habitual, toda emoción parecía haberse disipado. De forma automática, el joven se colocó el casco del lado contrario al que estaba Jian en la oreja. Vayamos al centro pokémon a recuperar a nuestros nuevos amigos. Dijo cogiendo a Abra en brazos y comenzando a andar para salir de aquel gélido lugar.

A Jian le recorrió un escalofrío, desde luego estaba todo helado - Buen trabajo Bulbasaur - El pokemon estaba algo cansado tras el ataque. Jian recogió a Bulbasaur y salió de aquel refrigerador con Gazo, atravesando las pasarelas de la fábrica para volver al centro pokemon de Shakonya

¿Como sugieres que empecemos a entrenar cuando estemos listos? ¿En el gimnasio?