Fujio aprovechó la noche para descansar no sin antes sacar a su querido nuevo pokémon de la pokéball para entablar amistad con el. Era mucho mejor de lo que jamás habría imaginado, no podía pedir nada más ni recordaba haberse sentido tan feliz nunca. El viaje acababa de comenzar y ya estaba arrepentido por no haberlo iniciado antes, aunque siempre con cautela por supuesto.
Se dispuso a dormir dejando que Dreepy durmiera con el, no quería encerrarle, al menos mientras estuviera en la habitación. El sueño le invadió rápidamente y no tardó en sucumbir a el. Muchas emociones en poco espacio de tiempo.
A la mañana siguiente lo devolvió a su pokéball con cierta tristeza, pero prefería eso a cometer algún error y meterse en un lío. Salió disparado hacia el buffet de desayuno pues se moría de hambre, la habitación no había sido barata y quería sacarle el máximo provecho.
Al terminar se despidió del recepcionista con mucha alegría.- Muchas gracias por la habitación, he dormido de maravilla y todo estaba buenísimo. ¡Repetiré seguro!- Salió entonces hacia el exterior para pensar en su siguiente paso.
Fujio iría hacia la escuela pokémon para ayudar en esa investigación. No se si lo sabe de alguna manera por lo que no lo he puesto específicamente.