Partida Rol por web

La familia Mudbarro vive en esta acogedora casa
A pesar de las apariencias no es tan grande por dentro.

Como se puede observar, la hacienda está repleta de plantas, formando un incómodo y bastante congestionado jardín. Todo culpa del propio Ardsen, que es obsesivo en este aspecto.

Las escaleras darían acceso a la casa (elevada) y por la parte trasera se podría acceder a la carpintería que se encuentra en la zona inferior del edificio. Allí es donde trabaja el padre de la familia Mudbarro, la cual cuenta con reputada fama en la ciudad, debido a la calidad de sus muebles artesanales.
Se han especializado en muebles minimalistas que cumplan con muchas funciones usando el menor tamaño posible.

Por dentro es bastante minimalista, debido a la decoración de muebles fabricados por su propio padre.

Sin embargo, la habitación de Ardsen es completamente distinta. Con una cargada decoración en la estancia, mezcla de ecologismo y toque hippie.

Ardsen se despertó, como de costumbre, con el día bastante empezado. El sol golpeaba ya su rostro desde hace un rato, ya que las finas cortinas de seda que adornaban su ventana, poco eran capaces de absorber.

Sin mucha prisa, se despertó. Remoloneó un poco entre sus cosas, y con la misma ropa con la que se acostó, salió de su cuarto. Decidido. O lo tranquilamente decidido que podía hacer las cosas el holgazán de Ardsen.

Se dirigió a la cocina. Rebuscó en el frigorífico. Desayunó la avena especial que pedía a su madre que le comprase. Un buen trago al bote de leche de soja. Y listo.

¡MAMAAAAAA! ¡ME VOY!. No escuchó mucha respuesta. Les llevaba avisando muchos días que hoy se iría a comenzar un proyecto. Y al parecer, a sus padres no le importó mucho. También puede que se debiera a que esa misma idea, ya la había anunciado más de 10 veces en los últimos dos años, y había concluido en quedarse un rato más dormido en la cama.

No se despidió de su padre, ya que a estas horas estaría en la carpintería.

Se dirigió a la puerta y allí estaba su hermanita pequeña. Mirándolo.

Katinoe (el nombre de su hermana) ¿No has ido al colegio hoy? Le dijo en un tono cariñoso que solo usaba con ella. Ah claro, estabas enferma ¿no? Mira, métete rápido en la cama antes de que nos vea mamá. Luego vengo y te cuento que he aprendido. ¡¡¡Verás que divertido!!!

Ardsen salió rápido de la casa. Sabía que si se demoraba un poco, al final se quedaría allí holgazaneando nuevamente.

¡Rumbo al laboratorio! Pensó más ilusionado que de costumbre. Esperemos que no me entre la flojera muy pronto

La familia Mudbarro vive en esta acogedora casa
A pesar de las apariencias no es tan grande por dentro.

Como se puede observar, la hacienda está repleta de plantas, formando un incómodo y bastante congestionado jardín. Todo culpa del propio Ardsen, que es obsesivo en este aspecto.

Las escaleras darían acceso a la casa (elevada) y por la parte trasera se podría acceder a la carpintería que se encuentra en la zona inferior del edificio. Allí es donde trabaja el padre de la familia Mudbarro, la cual cuenta con reputada fama en la ciudad, debido a la calidad de sus muebles artesanales.
Se han especializado en muebles minimalistas que cumplan con muchas funciones usando el menor tamaño posible.

Por dentro es bastante minimalista, debido a la decoración de muebles fabricados por su propio padre.

Sin embargo, la habitación de Ardsen es completamente distinta. Con una cargada decoración en la estancia, mezcla de ecologismo y toque hippie.

Justo tras abrir la puerta y pasar el umbral, Ardsen suspiró profundamente. Estaba tremendamente agotado.

Ya estoy en casa. Dijo con la boca pequeña. Se había marchado por la mañana con la esperanza de no volver nunca más y pocas horas después, allí estaba de nuevo. Sin embargo, esta vez era distinto. No venía solo. Aquel pequeñajo en su macuto parecía poder cambiar las cosas.

Miró a Seedot sonriente. Esta es nuestra casa, amigo mío. Aquí estarás seguro.

Era muy tarde así que no quiso despertar a su hermana Katinoe que seguro ya estaría durmiendo. Si te viese, seguro que se enamoraría de tí y ya no pegaría ojo. Le encantan los pokémon. Espero que no sea una esclavista como la mayoría. Seguro que no.

Y tras esta pequeña reflexión-conversación subió a su habitación. Sin ducharse siquiera, se metió con las mismas vestimentas en su cama. Seedot, junto a él. Buenas noches. Y acto seguido, cerró los ojos.

Ardsen estaba profundamente dormido, incluso un Slaking podría haberse apoyado encima de su cabeza y no haberle despertado. Sin embargo, junto a él, con los primeros rayos de sol, el pequeño Seedot empezó a inquietarse en aquella habitación. Necesitaba salir de allí.

El chico intentó ignorar los toques de la pequeña semilla a su cabezota, hasta que la puerta se abrió de golpe y porrazo.

Parece que no te conseguiste independizar ayer. Dijo el padre de Ardsen entrando a la habitación. Tampoco parece que te pudieses lavar. Añadió tras oler la habitación. ¡Anda mira! ¡Has capturado un pokémon! Dijo con alegría y entusiasmo al ver a Seedot.

No he atrapado a nadie Papá. Lo he salvado. Y está conmigo porque quiere. ¿A que sí amigo? Interpeló Ardsen mirando al pokémon.

¡Ah sí claro, por supuesto! Tus cosas... Comentó el padre sin ganas de discutir. Bueno, el periódico ha llegado. Échale un ojo, quizás te interese. Y se lo lanzó a la cama. Suerte. Y lávate por favor.

Ardsen cogió el periódico y tras leer se quedó con varias partes

El Ayuntamiento necesita seis pokémon con movimientos de tipo planta para elaborar collares de flores para la fiesta que se va a dar esta misma noche para celebrar que Shakonya ha sido nombrada la primera Ciudad-Región de la historia. Tienen que estar de 11.30 a 13.30, y se pagará a su entrenador 1.000 P. por hora.

¡¡¡1000 POKEMONEDAS!!! A las 11:30 tenemos que estar en el Ayuntamiento Seedot, va a ser nuestro momento.

Hoy a las 10.00 am empieza el concurso de captura de Bichos (solo los días pares). ¡Si quieres inscribirte y participar, trata de estar allí al menos una hora antes.

Pero antes, a las 10 hay que ir a inscribirse a ese sitio, hay que salvar a esos pequeños pero ¿a dónde?

Ardsen se incorporó un poco y Seedot se echó hacia atrás. Vaya, ¿tan mal huelo? Y a ti te veo un poco paliducho. Tengo una idea, aún es pronto y a estas horas es el mejor momento para refrescarse. ¡Vamos al río!

Con la misma ropa, el mismo poco dinero, el mismo macuto y el mismo peinado, Ardsen agarró al pokémon, lo metió en el macuto y salió de la habitación.

Entró a la cocina que aún estaba en silencio, su hermana seguiría durmiendo, su madre estaría en el baño y su padre ya estaba empezando a preparar el taller. Arrasó con el frigorífico. Hoy no me pilla por sorpresa el hambre que me dio ayer. Cargó un par de emparedados, una buena bolsa de fruta y bastantes frutos secos. ¡Vámonos al río!