Una sonrisa bien grande se dibujó en la cara de la joven al escuchar a sus amigos. - ¡Sí, tenéis razón! - ya era casi imposible esconder la emoción que sentía por conocer a su primer compañero pokémon. Lo cierto es que llevaba todo el viaje calmándose a sí misma, y repitiéndose el lema de su padre: "Siempre con los pies en la tierra". Pero ella estaba loca por volar, y soñar, y encontrar su camino. Respiró profundamente sin borrar la sonrisa de la cara cuando vio a Cindy salir corriendo, dio un pequeño abrazo a su hermana. - ¡Mucha suerte Ruby! No quiero ser un huevo de Chansey podrido. - Se excusó, antes de agarrar a Kalel por el brazo y tirar de él, que se había quedado embobado mirando la estación. - ¡Vamos Kal, que no quiero ganarte con trampas! - le apuró para salir corriendo detrás de la pelirrosa.
Kalel salió del trance al notar el tirón de Lay, había estado un poco ido, pero no por ello había dejado de escuchar a sus amigas. Llevaba mucho tiempo fantaseando con su primer pokémon, la verdad es que le daba absolutamente igual cual fuese, sabía que lo querría con todo su corazón, aun así obviamente tenía algunas preferencias en la cabeza, aunque cada vez que pensaba en ello intentaba pensar en otra cosa, pues le parecía una falta de respeto respecto al elegido final.
-Buena suerte.- Le dijo a la hermana de Lay inclinándose un par de veces mientras su amiga lo arrastraba.
Una vez cumplido el protocolo de despedida el chico recuperó del todo su confianza, al sentirse ya solo rodeado por la compañía de sus amigas, ensanchando su sonrisa y echando a correr tras ellas, al fin y al cabo no quería ser un huevo de Chansey podrido.
-¡Hey! ¡Esperad!- Dijo intentando contener una carcajada, tenía demasiadas ganas de conocer toda aquella ciudad.
En dirección al laboratorio pokémon. (Con Lay y Cindy)
-¿N-no hay línea de...? -preguntó con una vistosa y desesperanzada expresión de pereza, dando a entender lo muy poco informado que estaba sobre el lugar al momento de venir. Se rascó la nuca al recomponerse, mostrando luego una sonrisa despreocupada que intentaba verse tan adulta como fuese posible. "Recreativos"... pff... ¡ja! -Entendido... ¡Muchísimas gracias por su ayuda y su labor, oficial! -dijo mirando atrás mientras se marchaba precipitadamente hacia las afueras de aquel establecimiento, intentando dejar atrás los descuidados deslices que había cometido comenzando con su aventura como si no hubiesen ocurrido. Parte de su reputación parecía haber quedado allí.
Sólo somos yo... y mi humilde capital. Un hombre y sus recursos se enfrentan ellos solos a los peligros de una tierra desconocida... un casino desconocido... pensó con tranquilidad a medida que caminaba, perdiéndose en el apacible sonido del río y observando su reflejo en éste de manera esporádica. Finalmente... es el momento de vivir mi propia vida, ¡dejar el nombre de los apostadores de Trigal en alto será la primera decisión en esta batalla! A pesar de todo lo ocurrido, tanto la caminata como la compañía silenciosa del río lo habían ayudado a despejar sus tensiones y relajar su mente. Era algo desconocido para él, sin embargo, era el primer bocado a la belleza de la región que podía observar a comienzos de esta nueva aventura. Lo justo para reemplazar dudas con la astuta determinación que necesitaba.
Me dirijo al casino de apuestas.
Uri contestó a Vanessa, uan de las chicas de pelo rosa: Pues la verdad que me estuvo hablando sobre las ganas que tenía de aprender y se interesaba mucho por la región, pero la única ubicación de la que hablamos, aparte del Laboratorio y de la estación, fue del Ayuntamiento, pero no sé nada más. Dijo el jefe de aquel lugar. Lamento no poder ayudarte más.
¡Esperadme! Les gritó Ruby a su hermana y a sus amigos. No entendía a qué venía tanto interés en despedirse de ella. ¡Yo también quiero hacerme con mi primer pokémon! Y tras aquellas palabras, salió corriendo detrás de ellos.
Al Laboratorio pokémon.
Vanessa sonrió con alegría ante las palabras de Uri, al tiempo que tomaba su mano, muchísimas gracias, realmente aprecio su ayuda, entonces desvió la mirada y quito su sonrisa un instante para voltear a verlo directo a los ojos, ¿puedo pedirle un favor mas? podría hablarme si llega a verlo, después de eso le da al hombre el numero de su Móvil-dex, muchas gracias por todo, dijo con una cálida sonrisa para finalmente despedirse de él con un beso en la mejilla, y salio corriendo de la estación, espero poder encontrarlo ahí.
camino a (31) Ayuntamiento
La Estación de Shakonya es una estación ferroviaria localizada al norte de la ciudad junto al Gimnasio 1 y el laboratorio Pokémon.
Esta estación, recién inaugurada ha sido la última construccción de Shakonya permitiendo así convertirla en una ciudad/región capaz de comunicarse con todas las regiones pokémon existentes. Además tiene varias vías que permite viajar a diferentes puntos de los alrededores de Shakonya.
Es un edificio sumamente moderno capacitado con cualquier cosa que un visitante necesita, incluido un mapa de la región y un oficinista capaz de solucionar la mayoría de las dudas que un recién llegado tenga.
Fujio miraba por la ventana del tren el paisaje mientras su cuerpo se movía a razón del traqueteo mientras cruzaba las vías. Repasaba mentalmente el momento de la despedida de su familia, cuando se echó la mochila al hombro y tomó aire con fuerza antes de dar el primer paso hacia su aventura. Se lo imaginaba peor, traumático, como si no se volvería a sentir cómodo hasta volver a su hogar, pero extrañamente se sentía tranquilo y decidido. Quizás el saber que ya no había vuelta atrás fue suficiente para dejar el temor atrás y centrarse en lo que tenía delante.- Al final no ha sido para tanto.- Pensaba para sí mismo, aunque en el fondo era más parecido a una plegaria deseando que de verdad así fuese y que el viaje transcurriese con los menores contratiempos posibles. Durante el trayecto aprovechó para pasear por los vagones y estirar así las piernas, evitando un poco el aburrimiento del camino.
Por fin se detuvo, de nuevo los nervios se asentaron en su estómago aunque en menor medida que antes de su partida. Se detuvo unos segundos para convencerse de que todo iría bien y tras calmarse un poco dejó atrás su asiento poniendo los pies en suelo de Shakonya. Observó la estación y todo lo que estaba al alcance de su vista disfrutando el primer encuentro con una región completamente desconocida para él. Los nervios seguían dentro pero esta vez mezclados con la emoción y la sensación de libertad que trae consigo un viaje.
Caminó despacio hasta encontrar el mapa de la región donde pasó los siguientes minutos orientándose y decidiendo su siguiente movimiento.- El laboratorio pokémon es lo lógico. ¿A quién podría preguntar?- Mientras pensaba descubrió la figura de un hombre que parecía trabajar allí, así que se acercó.- Hola. Mi nombre es Fujio Ichikawa acabo de llegar a la región y me preguntaba si podría indicarme el camino hacia el laboratorio pokémon. He visto el mapa pero no me oriento demasiado bien. Muchas gracias.
Buenas noches, dijo el jefe de estación con cara cansada, el laboratorio no tiene pérdida, en cuanto salgas lo vas a encontrar a tu izquierda, es el primer edificio. Respondió con una sonrisa al ver llegar a un nuevo entrenador. ¡Sin duda las noticias sobre la nueva región habían calado en múltiples zonas del mundo y eso le hacía sentir orgulloso de su ciudad!
Fujio asintió a modo de agradecimiento.- Muchas gracias por su ayuda. Que tenga un buen día.- Agarró entonces las correas de su mochila con ambas manos y respiró hondó. El primer paso hacia su aventura se presentaba justo delante, no podía dudar o vacilar ahora a pesar de que sentía un poco de miedo sobre lo que pasaría después, se tranquilizó pensando que sería un sentimiento normal en entrenadores novatos y salió de la estación con paso firme en dirección al laboratorio.
Fujio sale de la estación en dirección al laboratorio siguiendo las indicaciones.