Jutta asiente, y sigue a Ghela y a los demás hacia los aposentos de las Cortesanas.
Salgo de escena.
Mi estomago me ruge, será mejor que vaya corriendo a los aposentos, me muero de hambre!
Sigo a Ghela
Salgo de escena
Doy un suspiro ... Vaya cuanto movimiento en tan poco tiempo ... menuda locura ... Tras eso me pongo a buscar una biblia por la biblioteca ... Maldición ... a ver que biblia puedo buscar ahora ... será mejor que me ponga a ello, no quiero darles una muy valiosa ...
Cuando Lambertus se dirige al Monaguillo, este le mira con sus angelicos ojos llorosos y le asiente con la cabeza - Mucha' gacia' po su amailida seño... Que Dios ete con uted - dice con una sonrisa forzada, aun sigue impactado por el robo. Sin mas, hace una leve reverencia y se marcha
salgo de escena xD
Durante una lectura entretenida durante la cual no me percate de lo que sucedia a mi alrededor me lavanto bostezando ajummmm Ire a dar una vuelta por el castillo, a lo mejor el Señor Feudal pueda necesitar de mis oficios
Salgo de escena hacia los aposentos del señor feudal
Llego a paso ligero a la puerta de la Biblioteca del castillo ansiosa por saber si todo está en orden y la golpeo con suavidad: ¿Lambertus se encuentra usted bien o necesita alguna ayuda? Añado en voz alta mientras espero allí su respuesta pacientemente. Quizá le podamos servir de algo... La verdad es que no he visto al bibliotecario en ninguna de las zonas que parecían más seguras del castillo, de ahí mi preocupación por él y sus enseres, al fin y al cabo es alguien a quien hemos tratado con regularidad.
Quizá la biblioteca en si misma sea un lugar que no haya resultado dañado.
//Entra en escena.
Abre la puerta al oír los gritos fuera... Oh, mi señora... gracias por acordarse de mi[B] sonríe [B]no se preocupe por la biblioteca, está todo en perfectas condiciones, no ha habido problema alguno, pero he tenido que mover muchos libros para salvarlos del agua. la mira a los ojos he oído lo de su hermano... es una pena.
Le respondo entristecida: Sí que lo es, sí... pero aún cuenta con la vida y en estos días aciagos hemos de obligarnos a recordarlo, después le sonrío y añado en un tono de absoluta franqueza: me alegro de que os encontréis bien... ahora tengo ciertos quehaceres que requieren mi atención... con la mirada algo perdida musito casi imperceptiblemente, los muertos nos reclaman, para terminar remarcando ya más centrada: de manera que los vivos han de esperar... es extraño, ¿no?... pero si necesitáis alguna ayuda con los libros, no dudeis en pedirla, Lambertus; quizá los soldados y los guardias estén ocupados en temas de mayor gravedad, pero algunos de los que no lo estamos tanto, podemos echaros una mano en días venideros si fuera menester.
mira a la mujercilla con sorpresa parece que la chica está volviéndose compasiva claro mi señora, y si encuentro algun volumen mientras ordeno, que creo que le puede gustar, no dudaré en llevarselo
Sonrío, vaya, eso sí que estaría bien. Hago un gesto de asentimiento, me despido y me dirijo con paso firme hacia el patio. Una vez fuera me doy cuenta de que "las gracias" de la última frase que le he dedicado a Lambertus se me han quedado en el tintero y me guardo una sonrisa para mí. La que tuvo, retuvo...y guardó hasta la vejez. Dicen que aprender es de sabios, pero cambiar es un verbo realmente complicado en sí mismo, la verdad. Poco a poco, Ghela... no sea que te des un atracón...
//Salgo de escena hacia el patio.
El hombre vuelve de nuevo dentro de la Biblioteca y cierra la puerta.