Partida Rol por web

¡Buenos días, caballero!... ¿No le apetece un poco de venado para cenar?... ¡Tenemos unas piezas excelentes! - responde Mille al paso del hombre a caballo

Vaya os lo agradezco de veras, pero la posadera de Woltown se ha encargado de dejar mi estomago bien lleno. De todos modos lo tendre en cuenta para otro dia, pues realmente tiene una pinta deliciosa! le contesto con una sonrisa mientras prosigo con mi camino.

Oelric, el recaudador de impuestos camina por el patio, contento por la recaudación que ha hecho hoy, pero más contento aún por toda la gente que no ha pagado, pensando en las represalias que les caera por nuestro Señor Feudal.

Sonrie mientras camina, perdido en esos pensamientos.

Nuevamente me pongo a caminar y me acerco hacia el lugar que ocupa el mercader de telas.

¡¡¡OOOoooooohhhhhh, qué precisosas telas!!!, ¡¡Qué estampados, qué colores!!, ¡Qué interesante la posibilidad de poder hacerse cualquier prenda al gusto sin gastar mucho dinero!, ¡Señora, qué más quiseran muchos nobles poder tener esa posibilidad!

Tras dejar mi caballo, entro en el castillo.

Chiquillo.. eh! Tú... Va hasta donde esta esa dama señala a Terresia de Vleux y dale este recado da un papel.

Muy Señora:
Oso importunarla para receordarle nuestro trato respecto a los vestido, ya que se que con esto ocasiono una molestia a Su Gracia, pero el dinero para nosotros, que dependemos de el, se vuelve necesario aun mas en estos tiempos donde los impuestos han aumentado. No quiero importunarla con esas menudencia y no lo haria si no fuera muy necesario.
A vuestro servicio.
Iolus Gormick

Entro al mercado con la cabeza en alto mirando a todos lados, busco al recaudador

El chiquillo coge la nota y el feudado y sin decir más sale corriendo al encuentro de Terresia.

Salgo del interior del castillo hacia el patio. Al ver como el sol ya se esta escondiendo me paro al lado de la portona de la entrada con las manos en las espalda, esperando ver llegar a los soldados o los invitados mientras tambien observo los quehaceres de la gente que esta en la plaza en este momento.

vuelvo a mis aposentos a prepararme para la cena de por la noche.

Cuando Terresia se dirige hacia el castillo, un chiquillo llega corriendo con una nota en la mano.

- ¡Señora! ¡Señora! ¡Espere!

Con mi vara en la mano,..¡¡Dennid!!..jo y ahora donde se ha metido el grandullon,,vah,ya se apañara,,me voy a casa del anciano,..Tengo hambre..y me pongo en camino hacia Old Watermill..

Pongo fin a mi actuación de hoy con algunos juegos malabares cerca del pozo central del mercado y danzando por todo el patio al son de mi flauta.

Después paso a recoger lo que la buena gente del patio me de caer y hago una ronda por los puestos de los mercaderes recojiendo lo acordado con algunos de ellos y haciendo algunas compras.

Compro 1 libra de verduras, 1 libra de carne, 1/4 de libra de queso, 1/4 de libra de pan, 1/8 de libra de vino y 1/8 de libra de sal.

Cuando lo tengo todo me voy despidiendo de los comerciantes y conocidos del patio y pongo rumbo al embarcadero del castillo.

Hasta mañana amigos. ¡Qué descansen!

Robbin recoge su parada al ver que se empieza a esconder el sol, ha sido un día infructuoso de ventas pero eso no lo deprime, una vez recogido todo compra algunas cosa de comida como: 1/4 de libra de carne y 1/2 de verduras y frutas.
Al terminar de comprar se dirige a la salida para tomar el camino hacia casa

Me acerco al gordo amargado como lo solia llamar mi madre

Pues bien, aquí tiene los impuestos, me pregunto si el recudador también los tiene que pagar, porque seria una lástima si el pago de algún aldeano se perdiera misteriosamente... no le parece? le digo con tono un poco altanero y orgullos, no me agradaba la idea de entregar tanto dinero a un solo hombre.

Bueno yo ya me retiro "señor" espero quede claro que ya he pagado, adios me volteo haca los mercaderes y mi largo cabello se mueve con el viento rosando la cara de Oelric

Tras oir lo que la joven le dice al recaudador no puedo evitar soltar una leve risa que intento contener Heh... Y contemplo la escena un poco de reojo y con una sonrisa.

Oelric recoge el dinero de la señora Yda y lo cuenta. Cuando termina ve como ella se da la vuelta, después de recriminarle varias cosas. Oelric on un mero impulso comienza a remear en silencio las palabras de Yda con la boca bien abierta y con el ceño frundido. Cuando termina de tal espectaculo se da la vuelta y sigue caminando, no sin antes añadir.

Que le importará si yo pago o no....