se acerca para servir lo que la señorita Mille ha pedido no estés triste querida, si ha pasado es porqué Dios lo ha querido, y mira lo mucho que te debe necesitar Dios viva, que ha sacrificado la vida de tu hermana para dártela a ti... deberías estar feliz por ello, comprendo tu pérdida, yo mismo perdí a mi hermano... pero lo que debes hacer ahora es trabajar duro para llegar a ser alguien importante en nombre de las dos... estoy seguro de que Jutta velará por ti ahí arriba como veló por ti aquí abajo...
No es que sean demasiado buenas respondo con cierta brusquedad al muchacho, arrepentida por comportarme así con él lo miro nuevamente, Lo siento, disculpa mis modales, todos hemos tenido un día horrible digo al sonrojado hombre mientras me traen la comida...
Agradezco vuestro interés y vuestras palabras buen Berwold, sé que todos hemos perdido de una manera u otra un amago de triste sonrisa...pero tienes razón, no podemos hundirnos, no por nosotros, sino por aquellos que ya no están un pequeño sorbo al vino envolviendome en una suave calidez...
La echo de menos...ella...era...era demasiado joven una lagrima escapa rebelde, en un gesto infantil la limpio con la manga de mi vestido... Estaré bien...no os preocupéis
En la sala, uno de los que has saludado es el hijo de los Kriegghar, Otto, ha perdido también a su hermana... es más, de lo poco que has tratado con él desde su llegada, has observado que desde la fiesta por su llegada, empezó a mostrar cierta admiración hacia tu hermana, ahora desaparecida.
Si, lo sé, le he saludado con educación al entrar, pero el tampoco fue demasiado amable en la capilla, y además, Mille ahora mismo es un poco egoísta en su dolor, aunque poco a poco va mejorando...
Espero la respuesta de Otto
Mi buen cocinero, te agradecería que me preparases algún alimento, ya que he estado todo el día atareado y no he probado bocado.
Otto se gira buscando a Cesarius, de quién repara ahora que no hay ni rastro en las cocinas.
Donde se habrá metido este hombre???
mira a su señor Señor Otto, por fin, creí que le pasaba algo, he tratado de decirle antes, que la muchacha ya despertó. pero parecía usted tan ausente, que no he querido molestarle más, he preferido aguardar aquí ha que me contestara.